Neofeminismo, neomachismo

Según el sociólogo de la Escuela de Fráncfort, Max Horkheimer, «quien va rezagado en la Historia nunca la podrá alcanzar.” En este sentido quiero hacer una reflexión sobre algo que está sucediendo silenciosamente, por lo tanto no lo vemos, pero como poetiza Mario Benedetti: «… despacio pero viene / sin hacer mucho ruido…»

Son las revoluciones silenciosas las que acaban realizando el futuro próximo, si bien a veces necesitan cierta algarabía o, incluso, violencia, para anclarse en la realidad. O simplemente se instalan en la vida cotidiana de las personas y en la sociedad de manera general y predominante. Es el caso del ecologismo y del feminismo.

En ambos también sucede lo que en todas las creencias o ideologías, en este caso mentalidad o movimiento social, que una vez que se instalan en la realidad social se reformulan no como un movimiento crítico, ni liberador, sino como una estructura de Poder y en cierta medida se convierten en ideas totalitarias y transforman sus ideales, sus ideas y propuestas en premisas y axiomas que dan lugar al fanatismo.

Ha ocurrido siempre a lo largo de la Historia. Es el caso de las religiones, en el de las ideologías políticas, de manera que la práctica puede ser lo contrario de lo que se predicaba o defendió originariamente. Dejan un poso para el futuro, pero se acaban degradando en su propia “coherencia”. Un ejemplo curioso fue la Revolución Francesa, cuyos luchadores por la libertad acabaron guillotinando a los demás y a sus propios compañeros y luego ellos mismos lo fueron. Léase el drama literario de Karl Georg Büchner: “Woyzeck”.

Vemos que reaparece lo equivalente a la blasfemia, no poder injuriar ni manifestar ofensa contra dios, ahora contra la mujer o contra el rey o no poder defender la lucha armada. Toda una serie de limitaciones nos han llevado a una neo censura y se critica o lucha contra ella si se aplica a los “míos”, pero se exige penalizar con esa misma ley a los demás. Hasta un piropo se considera una agresión. Todo vano y sin razonamiento de por medio, sino emocionalidad da lugar a nuevos teologismos. Cualquier ataque físico a una persona ha de ser condenada, la violencia toda debe ser castigada y evitada por la ley. Pero legislar hasta la libre elección de género (autodeterminación de género) es un síntoma que muestra cómo una razón histórica, la liberación de la mujer, se traslada sin darnos cuenta a lo irracional. Y de la irracionalidad se pasa a la violencia colectiva en sus diferentes formas y por diversas causas. Y de ésta al enfrentamiento de unas organizaciones contra otras hay un paso. O ejercerla contra el Estado o éste contra colectivos reivindicativos.

Grabado de Cristina García Núñez. Cris.

Me he preguntado ¿cuál será la reivindicación futura de las mujeres feministas? Continuarán exigiendo la igualdad con los hombres. Pero será en otro sentido muy diferente al de hoy, y sucederá en no más de una década. En lugar de ejercer un desarrollo y progreso propio necesitan apoyarse en la denuncia de la otra parte, la de los varones. Incluso con antecedentes casi antropológicos planteando la lucha contra el patriarcado. Recomiendo encarecidamente un libro de Friedrich Engels: “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado«. En él se hace un estudio desde la antropología, los movimientos políticos y la Historia sobre el patriarcado y los matriarcados. Contiene análisis y observaciones que enseñan mucho sobre este asunto y son de una actualidad increíble después de un siglo.

La mujer ha ido ganado terreno e irá a más, a mucho más. A no tardar ocupará cargos de relevancia, ostentará la representación del Poder. La próxima generación en España reinará, previsiblemente, una mujer, o si hubiera una presidencia de la República es más que probable que sea a cargo de una mujer. También en muchos países más. Ocuparán, por su mérito de estudio, talento y empeño, los puestos claves de la ciencia, que hoy se reivindica. Estarán en los puestos de dirección en medios de comunicación y en los bancos, así como de los grandes negocios y serán elegidas como presidentas de los partidos políticos. Los cargos representativos de concejalías, diputadas o consejeras superarán en más del doble a los hombres.

Las universidades serán de las mujeres fundamentalmente, como docentes y alumnado, en todas las carreras, incluso las ingenierías. Porque tienen capacidad y lo quieren demostrar. El mundo se verá a través de la mujer. Ya Padre Isla, escritor e historiados jesuita, dijo que el s. XXVIII será el siglo de la mujer. Las sufragistas plantearon sus objetivos al siglo siguiente y lo han conseguido. Los modelos paritarios de representación están establecidos y asimilados por la mayor parte de la población. Siempre habrá excepciones, pero serán posturas minoritarias, que confirmen la regla.

