.
.
La noche se viste de blanco,
telas orladas de amapolas blancas.
Aullidos desnudan la aurora
y la sinrazón se hace eco.
.
De luz firmamentos bordan el alba.
Resuenan corazones y burlas
cuando los párpados caen.
Sucumbe el telón de la piedad
para que actúen los magos.
.
Hay una cueva de estrellas,
un lago de vuelos,
olas de sueños
donde las perseidas navegan.
.
El cráter de la vida se abre
y se estremecen los ruiseñores
mientras que vuelan las golondrinas.
.
El amor respira conciertos
de primavera,
florecen pensiles
y flota el verso.
.
Los ojos planean sobre el recuerdo.
Se marchan las amapolas
sin dejar el rastro.
Huellas de ayer y hoy,
huellas invisibles
de mañanas inciertas.
*
*

Para convertir el miedo
en surcos de silencio.
Las manadas siguen moviéndose
con la tarantela
en lugares inciertos,
inhóspitos a la conciencia.
La oscuridad se hace madre
sin conquistas ni conquibus.
Los chupacirios andan
y regatean la virtud
a las puertas entreabiertas.
Los rayos del Olimpo
fulminan las fratrías,
los jismeros inmaduros gambetean
e inhalan aromas de amaranto.
Se dibujan las caricias
entre soberbia y codicia.
Ya no se clavan estacas,
pero los corazones se incrustan
en almas que vuelan al raso.
La belleza del momento
recoge partituras
de alimento al fuego,
ave del tiempo,
para escapar al más allá.
Más allá de la nada.
*
*
No lloréis en el lamento de la sepultura,
ni finjamos unidos lo que ignoramos
fuera de lo terrenal.
Bailemos en la dimensión poética,
al son de la muerte
y que las sonrisas se lancen al Averno,
porque apagaremos el fuego y la luz.
Ya no valen para nada los catervarios
en un mundo de metal y frío.
.
La aljaba está vacía,
mientras, las manos de Arjuna
sangran y Eva ha desnudado
la caspia para sembrar
nuevos paraísos,
celestes y terrenales.
Marcianos y calaveras
atraviesan la imagen del confort,
algaba de farolas y rascacielos,
montones de basura y cibernética.
.
Suena misericorde
la campana del Apocalipsis
en los templos hueros,
sin columnas ni bóvedas.
La caída está cerca,
pero el levantamiento
del alma tiene un precio:
amar y amar,
libertad y libertad
y si no que todo siga como está.
.
Los mortales tienen un lugar en el olvido
y los creyentes adoran espejismos rotos
Flotan jinetes y fantasmas,
naves voladoras y mitos gamados.
Es la verbena del caranganal.
Y si no hay amor y libertad
¡venga entonces la poesía!
para dibujar quimeras
y escribir palabras que lloren versos.
Ha nacido un niño en el hospital,
un nuevo llanto se suma
¡a la verbena y al verbo!
*
*
Mi poesía no se rinde.
¡No se rinde!
No dejaré que la devoren
los chacales del destino,
ni que sea humillada
con desprecios de cartón.
.
Salvaré mis rimas de los titiriteros de estrofas
y, aunque llueve cada vez que gotea el alma,
en palabras esculpo letras sin sentido.
Seguiré arrancando metáforas al aire
para poner herraduras al Cosmos,
porque el camino es largo
y las huellas de nadie.
Van a las puertas del infinito.
.
¡No dejaré que mis palabras se entierren!
¡ni que se apolillen!
y defenderé la sinrazón de seguir escondido
entre silencios de porcelana,
entre renglón y renglón,
entre la aurora y el día,
entre la ola y la barca.
.
Entre el recuerdo y el sueño: un amor.
Entre el olvido y el sol: una pausa.
El incienso de poemas rotos
huele a muerto.
Descanse en paz la libertad.
*
*
He preguntado por Dios
y me ha respondido la pradera
llena de cruces y espadas.
En cada esquina un símbolo
y garabatos llenos
de explicaciones indigestas.
Los locos de Dios están vacíos,
de sí mismos y de los demás.
¡Oh! ¡Esclavos de mensajes divinos
y de dioses que escupen sangre!
¡Dios!
¿qué pasa? ¿Abracalabra?
Los adoradores de templos
se someten a su miseria mundana
y gritan palabras huecas que retumban.
Sus doctrinas espurrean los cerebros de laberinto
porque no ven a Dios mas que en batallas fugaces,
estalla en ellas la hondura
que se cubre con banderas intrascendentes.
