Luchar contra la corrupción es una frase vacía sin un referente ético. Se confunde lo corrupto con ilegalidad, teniendo que ver, pero no es lo mismo. la corrupción va más allá. El discurso (ahora «relato») contra los corruptos sirve para echar en cara a otros la palabra “corrupción”, y esconder que igualmente son partícipes de la misma. Por eso se rechaza la Renta Básica desde postulados morales o ideológicos por parte de los partidos cuyo objetivo sin más sea mantener sus espacios de Poder, apartando la ética para conseguir sus objetivos. Ya ni siquiera se lo plantean.
Muchos presuntos argumentos contra la Renta Básica son juicios de valor, amparados en los prejuicios que se extienden en la sociedad, pero sin ninguna solidez lógica. Por ejemplo cuando se insiste en que el trabajo dignifica a las personas y que hay que defender los puestos de trabajo por encima de todo por la dignidad de los trabajadores. Lo primero es que cada cual es libre de definir su dignidad, pero no imponer a los demás lo que uno considere digno. Alguien podrá aludir que no trabaja por dignidad, por no estar sometido a un horario, por ejemplo. Le pueden responder que la dignidad consiste en hacerlo por los demás. Pero si un empleo destruye el medio ambiente, o sirve en su conjunto para atentar contra los demás ¿es digno?
Lo segundo es que el trabajo no dignifica, sino que puede ser lo contrario, como lo fue tiempo ha. El trabajo de un esclavo es trabajo, pero ¿es algo digno?, lo que lo dignifica es el salario. Pero tampoco como definición genérica, porque estaríamos dando el rango de lo digno a explotar a los trabajadores. Se dicen muchas cosas por decir, pero nos llevan a una trampa y si se piensan muchos axiomas habría que replantearlos.
La esclavitud es indigna, pero en sus orígenes quiso dignificar la victoria de un ejército sobre otro, de manera que en lugar de matar a los soldados y a la ciudadanía del ejército derrotado, los dejaron vivir para aprovechar su fuerza de trabajo.
Es necesario diferenciar la ética de la moral para poder analizar muchas medidas y propuestas que se quieren hacer pasar por éticas cuando no lo son, incluso son lo contrario. La ética es respeto a los demás, pero dicho así queda un tanto abstracto y ambiguo según entendamos la palabra “respeto”. Por eso Inmanuel Kant analiza los fundamentos éticos en su obra “Crítica de la razón práctica”, en la que se pregunta ¿qué debemos hacer?, siendo la “crítica” los límites que desde la razón de pueden plantear. Establece dos principios esenciales por los que una conducta es ética:
1.- Que toda persona sea un fin en sí misma, y nunca un medio. Por ejemplo que no sea un medio para enriquecer a otro. Al ser un fin como persona, por el hecho de serlo, la Renta Básica cumple este principio, pero si se condiciona a que pueda vivir solamente si es a través de un empleo, se le despoja de su ser persona (en sí misma”) para ser un “trabajador”. Como sujeto no va a poder sobrevivir. Se valora en este caso como medio según lo que realice. Ahora bien, en una sociedad en la que se requiere el esfuerzo de cada miembro para su desarrollo la finalidad no es el empleo, crear puestos de trabajo, sino que cada individuo lleva en sí mismo una función social, que luego cada uno podrá ejercer o no.
2.- Que todo acto individual pueda valer como ley universal. Si sobrevivir depende del empleo y no hay suficiente no sirve de manera universal para cumplir su función. Por eso el carácter ético de la RB, además de otras razones de índole económica y social, es una medida ética, porque es para todas las personas dentro de una circunscripción jurídica, pero que fuera de ésta también se pretende.
La moral sin embargo es una cuestión colectiva que viene definida por una doctrina e implantada o extendida por una organización que establece sus códigos morales. Lo cual no es ético si no es precedido el comportamiento moral de una elección. Cuando la moral se inculca quiere muchas veces sustituir la ética personal, porque ya el hecho moral hace de la persona un medio para el desarrollo y el ejercicio del poder de una determinada doctrina o ideología. En casos de ejercer el Poder o querer acceder al mismo hace que los fines justifiquen los medios. Por ejemplo matar a quienes estén en contra de los objetivos (fines) de una determinada organización, lo cual admiten sus principios morales de tipo ideológico o doctrinario.