(El cuadro de la mujer pintora es de Eduardo González Boado.)

Mientras que esto ha sucedido ha habido un desplazamiento de los varones, silencioso, como de retirada. Primero poco a poco. Se va acrecentando y cada vez se ocupan más de las labores domésticas, los más jóvenes. Pero a su manera, sin aceptar las exigencias de las mujeres que quieran imponer. El cuidado de los hijos. Trabajos más intrascendentes, pero absolutamente necesarios. Los varones iremos dejando de hacer muchas cosas, abandonando las universidades, hartos de ese sistema de estudio, huyendo de muchos trabajos de ejecutivos, cansados de la obsesión que suponen y que nos roban la vida. Dejaremos los cargos políticos ante lo humillante que son. No querremos mandar, ni que nos manden. Y trabajar lo menos posible y divertirnos sanamente, pasear con nuestros hijos, estar en casa haciendo nuestras labores de escribir, limpiar, ordenar las habitaciones, hacer las camas, quedar con nuestras amistades para hablar.

Cada vez hay más varones que no entran en el juego del Poder, el que quieren muchas mujeres como afirmación del feminismo. Lo cual les honra y no es malo. Pero a los varones nos cansa colectivamente. Estamos de retirada. Queremos otro mundo. Algunos varones reaccionan con violencia, pero pocos. Se ven desplazados, traicionados por sus parejas al no ser lo que ellas quieren. Los demás poco a poco y silenciosamente se alejan de ese mundo que nos ha tenido presos. Ya algunas mujeres empiezan a quejarse de que ¡qué cara más dura! Cuando se instale la Renta Básica se dará un paso de gigante en este sentido. Ha sucedido como en la novela de Mark Twai, «Tom Sawyer», que cuando pintaba una vaya como castigo por una pillería lo hizo alegremente y sus amigos quisieron hacerlo y él les dejó el puesto para irse a divertir de verdad a otro lugar.

(Cuadro en blanco y negro de Magdaleno Luque. El de colores, un grafitis en el metro de Roma)

Se define el nuevo machismo como no hacer nada. Lo cual no es exactamente cierto, sino no tener puestos de responsabilidad a nivel laboral, de representatividad política, de dirección de empresa, ni estudios universitarios. En sus privilegios los varones se han visto humillados, explotados, vaciados de su tiempo y encima señalados y calificados de machistas en contra de la igualdad. Lo están, estamos, dejando y que lo ocupen ellas. Pero no porque lo dejemos, sino porque lo conquistan. Y a los varones nos da lo mismo. La brecha salarial se invertirá y ganaremos menos o subsidios penosos para los hombres.

Y efectivamente, aun superando en número a los hombres en todos los puestos de la vida social habrán logrado la igualdad, porque en las tertulias de televisión en las que son mujeres no han cambiado nada, igual que antes los varones en cuanto a manipular, falsear y aburrir. Tampoco hacen mejores propuestas políticas como mujeres. Y lo mismo en demás situaciones de Poder o de compromiso. Lo cual es un síntoma claro de igualdad.

En no más de una década este modelo de participación de la mujer casi total se habrá logrado y habrá que felicitar a las mujeres en general y admirar a quienes han luchado por ello, desde hace muchos años. Su nueva reclamación será la de mantener este modelo, que podría llamarse matriarcal, lo cual exigirá mantener el feminismo como ideología.

Pero surgirá una nueva visión entre algunas mujeres, una nueva razón de lucha para las nuevas feministas, que consistirá en querer la igualdad, otra vez, con los hombres. Y habrán de luchar contra el neomachismo y surgirá como razón social un nuevo paradigma, escapando del fanatismo de ciertos sectores que extrapolaron el feminismo “clásico”. El neofeminismo reivindicará que la hembra ocupe su puesto en el hogar. Trabajar menos o dedicarse a pasear como los varones del neomachismo, a visitar museos, dedicarse a cuidar de los hijos, irlos a buscar al colegio sin tener que explotar a otras mujeres que trabajen para ellas en las guarderías. Porque los varones llevarán a sus hijos y a sus amigos al parque. Las nuevas mujeres querrán aprender, ir a tertulias y no dedicarse a memorizar los exámenes. Lanzarán proclamas de “¡queremos vivir!”, en el sentido de existir plácidamente. Y no dirigir tanto Consejo de Administración, ni la ONU, ni el Parlamento Europeo o el Fondo Monetario Internacional, ni ser las jefas del Estado, ni gestionar bancos o ser directivas de los club de fútbol. Querrán dar patadas al balón en los parques, con sus vecinos y vecinas. Sentarse en las plazas para contemplar el volar de las palomas. ir sin prisas al cine. Correr detrás de sus hijos y de otros niños, como hacemos ya muchos varones. Las nuevas tecnologías nos darán tiempo para todo ello o lo volveremos a perder si dedicamos este logro de la Humanidad al Poder. Y los hombres ya estamos cansados. Hartos y encima «ofendidos y humillados».

