La distancia poco tiene que ver con lo distante. Ambos significados no son un espacio, sino un sentimiento. El espacio se refiere a lo lejano o cercano, según se vea. Acostumbrados a una convivencia cercana no sentimos con perspectiva, lo cual impide ver el paisaje de nosotros mismos, así como el de las demás personas.
.
Estar lejos de un lugar y alejado de las personas a las que quieres permite ver, en el sentido de visualizar: comprender y sentir más y de otra manera, las cuales no solemos tener en cuenta, porque siempre parece que lo normal es algo definido de antemano.
.
La ausencia permite sentir más a quien no está. Lleva a niveles más profundos. Es algo que nuestros antepasados vivieron cuando viajaban o iban a trabajar a otros lugares a lo largo de años alejados de sus familias. No somos capaces de imaginar qué supone tal situación. Como escribe Proust en su obra “En busca del tiempo perdido” con su época se acabó una forma de amar, cuando aparece el teléfono, los ferrocarriles, los relojes de manilla, afecta a la manera de sentir.
.
Quizá podamos atisbarlo en pequeñito, pero si reflexionamos y excavamos en nuestras sensaciones, sí que es posible rescatar formas nuevas de sentir.
.
La muerte de un ser querido nos lleva a una distancia infinita, sin embargo su recuerdo, añorar su antigua presencia, hacerlo presente en determinadas fechas, o circunstancias nos acerca a su persona, entonces ese infinito es vacío y lo que ha existido, de alguna manera emocional existe todavía. Nos permite aprender que una relación consiste en revivir el sentimiento a través del recuerdo.
.
Sin embargo hay algo que es un agujero negro de los sentimientos, que es sentirse distante de alguien o de algún lugar cuando al pasear al lado de esa persona o hablar con ella, o yacer a su lado estando distante es la lejanía más atroz, una distancia que crece su recorrido, que nos come el sentimiento y nos hace dormir, por no decir carcomer, la vida. Y tan importante es, mientras que acaso nunca pensemos en la distancia.
.
La distancia puede ser fuente de creatividad, al menos favorecer nuestra existencia. Lo distante, por contra, es destructivo, cuando esa distancia sentimental se alarga. Y sobre todo es es un algo ¡tan vacío!
.
Es necesario vivir y dejar que el encuentro sea casual y cuando se hace cotidiano no dejar que sea atadura, ni anclaje. La distancia es lo que nos acerca a los demás. Por esto hay que dejar que broten las distancias como fuentes de sentir. Lo distante, de cerca o de lejos, es la sequedad, como cuando un río se queda sin agua. Queda la cicatriz, se convierte en una herida.
.
Entonces descubro que escribir se hace en la distancia, sin saber quien es el lector muchas veces, es aquel no contacto (distancia) lo que hace sentir a quien lee, y a quien escribe. Y hacerlo por hacer, o por el querer las coronas de laurel y el oropel es lo que hace distante una labor que es distancia o no es. Y al escribir aprendo inmerso en la distancia.
.
Y eso que hace muchos años escribí un cuento: “Lo cercano está a tu lado”.
.
.
.
.
La distancia de 337 kms puso durante muchos años a P. junto a mí. EL amor no entendía de kilómetros. Ahora, cercana, sigue junto a mí.