Pero sin llegar a estos extremos pongamos un ejemplo en relación a lo que tratamos, para ver su significación social y el error que nos acomete al considerar algo bueno por la propaganda que se hace de ello. Si bien como dijo Nietszche: “no hay fenómenos morales, sino una interpretación moral de los fenómenos”, es decir depende de cómo una creencia, del tipo que sea, define la moral (su moral)
Pongamos un ejemplo. La limosna: En un principio es algo bueno, dar al que no tiene. Pero es un principio moral, que exigen o proponen las grandes religiones: catolicismo, judaísmo, protestantismo, islamismo, hinduismo, budismo, sintoísmo. Sin embargo a la luz de la ética vemos que no es un principio universal, ni la persona es un fin en sí misma, sino un medio para honrar la fe del dador. De manera que para ejercer la caridad es necesario que haya un pobre y un rico. La solidaridad es la manera laica de la caridad. La solidaridad es ética cuando es a una causa y a personas que se ven privadas de poder ejercer sus derechos. Cuando uno recibe y otro da hay un desequilibrio. Por eso la RB se plantea como un derecho universal, no es una prestación, ni una ayuda. Éste es su sentido revolucionario desde el punto de vista ético.
Las citas de los libros sagrados como autoridad son siempre ambiguas y se pueden contraponer. En un pasaje bíblico, por poner un ejemplo, dice que hay que ganarse el pan con el sudor de tu frente. En otro que si Dios cuida de las aves y las flores, los da de comer y viste, ¿a los seres humanos no hará más como hijos de Dios? Y lo que no es admisible es que se use hacer la caridad publicitariamente, como suele suceder. La caridad siempre es parcial y prolonga la pobreza, no la soluciona.
En sus libros “Nuevo fundamento de la moral” y “Moral fundamental”, Marciano Vidal estudia el término”ethos” del griego como “lugar donde se habita”, “estilo de habitar” en una cultura, siendo del ámbito de la razón. “Moris”, del latín: “hacerse cargo” dentro de las costumbres, normas de un colectivo. Aparece en las doctrinas. De esta manera la ética se refiere a la relación con los demás, la moral son según costumbre. Pondré un ejemplo: en una sociedad católica tener un hijo fuera del matrimonio es inmoral. hace unas décadas en España cualquier mujer era reprobada por esto. Sin embargo es una conducta ética si los dos, varón y mujer, lo desean y quieren tener un hijo por sí (no para venderlo y que sea un medio de enriquecerse), pero cumpliendo este fundamento ético, a pesar de todo es inmoral para un católico.
Este tema puede parecer baladí, pero no lo es porque el rechazo a la Renta Básica no es argumentado, sino que se distorsiona lo que es, y se añade siempre un juicio de valor, un planteamiento moral, lo cual hace que el trabajo no sea lo que es: una función o actividad para resolver necesidades o para hacer algo, sino que se convierte en un asunto ideológico que hay que cumplir o una exigencia moral. Y sobre esto se desarrollan muchas propuestas que analizadas desde un punto de vista ético dejan mucho que desear y además son ineficaces para resolver la pobreza, más bien sucede lo contrario, pero se usa como propaganda ideológica para los partidos o colectivos de tipo benefactor en favor de las organizaciones de carácter religioso.
