Desde joven me pregunté cómo pudo ser posible que, aunque fuera en la Edad Media, se creyeran cosas inverosímiles, absurdas, pero que dieron lugar a guerras y a una manera de entender la vida, más allá de lo personal, como es la existencia de ángeles, diablos o los íncubos y súcubos lo que dio lugar a construir iglesias en lugares donde se “vio” aparecer a la Virgen María, o custodiar reliquias, que luego la misma iglesia demostró que eran falsificaciones, pero que fueron objeto de fe, devoción y disputas. Como creencia personal es loable, pero como conducta social hasta santa Teresa de Jesús lo cuestiona.
Continúa leyendo Reflexión de un disidente I: Ahora entiendo la irracionalidad en la Historia