No creen en el más allá del más allá,
porque sólo miran a los muros
que crecen frente a sus ojos,
ciegos de ideas y amor.
Hay locos del silencio
que lloran las imposturas,
ríen y lloran,
pero las almas de hierro
con sus manos de pistola
tampoco ven: son despiadadas.
¡Gritan y asesinan!
no crean mundos universales
sino espejismo que verberan.
El fanatismo destruye la vida
y lo que queda del alma.
El dinero también.
*
*
He aspirado a lo más alto
y llegando al cielo de las risas ebrias
me encuentro en los rincones de la nada,
donde el arte y la vida se cruzan.
He construido un castillo de aire
que se ha llenado de piedras del camino
y de plumas de cisnes que vuelan
y de aliento que respiran
los labios de una rosa blanca.
.
Cae el lamento al alma
y forma ondas expansivas
que se hacen versos,
entre tanto las palabras se derriten.
¡La sangre del alma se llama «poesía»!
Transcurre entre los apriscos de sueños.
*
*
Del barro y la azuela ha surgido la forma
y del aire con plumas las luces que vuelan.
Ya no cantan las cigarras,
no trisa la golondrina
ni crotoran las cigüeñas
del campanario.
Ya no baila la avutarda.
.
Son las doce en el reloj de la noche
y las once y las diez,
de la mañana y de la noche,
porque el tiempo se ha parado
en las páginas de lo sacramental.
El símbolo se transforma en máscara,
las oraciones son fumata blanca
de incendios de alma.
.
«¡Socorro!» gritan las neuronas ateas
y calladamente viene una nube densa
de pasiones e incertidumbres.
Advierte y profetiza la auruspicina.
Otra vez los brazos de lanza amenazan.
Otra vez hay que mentir
para que sobrevivan los Estados.
.
Una bomba no vale más de cien vidas
y mueren millones de seres al estallar el hambre.
Brota la desolación y las «armas en pena».
Acechan al barro íntimo del ser Hombre.
Se abren las puertas de un nuevo Edén,
pero caen las miradas que se dirigen al cielo.
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¡Cuidado mi ruiseñor!
que fuera del aire las balas se cruzan
y unas con otras tejen la historia,
sin dejar que las redes atrapen la aurora.
*
*

¡Y la luz!
para que florezcan anocheceres blancos.
Y llantos para cantar «penas en gloria».
Se han caído los pétalos de las azucenas
en el viento de Abril.
Las aguas del corazón arrastran pesadillas
y laten recuerdos de sobremesas de estío.
Un silencio de cristal se rompe,
el tiempo da vueltas sobre sí mismo.
*
*
Huellas del viento me llaman
y sangran lágrimas las mariposas.
El corazón se hace eco de las catacumbas
porque las cruces desfilan
entre claves secretas y huecas.
La vaciedad del ser se hace leyenda
entre «el ser y la nada»
y «el tiempo y el ser» .
Y nace de nuevo la Historia
abriéndose paso entre el estiércol.
Las flores huelen a chamusquina,
a balas y tratados de paz.
La catinga forma nubes
que se alimentan de inmolaciones.
Se fabrican Apocalipsis de plástico y cartón,
se venden salvaciones extraterrestres,
pero el hambre, pertinaz, gime
en gestos y arrugas
aplastadas por las botas que bailan,
por las voces que murmuran
y, sin embargo, hay esperanza.
Esperanza para vivir y ser uno mismo.
Esperanza para escribir aromas y versos,
porque un niño se columpia en el parque
y se ríe cuando un señor le saca la lengua,
y llora cuando se cae.
Vale la pena mirar, aunque sea al tendido,
sin intermediarios ni negocios interpuestos
que hacen de la palabra exégesis a su antojo.
Las cuchillas se afilan y las plumas blanden.
La Mahabarata es siempre la misma,
sea el Corán, o en los Vedas, Cábala o Biblia,
razón o ciencia, Wittgenstein o Kierkegaard.
parnasos y edenes se dibujan en las dioramas
y la otra cara es la realidad:
la misma imagen,
el mismo amor que se repite
en las hoyadas de la vida,
desde el amor de Menelao
al de Forrest Gump.
*
*
Vencerán los versos
en las noches de amor,
y palomas mensajeras
llevarán sonrisas al corazón.
No dejaremos que arrastren la conciencia
ni que entierren al espíritu rebelde.
Siempre hay caminos que volar
con luces, con libertad.
La garrocha no puede
ensangrentar a las palabras
y sin embargo con la voz
se erosionan las mentiras,
pero también las verdades.