Pondré dos ejemplos actuales:
1.- El ayuntamiento de Madrid, gobernado por las «fuerzas del cambio» proclama a los cuatro vientos, con un despliegue mediático asombroso que va construir 4.000 viviendas para alquiler social. Hay 14.000 solicitudes. Lo que quiere decir que diez mil se quedan fuera. En segundo lugar con dinero público se ha pagado a constructores privados que han derivado una parte de ese “coste” en beneficios. ¿El alquiler va a ser gratuito? ¿quién no tenga para pagar? ¿Puede una familia vivir con 432 euros al mes pagando el alquiler social? Los datos de febrero de 2017 indican que hay 2.576 personas sin hogar en Madrid, que viven en la calle porque carecen de un trabajo y de dinero. Con un 18% de los beneficios de las empresas constructoras, y un 2% del pago total (luego este dinero sí lo hay) unas veinte mil personas podrían recibir la cantidad que indica el umbral de la pobreza para alquilar una habitación con derecho a baño y cocina, y tener lo suficiente para vivir humildemente, pero sin tener que mendigar o sufrir todo tipo de problemas de salud, humillaciones e incomodidades.
2. El Parlamento español ha aprobado una medida “estrella” con el apoyo del PP y de Ciudadanos, que es emplear 10.000 millones de euros para contratar a quienes cobren la Renta Mínima de Inserción (RMI). Es un engaño y crea, además, un problema añadido. ¿Por qué no contrata a quienes no la cobran, que son un 58% de las personas que no reciben prestaciones teniendo necesidad de las mismas? Sería lo lógico y lo ético. Según datos oficiales cada día mueren 90 personas esperando recibir la prestación que les corresponde sin que les haya llegado. Pero ¿qué ocurre? Que la Administración Pública correspondiente paga con dinero público. El mismo que con el que se pagan las RMI, de manera que a quien se contrate le quitan la prestación. De esta manera al pagar el salario mínimo lo que hace es contratar a trabajadores en paro por poco más de doscientos euros, cuando parece que es más lo que aporta. Pura falacia. Y da lugar a un mal añadido: la pobreza laboral, realidad que se está extendiendo y llenando las cifras de la presunta creación de empleo. ¿Qué familia puede vivir con el salario mínimo? Estos contratos no pueden hacerse a dos personas por familia debido a que se recibe una sola por unidad familiar.
Que la RMI que propone el PSOE con el apoyo de los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, de 432 euros por familia, es más de los mismo, pero es seguir creando pobres por decreto, y personas que no pueden salir de la miseria y que se ven abocadas a la exclusión social, cada vez más gravemente. La Carta Social europea establece que ningún ciudadano de la Unión Europea puede recibir una prestación o subsidio por debajo del umbral de la pobreza, campaña en la que está empeñada la Marea Básica.
La Comisión Europea ofrece un dato estremecedor el mes de febrero de 2017: En España hay un 13’1% que son trabajadores en estado de pobreza y precariedad. Lo cual explica que se haya pasado de 9’6% niños pobres en el año 2008 a un 13’2% el año 2016, según datos oficiales. Lo cual es consecuencia de una decisión política, que tiene como objeto para resolver las cifras del paro presionar sobre los desempleados, que se acepten como mal menor las sucesivas reformas laborales y se abaraten al máximo los salarios y sigan aumentando los beneficios de las grandes corporaciones y de las inversiones financieras.
No podemos alegar como hace Rafael Simancas en los medios de comunicación que es mejor una Renta Mínima que nada. La falta de ética lleva a la anulación de la lógica al querer hacer pasar por benefactor lo que no lo es. La lógica negativa, “es mejor que…”, sería peor…” es una argumento ciego, falso pues. Si se da un euro al mes a cada pobre es mejor que nada. O si un terrorista mata a tres personas es mejor que si hubiera matado a cincuenta. ¿Lo justifica? bajo ningún concepto, pues hay una cuestión de principio ético que hace que nadie puede disponer de la vida de los demás y tampoco establecer la pobreza como decisión política per se, que en ningún caso son razones presupuestarias. Ha habido 60.000 millones de euros del erario público para el rescate bancario. La cuestión es en qué se usa el dinero de todas y de todos, y cómo. ¿Con qué criterio ético?
La ética no son definiciones morales, sino criterios con unos parámetros que recoge Kant. Depende de la razón, como analiza Marciano Vidal y el filósofo de Königsberg. Forma parte del razonamiento de las decisiones personales y colectivas a través de la política. Obviarlo hace que las teorías de economía política vayan a la deriva inventado mundos irreales, lo cual hace que las políticas económicas fracasen una y otra vez, tal que un barco sin rumbo, sin mapa que las oriente… a la deriva. Da lo mismo quien agarre el timón.
