ECONOLOGÍA

Nada hay más intrínsecamente unido como son la ECOnomía y la ECOlogía. El saber de la “casa” (oikos) y las normas de la mismas. Sin embargo se plantean cuestiones medioambientales que son mentiras, falsedades de diseño que propagan personas sin escrúpulos, bajo su sueldo correspondiente, disfrazadas de ecologistas y al amparo de las instituciones.

Es una vergüenza. Y para que no se les pille, lanzan el tema a esas agendas indemostrables, como la Agenda 2030. Nada se cumplió del Protocolo de Kyoto (1997), ni del de París (2015). ¿Qué nos hace pensar que se cumplirá todo lo demás que venga? Es propaganda sin más.

Sobornados con cargos públicos, tanto ecologistas como personas comprometidas se olvidaron de lo que empezaron a defender al calor de un sueldillo, de esos que hacen decir que hay que cambiar las cosas desde dentro. Se dedican a pregonar las bondades para proteger la Naturaleza, medidas contra el cambio climático, siendo una falacia todo lo que cuentan. Y no les importa. Se ha llegado a tal cinismo, siendo a ellos a los que enfocan los medios de comunicación que les hacen aparentar ser expertos.

Todo lo que dicen y propagan es una construcción mediática que carece de sentido, porque no es posible abordar una acción real sin aplicar la Renta Básica, algo que se ha demostrado por activa y por pasiva. Y lo ocultan, hasta se ha creado un partido por el cambio, que nada ha cambiado, para ocultarlo, cuando fue su razón de ser inicial. El problema es que no han podido hacer que se deje el tema a un lado y late en el movimiento social como eje angular, de ahí la censura, de ahí los plazos alargados, como la sombra del ciprés.

“Qué largo me lo fiais”, sinvergüenzas. Y lo digo con todas las letras porque saben que es así y han tratado de eliminar de la información a quienes mantienen el sentido común entre la ECOnomía y la ECOlogía. Les han cerrado todas las puertas. Pero continúan golpeando, porque al ser posible y ser algo necesario se va a implantar. Por eso todo lo que se retrase es dolor para mucha gente, daños irreparables ante los cuales lloran como plañideras profesionales pagadas para tal fin con sus lágrimas de cocodrilos. O con la erudición de economistas charlatanes que cambian sus sillones por los focos televisivos.

Protesta en los balcones durante el estado de alarma por la pandemia.

La causa del deterioro medioambiental viene de los intereses económicos como único afán. Por eso cambiar los coches de gasolina por los eléctricos, por ejemplo, no servirá de mucho si se mantienen las mismas políticas económicas, y más las políticas de empleo que han arruinado a los estados. La tecnología puede ser una alianza, pero también una amenaza si no nos adaptamos al nuevo mundo de la robótica, a la globalización y al desarrollo sostenible, no hay nada que hacer sino el paripé.

Los economistas al uso, y los televisivos con especial ahínco, exactamente igual. Repiten fórmulas atrasadas, que no sirven, pero que avalan con sus títulos que no responden a un conocimiento real de la realidad, sino a un lenguaje universitario que nada resuelve. Incluso han ejercido la censura en universidades como la Facultad de Ciencias Económicas de León con el decanato a la cabeza para censurar información al respecto, y evitar cualquier debate.

Y esto tiene un sentido, que es mantener la economía de la corrupción, a la par de una economía financiera muy por encima y determinante de la economía productiva. Los casos que salen denunciados ante la ley son una cortina de humo, la punta del iceberg que se usa para mantener oculto el proceso establecido desde los años 90, que consiste en trasvasar dinero público a empresas privadas, por ende a sus beneficios. A quienes lo señalan les callan. Hablan de la Renta Básica con desdén, definiéndola sobre la base de tonterías maniqueas, o “sí, pero no”, o la deforman. O falsifican y crean, como ha hecho el gobierno y su patafísica (cortaziana) del cambio, el Ingreso Mínimo Vital, que es una estafa que nada resuelve, sino que agrava más la pobreza y la exclusión.

No hace falta esperar para dentro de no se sabe cuántos años, u otros plazos imaginarios para la publicidad de los gobiernos de turno, mientras que nos engulle la destrucción de la economía y de la naturaleza. Precisamente porque en el ecologismo los fines y los medios van unidos. Usar la bicicleta como trasporte es un medio de transformación, y al mismo tiempo un fin: que se circule sin contaminar. A modo de ejemplo.

Mientras se trata de seguir creando empleo al precio que sea, o que se engañe diciendo que poner placas solares va a generar mucho trabajo, como si en cada una se pusiera un conserje, la farsa continua. No puede haber desarrollo sostenible sin una economía sostenible. Y ésta no puede existir sin aplicar la Renta Básica en los países desarrollados tecnológica e industrialmente, así como aplicar políticas de progreso en los más pobres hasta que se pueda establecer la Renta Básica. Lo cual define y específica el crecimiento económico, más allá de ser una entelequia en las teorías económicas al uso que son incapaces de responder hasta cuándo, dando lugar a crueles y devastadores ciclos en forma de crisis o guerras.

Hace falta aplicar la Renta Básica como eje para una nueva política medioambiental, porque es lo que une y enlaza en un nuevo engranaje social la ECOnomía y la ECOlogía. Lo demás son estelas de la corrupción vestidas de seda.

Porque con la Renta Básica se logra el equilibrio que precisa una economía que trata de repartir bienes abundantes, excedentarios, gracias a las nuevas tecnologías aplicadas en todos los campos de la producción y un mercado global. Lo cual es otro escenario, en el que ya estamos, pero con actores / sujetos de la economía anacrónicos. Crear empleo dejará de ser un fin a toda costa. Especialmente evitará la destrucción medioambiental por culpa de una economía depredadora de otros pueblos y del medio ambiente. De la cual se hace también un negocio, como también de la mentira, contratada y disfrazada con dinero público.

Cerca del abismo anunciado por los científicos, podemos gritar, echar las culpas unos a otros, que si el capitalismo, que si los otros, que si tal o que si cual, o aplicar el sentido común y lograr un cambio de sentido para el que bastaría simplemente no se cómplices de las farsas como el de la agenda 2030 y otras colaterales. Porque, además, sería la cuarta agenda y estamos como estamos.

Empecemos a pensar de manera integradora y hablemos de ECONOLOGÍA. Lo demás es lenguaje vacío, o mejor decir: vaciado. Por cierto, el mundo rural vaciado, únicamente podrá volver a revivir cuando se aplique la Renta Básica.

Salud y ecología / la mejor economía.

2 comentarios en “ECONOLOGÍA

  1. Todo es un espejismo y nunca sabremos o algunos nunca sabremos la verdad que refleja la imagen.

    El rural vaciado se llenará cuando se les dé la oportunidad a los inmigrantes de ocuparlos. Ellos desarrollarán los negocios adecuados a cada etnia. Sin subsidios, por supuesto. Como siempre sus artículos aclaran lo que se toma por cierto.

  2. Hola, Ramiro:

    Habrá renta básica, pero no os hagáis ilusiones. Imaginaos que esa renta la ponen en trescientos euros mes: podrás comer y poco más.

    Pronto no habrá liquidez para pagar pensiones y funcionarios. Creo que empezarán quitando las pagas extra.

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