Y se escarmienta a los locos con el desprecio.
Vamos, amigo, a ser sinceros
para desnudar al Verbo y sentir la vida.
*
*
Estocadas y puyas
atormentan la cabeza
y dañan al cielo.
Las letras dan vueltas
y los objetos se aplanan
mientras que el cerebro
quiere estallar.
Martillos invisibles golpean
para dar forma y volumen al dolor.
Las espadas atraviesan el grito,
los ojos empujan el cráneo.
Dolor, dolor.
¡Dolor! y dolor.
*
*
Peregrinos de libertad
sombras son de primaveras inquietas
en las que hay flores que vuelan.
Vagan las nubes
de las lluvias de colores por caer
y los cielos se surcan
mientras que se desertizan los versos.
.
¡Hogueras de estrofas que no se publican!
La nieve se derrite
en los rincones del alma.
Suenan los cascajos,
los arlequines ríen y lloran
al mismo tiempo que la polvareda se hace humo.
.
Los secadales se abren
en las manos rotas del labrador
que, soledoso, busca raíces de plata
y encuentra sopas, vino y pan.
Al otro lado de la cratícula
cabalgan los señoritos
que siguen el rastro del Grial.
.
Las anagramas esotéricas construyen gavias
y cruces gamadas y engalanadas.
Las hoces y los martillos se han fundido,
pero queda la esperanza de no volver.
Y vivir, siempre vivir.
¡Pûtot la vie!
Vivir y vivir,
como lo hace el recuerdo
roto del chamán.
.
Han traído las razones y las noticias
aquellos que soñaron con saber,
cuando la locura se llevó el sentimiento.
Queda la tángana entre matorrales de llamas.
.
Los tambores de guerra suenan en la lejanía
porque la paz está cerca del cielo
y allí se juntan las miradas vagabundas
cuando los besos disparan caricias y amores.
*
*
He llorado tu nombre
¡tu nombre!
Pérgola de lágrimas y pétalos
capaces de guardar amores,
eternidades perdidas
y promesas pasajeras.
He llorado tu nombre
y he cantado solo
¡con mi guitarra!
.
Con mi perro provago el sendero
y he querido sentir la dicha imposible
¡imposible!
Pero volveré a empezar
y un ramo de viento
¡de viento!
llevaré a tu alcoba
otra vez.
¡Otra vez!
Para llorar a tus pies
y sonreír juntos
mirando a las estrellas.
*
*
Quedó lejos la algarada
al caer silencio y hervir la noche.
Pintan conceptos los taumaturgos
para dar sentido a la alquimia
en tanto que el corueta
se transforma en funcionario.
Nietzsche se cegó por culpa de Selene,
quiso usar la razón para leer los Vedas.
La ciencia embaluma los estantes,
forja arcángeles que dan forma al vacío.
Mientras, la tierra se mueve
¡gira sobre sí misma!
Danza alrededor del sol,
dialoga enloquecida con los astrólogos
que recomiendan los contornos de la creencia.
Los puños han dejado de gritar
y la sandez se hace razón de Estado
porque las revoluciones han terminado.
Las utopías se han convertido en zurretas
y las risas estremecen las conciencias.
Se ha devaluado el pensamiento,
queda la expresión, no más,
perdida a los cuatro vientos.
¡Si volviera Antonin Artaud!
gritaría ¡gritaría y gritaría!
más allá del escenario,
donde se disecan los sueños.
*
*
Arragadas las palabras en la mente
espigajos son de verdades sin principios.
Atisbos de utopías resecas
estremecen el corazón de los rapsodas.
La ciencia no necesita cánticos
porque las fórmulas explican todo.
Los negocios funcionan
y hacen del verbo comercio terrenal.
El predicado se hace carne y dinero
y el papel en blanco no vale nada.
Los colores del arco iris se apagan.
A la vez en los libros escurre tinta
que los bólidos del arte desparraman.
La noche está llena de manillas,
los silencios fúnebres se clavan en el aire.
Escribir vale una luna
y, sin embargo, es la vida de un alma
que late entre sollozos
para buscar el arco de Robin Hood.
Aunque se han quemado las leyendas del bosque
vale la pena volver a intentar ser libre,
aunque sea luchando contra la comodidad.
Palabras ¡algaradas son contra el silencio!
*
*
¿Cómo escribir sin auroras
y contar la alegría del abrazo amigo,
si lo que vive se explaya
al mismo tiempo que recorre
la piel de la vida?