Y es que se considera que la crisis es la que provoca la pobreza, cuando no es así, sino que es la pobreza y su expansión lo que nos hace estar y no poder salir en una crisis crónica y agónica. Por lo cual no hay que solucionar la crisis con parámetros engañosos como el crecimiento económico, o que si bajen o suban los impuestos, sino que lo que hay que resolver es la pobreza, lo cual es lo que hace la aplicación de la Renta Básica.
Pero esto requiere una reflexión ética, que no se hace. Tal vacío ha llevado a nuestra sociedad a la economía de la corrupción. Según la cual se saquea a la ciudadanía al llevar el dinero público en enormes cantidades a los bolsillos de unos pocos, mediante proyectos que luego no tienen rentabilidad alguna, ni se usan como servicios. Con el dinero público se contratan a empresas privadas, en cuyo presupuesto engloban los beneficios y se sustrae de la riqueza común de la sociedad. Hasta el punto de tener que modificar la constitución española, el 2 de agosto de 2011, para poner la riqueza del país a disposición del pago de la deuda, es decir al servicio de las grandes empresas, para dejar en un segundo lugar a la sociedad en su conjunto.
Es por ello que sin ética queda una moral que define la legalidad, muy condicionada (interpretada) judicialmente para favorecer a los más ricos y poderosos, de manera que se asocia la corrupción con lo ilegal, pero nada más, siendo esto la punta del iceberg, aquello que abusa de las practicas cotidianas. El caso Urdangarín es muy aleccionador. Primero porque recibe un dinero por un informe de unos pocos folios en los que demuestra que Valencia tiene puerto de mar y éste olas, lo cual permite que se hagan unos juegos de regatas. No hubiera sucedido nada. En esta caso no hizo falta mano de obra, sino directamente el dinero público pasa a una empresa privada por hacer nada, pero el mecanismo fue legal, aunque sea una cuestión de corrupción en sí misma. No fue la primera vez. Pero todos cobraron y luego las obras no se hicieron. Al ser investigadas las partidas del dinero público se fue tirando del hilo y apareció el ovillo y en él el caso Gürtel, el informe de Urdagarín y su colega Torres. Lo mismo que hicieron y cobraron no hubiera sido ilegal, aunque sí corrupto desde el punto de vista ético, pero admitido por la moral neoliberal, en caso de que se hubieran iniciado las obras. Algo corrupto al 100% no hubiera sido ilegal y Urdangarín sería un prohombre en nuestra sociedad, alguien que se ha hecho a sí mismo, etc. Como lo fue hasta ser imputado o «investigado».
La legalidad instrumental corrompe el principio jurídico de legalidad como cumplimiento de la ley en un estado de derecho, ya que se permite la corrupción generalizada, pero si quienes la ejercen se «salen del tiesto», la aplican con todo boato. es el caso de Convergencia y Unió. Fue de vox populi el 3% de comisiones a los políticos. Hasta Maragall lo dijo públicamente: las comisiones por obra pública en los ayuntamientos y en la Generalitat. «¡Qué cosas dice!», «qué atrevido» y se miró a otro lado. Pero cuando se planteó un referéndum para la secesión de Catalunya se denuncia en toda su amplitud, pero no para luchar contra la corrupción, sino para combatir el empuje nacionalista catalán desde el nacionalismo español. Unos lo aplauden, otros lo exculpan y critican tal «ataque» contra su derecho a decidir, pero nadie analiza el fondo real.
De esta manera es exigible una fiscalidad ética, que sea justa, pero no de tipo policial, para asaltar a las clases medias o a los ricos, como una herramienta instrumental para el desarrollo de una ideología. La aplicación ética de los impuestos permite que el que más tiene reciba menos y aporte más, por su propia identidad cuando es una norma universal la que rige la recaudación de impuestos.