Es la futura revolución, cuando la anterior se complete y llegue a su fin. Quizá de esta manera el modelo de Poder se disuelva o se ejerza con algún algoritmo. Pero hasta que esto llegue nos llamarán vagos, irresponsables que no queremos mandar, o sea no tomar decisiones de calado, o no llevar al niño al médico en cuanto tosa, que no queremos estudiar, porque nos gusta el saber de la lectura y viajar sin tener que ir en avión ni a una oficina lejana. Nos culparán de incultos porque el arte cotizado estará en sus manos, serán las escritoras, las artistas en general, las directoras de orquestas, pero a los varones nos gustará hablar, charlar y no estar obsesionados para que nos valoren.

Cuadro de Paloma Urquijo

Sin vanidad, sin ambición, cada varón tendrá sus problemas, sus asuntillos y habrá que esperar al futuro del futuro para saber adónde irá a parar el nuevo papel masculino en el mundo y cuando las mujeres se harten de todo lo que han conquistado querrán ser como los varones, pedirán igualmente la igualdad de género, la paridad en el quehacer del no hacer y en este nuevo proceso los varones ya estarán, estaremos si llegamos, caminando a otros derroteros hoy inimaginables.

Ya lo dijo Horkheimer:“Quien va rezagada en la Historia nunca la podrá alcanzar.”

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2 comentarios en “Neofeminismo, neomachismo

  1. Solo conocí dos mujeres que se casaron con hombres que ganaban menos que ellas, porque significa bajar de rango social. El orgullo y la vanidad no es solo de hombres, y las feministas son muy machistas, el varón se ha convertido en el saco de los deberes y las reclamaciones.

    A las feministas las han tomado por la palabra los trans. Lidia Falcón lleva razón, pero era de las primeras en estigmatizar la protestas de los hombres separados cuando reclamaban que se cumplieran las sentencias con respecto a la custodia e incluso las visitas que le imponían los tribunales, también dominado por feministas, y peor los juristas que las juristas para hacerse perdonar su condición de varón. No digamos de las falsas denuncias demostradas después de pasar por la cárcel, a cuyas autoras no les hacían nada.

    Durante años fuimos el único país del mundo donde no hubo hombres asesinados por mujeres, el promedio es de entre 30 y 40. Tuvieron que llamarles la atención en la ONU.

    Quieren pruebas especiales para mujeres en el cuerpo de policías y bomberos, y se las conceden, como si el fuego o los delincuentes actuaran de diferente manera si es una mujer.

    Ahora los trans les han tomado la delantera y les quitan subvenciones. Ahí está el drama:

    https://esradio.libertaddigital.com/fonoteca/2021-02-03/entrevista-a-la-presidenta-del-partido-feminista-de-espana-6705224.html

    Qué decir de la paridad en la enseñanza, donde el 80% de los docentes son mujeres.

    https://www.qwant.com/?q=colegio+ni%C3%B1os+con+falda&client=ext-firefox-sb

    https://www.burbuja.info/inmobiliaria/threads/un-plan-de-prevencion-contra-la-feminizacion-china-quiere-que-sus-jovenes-sean-mas-masculinos.1505353/#

  2. Lúcida reflexión, a decir verdad. En efecto, vengo notando en mis compañeras de departamento (todas mujeres a excepción de un servidor, en clara referencia al matriarcado) un singular empeño por demostrar lo eficientes y trabajadoras que son. Siempre que coincido con alguna en el despacho durante alguna hora libre, las veo atareadas como hormiguitas, sin perder un solo minuto en la lectura de un periódico o de un libro, mientras yo me dedico, como esta mañana por ejemplo, a cosas tales como escribir un artículo en Facebook. Dentro de tres años espero jubilarme y convertirme en un ciudadano productivo de verdad, después de tres décadas ejerciendo a la vez de domador y de tigre. He llegado a la conclusión de que , después de todo,el paisaje es el mismo a uno y otro lado del aro.

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