A medida que la tecnología ha evolucionado también lo ha hecho el Poder adaptándola a sus fines, sin que nos hayamos percatado de la gran transformación sobre cómo se ejerce el poder. Hemos pasado de un modelo maquiavélico a uno llamado mefistofélico, lo cual exige una reflexión.

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Con Maquiavelo se explica un modelo de poder basado en la fuerza, que necesita de la mentira y la falsedad como estrategia, como una manera de mantener su poder engañando al pueblo, engañando al enemigo, las intenciones del poderoso siempre deben mantenerse ocultas, lo cual ha prevalecido hasta el desarrollo de la sociedad industrial que podríamos decir hasta el fin de la II Guerra Mundial, a partir del cual surge una nueva manera de ejercer el Poder, la mentira deja de ser parte de una estrategia, ni tan siquiera se miente para para engañar, matiz muy importante a tener en cuenta, sino que la mentira ha pasado a ser parte del Poder, su esencia, convertida en realidad.

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Mefistófeles se caracteriza por hacer creer a sus víctimas las bondades de su poder, y hacerles partícipes del mismo, les da una nueva personalidad que forma parte de una nueva realidad, de tal manera que forman parte de un mundo que creen real aunque sea falso y ya sólo pueden funcionar de esta manera, con lo cual la mentira no es algo que oculta la realidad o que deforma su percepción, sino que se ha convertido en una ideología que se impone en la conciencia de los ciudadanos, la mentira construye la realidad, por eso funciona y en ésta no mienten, es mentira pero es la realidad, por lo tanto dentro de la misma es la verdad, incluso la única verdad posible. Y esto es lo que está pasando hoy, cuando el engaño forma la realidad, no sólo parte de la misma, sino que es lo real.

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De esta manera se construye un poder como algo benefactor, que acude a la violencia cuando no queda más remedio, sin ver que ha formado una realidad violenta cuya aplicación por parte de él es la parte culmen de todo un proceso destructor. Una de las etimologías de Mefistófeles es Mefiz-Tofel que quiere decir, precisamente: destructor-mentiroso.

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La mentira forma parte de la esencia del Poder, no es algo añadido, no es algo que haga, que mienta, sino que es la mentira como construcción social. Su ejercicio del Poder no consiste en engañar al pueblo, sino en hacer que forme parte de la mentira y para lograrlo interviene en la conciencia de las personas que se adaptan a la mentira como realidad única, porque una mentira construye otra y las mentiras visibles forman parte del juego para de modo que una

mentira se contrapone a otra, convirtiendo la política en un juego de espejos, donde la mentira es el espejo que lo refleja todo. La derecha plantea una serie de medidas, miente con respecto a lo que ha dicho que iba a hacer, miente, pero la oposición descubre sus mentiras con otras que forman parte de una mentira superior, y más a la izquierda denuncian la mentira del gobierno y de la oposición con otra mentira, por ejemplo pidiendo crear más puestos de trabajo, que parte de una mentira económica donde ya no hacen falta y donde la relación del trabajo con el salario es una falsedad, pero estamos atrapados en esa cadena de mentiras. O salimos de la mentira o estamos perdidos.

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Si algo de lo que nos cuentan coincide con la realidad es mera coincidencia, como solían decir al comienzo de algunas películas. Hace unos días escuché una conferencia del historiador y catedrático emérito de la universidad de Comillas, don Eutimio Martino, sobre los orígenes de la montaña oriental leonesa. Demuestra con datos, con referencias de estudios de campo, con documentos que los romanos ocuparon esta montaña en la que se desarrollaron auténticas batallas contra los Cántabros y no sólo escaramuzas, nos enseñó restos de calzadas romanas, de campamentos y hasta una la lápida de una tumba. Me impresionó cuando nos contó que una vez le dijeron que aunque encontrase una lápida romana no serviría para nada, porque la versión oficial es la que impera y no se va a cambiar.

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Esto que dijo el padre Eutimio sobre la historia sucede a todos los niveles, por increíble que pueda parecer. La realidad queda apartada y queda como realidad la mentira, sobre la cual se enseña en el sistema educativo, y a la realidad construida se adaptan nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y gustos. ¿Cómo es posible que gentes enfermas, lo más antibiológico que se pueda imaginar nadie sean modelos de belleza?, es decir el Poder afecta e infecta nuestra subjetividad.