La falta de reflexión ética permite que circulen los engaños y las contradicciones más obtusas. Pondré dos ejemplos de las fuerzas políticas emergentes que han surgido contra la “corrupción”.
A) Ciudadanos, que se define como una fuerza “liberal progresista”. Plantea como medida estrella pagar a los empresarios una compensación con el dinero de todas y de todos, de manera que pague menos del salario mínimo, por la desregulación que con la reforma laboral que defienden se convierte esta manera de pagar con dinero público en algo legal. Lo cual quiere decir que el dinero se va para los beneficios empresariales directamente, mientras que, además, se priva de prestaciones y ayudas sociales a los parados eso que se da a los empresarios que corresponde a lo que se quita de los subsidios que quedan por debajo del umbral de la pobreza. Esto es corrupción, legal pero corrupción. Sin referentes éticos presentan esta medida como algo positivo, cuando es una sinvergonzonería, pero es la moral de la economía de la corrupción, que nada tiene de liberal, por cierto.
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En el caso de Podemos / IU, sus representantes institucionales que gobiernan sendos ayuntamientos de Cádiz y Ferrol han votado a favor de la construcción en sus puertos navíos de guerra para el gobierno de Arabia Saudí, con las cuales ejerce un poder tiránico esta nación contra las mujeres, mata poblaciones enteras en sus guerras religiosas y como aliado de los ejércitos que luchan contra otros pueblos. Luego se ponen pancartas de “Welcome refugiados” cuando ellos mismos son responsables de tales masacres. Pero lo más curioso es que nadie de estos partidos haya levantado la voz, porque están a favor de la moral ideológica del empleo, que es con lo que se ha justificado. La misma moral que les impidió mantener en su programa la Renta Básica. Tal política de economía de guerra es lo más contrario a la ética. ¿Cuál es el cambio? Tras instrumentalizar la Renta Básica en el programa electoral se convierten en una estructura de Poder sin más, sin ética, pero dando lugar a la corrupción ideológica más abyecta jamás vista y apoyada por masas que se dejan arrastrar por impactos mediáticos.
Queda el movimiento social, que parte de la ética ciudadana. Sin más apoyo que la lucha en la calle.
Si no se estudia la corrupción no es posible entender la economía actual, ni cómo funciona, por eso los economistas y profesores de esta ciencia disertan sin sentido de la realidad. La ética es un referente y un criterio, también económico. De lo contrario vamos a la deriva inmersos en la corrupción, que cada vez será más legal mediante la corrupción de la Justicia con sus normas “legales” de excepcionalidad.
A lo corrupto se llama «medida de progreso» y la ética molesta, incomoda y se aparta sin escrúpulo alguno, porque forma parte de la idiosincrasia institucional que han de asumir quienes entran en este juego.
No puede haber cambio alguno sin un referente ético y es éste el que abrirá las puertas a la Renta Básica.
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Soy un férreo defensor de la Renta Básica Universal por múltiples motivos y he leído bastante al respecto. También soy defensor de la solidaridad frente a la caridad. Me ha gustado mucho el principio del artículo.
No obstante, creo que la aplicación de la una ética tan racional y metódica puede llegar a resultar verdaderamente complicado. Sinceramente, a medida que avanzaba el artículo se me ocurrían argumentos que utilizan la misma lógica kantiana que podría utilizar para intentar contestar la argumentación (¿acaso son los impuestos defendibles desde una perspectiva kantiana cuando las personas no son fines en sí mismos sino medios para financiar políticas públicas y además no son actos universales porque sólo se les cobran a personas que cumplen ciertos requisitos como trabajar y cobrar más de una cierta cantidad?).
Por ello me parece que la utilización de la ética así entendida para argumentar la renta básica puede ser interesante para ciertos entornos filosóficos y académicos, pero que pueden conducirnos a batallas dialécticas vacuas en otros contextos. Y al fin y al cabo, no existe una verdad absoluta, y cuando uno utiliza una forma de pensar tan estricta, ¿no acaba jugando la forma de pensar de los demás y estando «en posesión de la verdad»? Quizás tras leer mucha filosofía estas ideas estén muy claras, pero me parece que para el «pueblo llano» (entre el que me incluyo) no es la mejor estrategia ya que puede llegar a parecer todo el razonamiento un poco esotérico.