Pero cuando beben los poros,
entonces, hay poesía
en la oscuridad del amor,
y sangre en los sueños que flotan
y danzan entre los dedos
para acariciar el sentir de los versos.

de un paraíso racional y sincero,
porque en la poesía se piensa,
más de lo que cree
y deduce la lógica.
La premisa se siente
cuando es la intuición que brota
entre el saber y la rima,
de la metáfora sin norte.
*
*
He dejado un poema escrito en el aire.
He lanzado mi aliento para respirar amores
y recorrer unos pasos invisibles.
Quiero seguir la estela de la nada,
de belleza sin par que una vez pasó.
Recorro caminos que desvanecieron
porque esa imagen no existe,
es otra realidad.
Respiro metáforas imperfectas
en las que mi alma navega
y en ellas bailan las sirenas.
¡Si volviera a nacer sería aire!
aire y viento, y brisa y huracanes.
Me abrazaría a «Ella» convertido en eternidad,
porque su belleza está incrustada en el aire,
sus pasos, que respiro, sellan la inmortalidad
y sus gestos, y su mirada,
y su oreja perfectamente modelada,
y sus cabellos de cascada,
y su nariz esculpida,
y sus hombros tan bonitos,
y sus andares de reina,
y su boquita galamera,
y su rostro de pizpita,
y sus manitas de ala
¡y sus gestos!
¡y sus miradas!
¡0h! ¡oh! son auroras
de luces sempiternas.
*
*
Arambeles que cuelgan de los sueños
construyen la verania de la noche.
¡Nocturnidad y alevosía para luchar!
que no queda tiempo para cabalgar.
Nos persiguen los cuatro jinetes
con el nimbo roto
y coronan sus rostros tapados.
Los catoptromantes miran asustados
al descubrirse a sí mismos
y mercerizan los pensamientos
con que tejen aristas
de cristal y azufre
en jaulas de cartón y fe.
Las hogueras hacen símbolos
y los símbolos fuego
y el fuego teatro
y el teatro realidad
y lo real simulacro
y luego sangre
y luego nada
y luego se olvida
y luego…
luego plus ultra.
Duermen los sueños.
*
*
Se deforman los conceptos
y las creencias emergen.
¡Preocupantemente!
Pensar es un vafo
que busca el cielo
porque la luz mira al horizonte
y los astros se engalanan
con jocalias y esmeraldas.
La luna monta sobre el alcaraván
y se viste con un cambray
en el que se pintan amores
¡amores sin sabores!
La negrura está cerca,
junto a los nigromantes
y profetas de la Nueva Era.
Los hombres caminan despacio
pero dejan huellas
de norte a sur.
El espíritu se hace carne de cañón
y entonces aflora la camándula.
No hay razón que valga,
ni práctica ni pura,
ni idealismo ni pasión.
Sólo la ardentía de los mares
ilumina los corazones.
Volar no deja rastro,
por eso las aves emigran
y los hombres reptan la Historia,
de norte a sur,
de Oriente a Occidente.
La bruma de los mares está cerca.
*
*
Despegaron las pasiones terrenales
para llegar a palacios lúgubres
donde las cataratas se clavan en el tiempo,
al cual Heidegger desveló.
El tiempo no deja huellas tras de sí,
sino semblante
con heridas y cicatrices,
arrugas y surcos,
arroyuelos y diamantes.
Cada segundo es un alacrán
y la vida se engulle a sí misma
para vivir y vivir,
sin tiempo.
Kant insiste en que nosotros le creamos
y luego lo creemos.
Un laberinto de neuronas y sinapsis
hace del recuerdo una favila
y de los sueños cíngaros.
La seroja tapa las huellas
y no deja ver las garambainas
ni las volteretas mortales
que se dan sobre acueductos
de plástico y fibra.
Las prisas gulusmean la existencia,
pero los curanderos de los anuncios
y los armarios de sensaciones compradas
ofrecen nepente para que el frío se borre
y se hagan oraciones de tragafees.
Todo se pierde en distancias abismales
y nunca se llega a la guájara
porque hay que amasar la vida,
heñir el tiempo
sin dejar huellas,
y ver que fermente la conciencia
para comer el pan de ser
y beber vino del Ser.
*
*
He seguido las huellas del amor,
he buscado mis huellas en el mar
y encuentro una dirección sin norte,
una brújula cuyo indicador da vueltas
y un verso, de norte a sur, que desvaría:
S
e
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h
a
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z
a
f
a
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o
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l
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d
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m
e
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s
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o
n
a
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de la evolución y el arte.
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Basada en una obra en ramiropinto.es.