Enamoramiento

El enamoramiento es un sentimiento por sí mismo, diferente del amor, de la convivencia, de la sexualidad, de la pasión. No es una primera fase del amor, ni un arrebato pasajero de la juventud. Es necesario cuestionar muchas teorías al respecto que mezclan ideas sobre sentimientos y emociones sin que tengan nada que ver.

He analizado más de cien obras literarias y ensayos que recorren todas las épocas  y diferentes espacios geográficos, con una misma descripción de una atracción hacia la imagen de una mujer que impulsa nuestro ser y desarrolla la capacidad creadora del individuo y su identidad personal, que se llama enamoramiento. A través de muchos autores he visto que coinciden en este fenómeno psicológico que se suele entender muy mal, incluso despreciar o hacerlo ver como una exageración o como algo ilusorio.

Algunos de los autores que  definen el enamoramiento en algunas de sus obras son  Dalí en la pintura y en sus reflexiones,  Ramón y Cajal, de Kalil Gibran,  Dante,  Cervantes, su don Quijote, Rosalía de Castro, Rimbaud, Kierkeergard, Hegel, Alfonsina Storni, Francesco Alberoni, Beelthoven, Julio Iglesias en sus canciones, Ovidio, Mika Waltari, Boudelaire, Tchaikosky, Jung, Pessoa, Gregorio Marañón, María Zambrano, san Agustín, Plenzdorf, Thomas Mann, Honorio Marcos, Ortega y Gasset,  Cela, Edhar Allan Poe, Proust, Juan Rulfo, etc.

Entender el enamoramiento como tal nos da una visión renovada de personajes teatrales como don Juan Tenorio, Fausto, Hamlet, Segismundo y Werther, en cuanto a lo que representa su identidad y drama teatral.


El enamoramiento es algo que tiene mucho que ver con la vida de cada cual y con el desarrollo de la personalidad. Afecta a la sociedad, de ahí las referencias del enamoramiento con el amor, la sexualidad, la revolución, el arte, la realidad, el misticismo.


Un poema que resume qué es el enamoramiento es “Ama al cisne salvaje”, del poeta cubano Luis Rogelio Nogueras, que parece que ha sacado con sus versos una fotografía al enamoramiento:


No intentes posar tus manos sobre su inocente
cuello (hasta la más suave caricia le parecería
el brutal manejo del verdugo).
No intentes susurrarle tu amor o tus penas
(Tu voz lo asustaría como un trueno en mitad de la no­che).
No remuevas de la laguna, no respires.
Para ser tuyo tendría que morir.
Confórmate con su salvaje lejanía
con su ajena belleza
(si vuelve la cabeza escóndete entre la hierba).
No rompas el hechizo de esta tarde de verano.
Trágate tu amor imposible.
Ámalo libre.
Ama el modo en que ignora que tú existes.
Ama al cisne salvaje.
Cuando la relación con el otro.

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