Pero vamos, que más allá de mi crítica al razonamiento ético purista, las ideas de las que hablas son buenas y las comparto.
Gracias y ciertamente es algo muy concreto.
Más que poseer la verdad se trata de razonar. pero cierto que la vida y la sociedad no es del todo racional.
No obstante, lo que comentas sobre los impuestos, sería cierto en una sociedad totalitaria. En una sociedad democrática, o presuntamente democrática, el ser humano es un fin en sí mismo como ente social, porque además se ha de respear el estado de derecho y respeto a las minorías. Los impuestos permiten que cualquier ciudadano/a tenga acceso a la sanidad y educación pública y espacios públicos… Pero es un interesante debate nunca cerrado.
OK
«El progreso verdadero de los pueblos está en la ética». (Carmen de Burgos)
Bueno, pues entonces coincidimos. Dicho de manera muy breve: la ética tiene que ver con el individuo, con la persona en cuanto que es uno e irrepetible y con la conciencia de sus actos; la moral tiene que ver con sus deberes no para consigo mismo sino para con los demás.
Luego vemos que tampoco esa distinción está tan clara, como ya explica Bueno, puesto que los valores del individuo, éticos, tampoco nacen de él sino que los adquiere mediante el contacto con los demás.
Hace tiempo que no escribo sobre la corrupción; es un asunto muy complicado, tendría que escribir un documento todos los días y tener dedicación absoluta y no doy abasto. El torrente de casos es tan caudaloso que no hay día que los noticieros no estén desbordados de episodios protagonizados por nuestra patriótica burguesía del PP, de sus dominguillos del P**E, de los mafiosos nacionalistas o de nuestra campechana monarquía.
El partido que gobierna, el PP, el partido más corrupto de la historia de España, ha montado un régimen político basado en la corrupción y en la mentira.
A pesar del tratamiento informativo que algunas empresas de propaganda hacen de estos desfalcos que todos conocemos, (Gürtel, Púnica, Bárcenas, Rato, Blesa, tarjetas negras, ERES, pujoles, princesas y princesos o infantas e infantos) tenemos que partir desde el análisis general de la sociedad española, esos casos que cito en los renglones pasados, no son casos aislados como nos pretenden hacer creer, son el fruto de una sociedad podrida acostumbrada a vivir en la miseria, la represión y la falta de libertad siglo tras siglo. En la memoria colectiva de la sociedad están la dictadura de Franco, la guerra, la república, la dictadura de Primo de Rivera, la descomposición de la monarquía de Alfonso XIII y si seguimos hacia atrás podemos llegar hasta la invasión de los árabes, donde ya hubo algún obispo que dicen que colaboró con ellos cuando invadieron España allá por el siglo VIII. Cuando se murió Franco y se les habían secado las lágrimas de tanto llorar por él a los que mandaban entonces, nos dijeron que el tinglado nuevo era una democracia y que ahora éramos todos demócratas de toda la vida, pero sin que nadie de los que llevaban desangrando a España durante varios siglos se movieran del lado de la teta, bien fuera con una cartera de Ministro, con una visera de ordenanza, con un fajín de general o con un tricornio, el franquismo quedó intacto a las ubres de la patria. A partir de la muerte del general ferrolano, los cachorros del franquismo falangista como Bono, Mº Teresa Fernández de la Vega, etc, que encontraron un caserón vacio y destartalado con las letras PSOE en la fachada se incorporaron al saqueo imitando a sus mayores y riéndose a carcajada limpia de todos aquellos que se habían creído en aquello de la pancarta de los CIEN AÑOS DE HONRADEZ. Avanzamos hacia la integración en Europa, llegaban subvenciones y teníamos dinero, construíamos aeropuertos, ferrocarriles, autopistas, en siete u ocho años construimos casas para treinta, el dinero fácil, para los que podían acceder a él, fue el fermento de la corrupción, el franquismo y sus cachorros con chaqueta de pana compartieron salones, moquetas y rapiñas con la derecha de la escopeta nacional y