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La conferencia se realizó en las Jornadas por que conmemoraron los 25 años del embalse de Riañoque supuso la destrucción de ocho pueblos en una actuación policial calificada por la justicia como “terrorismo de Estado”, todo en favor de regar 84.000 hectáreas. Es un ejemplo, uno más. Resulta que cualquiera que vaya a ver dichas hectáreas verá que sigue sin llegarlas el

agua un documento oficial indica que no se van a regar el 60% y lo que se riegue no se sabe cuando, a corto medio plazo 8.000 hectáreas. Bien, pues este documento ningún medio de comunicación lo ha publicado hasta hoy, ¡ninguno!, pero la consejera de agricultura dice que se está regando un tercio del proyecto e incluso que se va a ampliar el número de hectáreas, y esta es la versión que la mayoría cree. Es mentira, pero forma la realidad, aunque no lo se. Una mentira tan burda funciona porque forma parte de la gran mentira ideológica sobre la que se construye la realidad.

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Y no es un caso particular, sucede con la literatura donde lo que se explica de la obras ocultan su verdad y hacen realidad las mentiras que dicen sobre ellas, en el caso de obras que se han eliminado de la mentalidad colectiva y las instituciones se niegan a hablar y debatir sobre ellas lo que nos sorprendería increíblemente, como Amadís de Gaula, paradigma de la mentira literaria sobre esta obra, que presentándola en Urueña, expertos académicos se atrevieron a negar textos literales que fueron leídos y la única argumentación es que quien lo lee está loco, ¡leedlo!, por favor.

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Pero también en el ámbito de la filosofía, el mismo Kant en su obra «Nueva crítica de la razón pura»,  advierte de los historiadores de la filosofía que alaban a los antiguos filósofos sin comprender sus intenciones, les hacen decir puros disparates por investigar las palabras que dijeron sin ver para nada aquello que quisieron decir.

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Pero la mentira afecta también a la economía, saben los “expertos” y prohombres del mundo académico que todas las medidas imponen a la sociedad no van a generar empleo, saben que la única manera de salvar la crisis es poner el dinero en la demanda marginal, independientemente del empleo, lo que es la Renta Básica, y se niegan a informar, a analizar esta propuesta. Las elecciones democráticas son una farsa, una mentira en la que el partido que gobierna niega su programa, por el que le han votado, la presión publicitaria y la aplicación de la psicología del miedo colectivo presionan para que se vote entre dos partidos, la dictadura del bipartidismo.

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La mentira obscena se ha convertido en información, algo que afecta a la vida de muchas personas, desde la invasión de Irak por tener armas masivas que nunca se encontraron a la información sobre Libia, que hoy se sabe fue una farsa, una más, donde el lenguaje de la mentira se truca y las guerras son intervenciones humanitarias, donde la matanza de civiles son efectos colaterales, hasta un escenario de cine se dispuso en Qatar, y hoy sabemos que se hizo con varios meses de antelación, antes de comenzar la guerra, luego se preparaban para mentir, como sucede hoy con Siria, a cuyo gobierno se le acusa de una matanza que no ha realizado, que fue contra niños de familias leales al régimen, y sin embargo se apela una intervención armada para establecer la mentira y que nada quede fuera de ella, pues una pequeña grieta podría hacer que estalle.

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La lucha hoy es desenmascarar la mentira, la lucha no es contra el Poder, contra el capital, sino contra la mentira que domina todo y que sustenta aquello, o nos rebelamos a ella o la conciencia humana, el pensamiento libre quedará disecado y seremos un zombie que trabaja, consume y disfruta llevado por los hilos del poder, tal como fausto en las manos de Mefistófeles. Como dice Juan Carlos Mestre (2 – VI – 2012) «la poesía es un acto de legítima defensa contra la soberbia obstinación del Poder para mentir».

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Tal es lo que nos jugamos en la lucha social, ¡ni una mentira más!. Porque su mentira, la del Poder, es la realidad y ser realista es la coartada para expandir la mentira, la ideología del Poder. Es necesario un proyecto fundamentado en la reflexión.