todos juntos se dedicaron al saqueo de su amada patria. La derechona nacional que ha sobrevivido a todas las miserias nacionales navegando en la holgazanería, la vagancia, promovió y sostuvo la dictadura para que el pueblo no pusiera en peligro sus eternos privilegios. Muerto el general, ya no había quien sustentara el franquismo en los términos que lo habíamos conocido, tenían que montar un tinglado que se pareciera a una democracia, pero sin demócratas, convocar a las urnas a un populacho que nunca fue educado en la democracia, sino en la represión, la miseria y el miedo, acostumbrado a hacer lo que mandaban los que estaban en el gobierno, no es tarea difícil. Ese cuento de la democracia que dice que el pueblo decide es mentira, el pueblo obedece y al pueblo se le engaña, prueba de ello es que el gobierno no ha dicho una verdad nunca, porque sabe que le van a votar igual. Mientras mandó el general robaron porque para eso habían ganado la guerra, después de muerto el general, entre los ladrones antiguos, los ladrones nuevos y los que están en la lista de espera con el carnet del partido entre los dientes esperando incorporarse al saqueo, consiguen ser mayoría y se encuentran legitimados para seguir haciendo lo que siempre había hecho, aprovecharse de los privilegios que siempre tuvieron. En cuarenta años de miedo y represión tuvieron tiempo de crear un populacho acostumbrado a obedecer a los que mandan por siglos de ignorancia, temor, analfabetismo, miseria y represión y como los que están en el poder son los de siempre, pues el populacho vota a los de siempre y éstos se consideran legitimados para hacer cualquier desfalco porque saben que no tendrá repercusiones electorales. Los jueces son de partido. Los altos, medios y muchos bajos cargos de la administración del estado están infectados por la secta del OPUS DEI, que es la ultraderecha religiosa. Alguien más documentado que yo debería escribir un libro, o varios, explicando lo que es esta secta y el poder que tiene.
Corrupción también es la acción del gobierno, cuando tolera y no persigue a los defraudadores fiscales que defraudan un 25%, o no persigue la economía sumergida, que es más del 20%, o no ejecuta la morosidad de la agencia tributaria que es un 5%, o le hace amnistías fiscales a los evasores de capitales, eso es la corrupción grande, de la que no quieren que hablemos, nos entretienen con casos puntuales, con sinvergüenzas concretos, nos ponen las caras de determinados personajes para que hablemos de ellos y descarguemos nuestras iras en ellos y la verdadera corrupción pase impune. La verdadera corrupción es que el franquismo que describo más atrás se siga enriqueciendo con privatizaciones y convirtiendo nuestros impuestos en su riqueza.
Hola:
Ética serían las virtudes que tienen que ver con el individuo: valentía, honradez, sinceridad, generosidad. La moral comprendería los valores comunes (mores: costumbres). Por eso resulta frecuente el choque entre los valores morales y los éticos, por ejemplo: un valor ético consiste en no arriesgar la vida, que chocaría con el deber moral de defender a tu patria en caso de ser atacada.
G. Bueno sostiene que no se puede dar uno sin lo otro:
(1) El primero tiene que ver con la consideración del carácter meramente estipulativo (gratuito) de la asignación de los términos moral y ética a los significados de referencia («contenidos de las normas o instituciones morales» e «investigación filosófica del conjunto de problemas relacionados con la moral»). Si partiéramos de términos sin historia nada habría que objetar. Pero la etimología y la historia semántica de estos términos nos advierten que ethos alude a aquel comportamiento de los individuos que pueda ser derivado de su propio carácter (esta raíz se conserva en su derivado más reciente, «etología»), mientras que mos, moris alude a las «costumbres» que regulan los comportamientos de los individuos humanos en tanto son miembros de un grupo social. En cualquier caso, el motivo principal de nuestro rechazo sería el siguiente.
(2) Al asociar la «investigación filosófica de la moral» a la Ética, en cuanto ocupación de un gremio, cofradía o «comunidad» (la autodenominada en España «comunidad de filósofos morales») se está muy cerca de presuponer que la conducta moral (incluyendo aquí lo que llamamos conducta ética) puede tener lugar al margen de toda reflexión filosófica, de acuerdo con aquella recomendación de Wittgenstein: «No pienses, mira.» Como si dijera: «No pienses, actúa.» (Unamuno había recomendado muchos años antes: «Primero dispara, y luego apunta.»)
Ahora bien, desde nuestra perspectiva, ni la conducta ética ni la conducta moral pueden tener lugar al margen de una mínima intervención filosófica («mundana») destinada a establecer incesantemente las conexiones entre los comportamientos personales éticos y morales dentro de algún sistema de fines o de valores mejor o peor definidos, a través de los cuales puedan «reabsorberse» los conflictos entre las normas de diversos tipos que se entrechocan invariablemente en la vida real. En el uso ordinario del español el término «moral» supone, de algún modo, la presión de unas normas vigentes en un grupo social dado (mores = costumbres) como lo confirman los sintagmas: «moral burguesa», «moral tradicional» o «moral y buenas costumbres»; mientras que quien declara: «esto lo he hecho por motivos éticos», está aludiendo vagamente a un deber que supone que ha emanado de la «propia intimidad», de su conciencia subjetiva, y no de la inercia y, menos aún, de alguna presión exterior. Ahora bien, si los deberes morales fueran meramente normas sociales, no serían transcendentales; si los deberes éticos fuesen dictados de la conciencia, tampoco serían transcendentales a las más diversas acciones y operaciones de la persona, porque la conciencia, si no va referida a una materia precisa, es una mera referencia confusa, asociada a una metafísica mentalista (que podría elevar a la condición ética la conducta inspirada por la «íntima conciencia» de un demente)
http://www.filosofia.org/filomat/df467.htm
Estando de acuerdo en varios aspectos, creo que hay que analizar los términos y cuestiones en sí mismos… Alejar el ejemplo de modelos ideológicos. El mismo Kant explica que sólo es deber luchar contra la tiranía. Si la patria la rige un tirano ¿hay que defenderla? ¿Fue ético que un alemán defendiera su patria cuando los nazis gobernaron? Tampoco es moral, a no ser la moral nacionalsocialista.
Y lo de arriesgar la vida hay que matizar… por ejemplo conduciendo a lo loco… pero por salvar a un niño sí sería una conducta ética.
Te lías solo: cambia luchar contra el enemigo externo por luchar contra el enemigo interno; el razonamiento vale igual. Y en lo de la ambulancia es lo mismo: se arriesga la vida propia para salvar la vida de un niño, pues esto se considera un valor moral propio de una sociedad sana.
Pero no hablo de ambulancia, sino de arriesgar la vida conduciendo temerariamente…
No es lo mismo decir «enemigo» sea interno o externo que «patria», y más en el ejemplo puesto.
Precisamente en el matiz está el busilis.
Es muy importante la precisión en debates de esta índole, que agradezco tu aportación.
Pero qué más dará una ambulancia que un coche particular, o arriesgar la vida en una guerra por un deber moral, sea la guerra civil, interna, o contra un enemigo exterior; la dialéctica entre el deber moral y el deber ético es análoga, similar.
En fin.
En una ambulancia hay un motivo que hace arriesgar la vida, correr por correr en coche, por experimentar la velocidad no tiene sentido, por lo tanto ni ético ni moral.
El deber moral es colectivo, ante un ataque externo la patria impone tal, pero por ética alguien puede objetar, porque a lo mejor ese enemigo es un liberador de la opresión. Fíjate en los ejemplos que he puesto sobre el empleo, la construcción de buques de guerra. Es un deber moral crear puestos de trabajo en poblaciones depauperadas por el desempleo. Pero ¿es ético?, en este interrogante entra el punto de vista personal y los parámetros que indica Kant. Que precisamente en este asunto de armamento desarrolla aún más en su obra «La paz perpetua».
Enhorabuena por este estupendo articulo.
Saludos