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Año 1984
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Cuando mi vecino en Madrid, Daniel, practicante de Tai Chi, me regaló un libro de poemas japoneses, «Un puñado de arena”, de Takuboku, me encontraba terminando un libro de poesías cuyo estilo es muy diferente. Las formas de expresión de mis poemas son largas. Busco metáforas, sonoridad que entran en resonancia con mis sentimientos.
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El libro de Tokuboku me resultó en un principio simple. Más de sensaciones inmediatas que de sentimientos. Luego he leído otros libros de haikus y tankas que no entendía, pero me llamó mucho la atención, de manera que pensé en ellos. Despertaron aquellos poemas cortos y directos en su forma , curiosidad. En aquella época en que leí estos libros practiqué Zen durante unos meses. Me interesé por el estudio de la filosofía oriental, algo ajeno a mi vida cotidiana, casi lo contrario. Volví a leer los poemas de Takuboku al cabo de un año. Decidió vivenciar aquella lectura y me propuse manifestar mis sentimientos y percepciones mundanas al estilo japonés, mediante una mezcla de tankas y haikus. Elegí la métrica 7 – 7 – 5 – 7, con rima libre.
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Gracias a esta experiencia entendí, de una menara intuitiva, la forma sencilla y llana de expresarse los orientales, que parece que más que decir algo hacen estallar nuevos conceptos y vivencias, sin dar vueltas sobre sus palabras ni alargar el lenguaje.
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Esta obra ha sido un reto para mí y una práctica que me ha enseñado el valor de lo pequeño, de la sencillez, y me he dado cuenta de lo exquisito que es flotar sobre los detalles.
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I
Como flota la nube
de algodón esculpida,
mi alma lloraba
en un mar de suspiros.
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II
La sombra reflejará
la luz que se apagaba
pintando el cielo
la oración que se apagó.
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III
La esquina de una mansión,
el rincón del comedor
me suena a mí
a una espina y a un dedal.
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IV
Las columnas del panteón,
el tallo de las flores,
las miradas son
de la tierra que se va.
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V
Una foto es un posar,
quieren parar momentos
que se escaparían
de allá, en nuestro recuerdo.
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VI
Si las palabras se van
llevadas por el viento
las mías no se irán.
Mis palabras son viento.
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VII
En otoño las hojas
se caen y en primavera
se abren las flores,
¿es del tiempo un latido?.
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VIII
La música me lleva
a un mar de auras sirenas,
¿dónde estarán
las sirenas en el mar?.
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IX
Manzanilla con anís,
bebida del deleite.
¿Qué hay para beber?.
¡Manzanillas con anís!.
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X
¿Cómo es posible, mi amor,
que no puedas darme amor
si ayer escondí
una estrella para ti?.
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XI
Mi amigo Daniel me dio
un buen libro d Japón.
Le quise imitar
y aquí están estos versos.
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XII
Sí, el mundo es inmenso
y sentir por el mundo
no cabe en mi alma.
Concentro omnia en un punto.
* (omnia = “todo”)
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XIII
Esperarte me hace ansiar
el momento de verte.
Te ansío con fuerza
si puedo esperar verte.
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XIV
Leo libros sin pararme,
escribo sin cesar.
¿Cuándo viviré?
… cuando no necesites.
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XV
El reloj marca la hora
y la hora la marca el sol.
¿Qué hora es por favor?,
allá arriba está el sol.
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XVI
Lo infinito en mí no entra
ni yo quedo dentro de él.
¿Qué puedo hacer?,
esperar que amanezca.
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XVII
Una tarde de lluvia
yo no sabía si salir,
pues me mojaría.
¡Qué bien ser regado así!.
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XVIII
Hoy he comido muy bien,
tenía hambre de comer bien.
¿Qué he comido hoy?:
gratis y en buena casa.
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XIX
Hacer poesía es bonito
embellece lo que veo.
¿Por qué no hacerla?.
Hagamos bellas poesías.
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XX
Mi fe camina en hilos
que van de tierra a cielo.
Creo a veces no creer
descubriendo mi fe en Dios.
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XXI
Estoy muy cansado
con ganas de descansar,
hoy he terminado,
mañana vuelvo a empezar.
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XXII
Tengo sueño y voy a dormir,
voy a dormir y voy a soñar.
¿Qué soñaré hoy aquí?.
mañana despertaré.
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XXIII
Una flor en el jardín,
es semilla en el alma,
luz del corazón.
¡Sembremos bellas flores!.
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XXIV
Un remolino en mi alma
que absorbe la vida mía.
¡Qué vértigo Dios!
voy a ahogarme de cielo.
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XXV
Te escribo una carta a ti
contándote mis cosas,
¿cuándo escribirás?.
Tengo ganas de leerte.
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XXVI
Voy a jugar como un niño,
me siento inocente así.
¿Cuándo creceré?.
Cuando juegue a ser niño.
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XXVII
Tras una gran tormenta
la primavera aflora.
¡Qué maravilla!.
Es bonito despertar.
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XXVIII
Escuchando los ruidos
en la ciudad ruidosa
quiero marcharme.
Empiezo a cantar. Canto.
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XXIX
Un árbol verde verde
en el jardín se eleva.
¡Ay!, qué verde árbol.
Seguiré viendo el árbol.
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XXX
La farola se esconde,
la farola se apaga
cuando llega el día.
De noche se encenderá.
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XXXI
Los momentos de angustia
son charcos del camino.
El rato alegre:
islas del mar.
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XXXII
Nubes que se interponen
entre la tierra y el cielo,
quizá lloverá,
pero entre ambos estoy yo.
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XXXIII
Lánguidos gestos se ven
en tu rostro asomados.
Melancólica,
tienes gestos poéticos.
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XXXIV
He salido hoy al balcón,
me he fijado en todo esto.
veo andar a un chaval.
Es importante andar, ¿no?.
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XXXV
El viento me llevará,
no se adónde me lleva,
vuelvo solo, así,
siendo viento… de viento.
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XXXVI
Circulo en bicicleta,
llego con puntualidad.
La bici es bella.
Es la lucha estética.
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XXXVII
Tengo buenas noticias,
se las contaré a ella.
Llama a la puerta,
otra buena noticia es.
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XXXVIII
Voy a una casa de campo,
enciendo la chimenea,
miro las llamas,
ya no quiero nada más.
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XXXIX
Cuando escribo te miento.
Cuando miento no escribo,
¿qué quiero decir?,
que no sé si miento.
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XL
Qué belleza hay en el niño,
qué hermosura su dulzura.
El niño nace;
seguir naciendo es vivir.
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XLI
La hoja está en la rama,
la mariposa en la hoja,
mi vista en ella,
mi destino en mi visión.
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XLII
Un libro se abre y cierra.
Un libro se escribe y lee.
Pues yo escribo y leo
libros que sólo se abran.
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XLIII
Es la rueda que rueda
una rueda redonda.
¿Cómo es la tierra?.
La Tierra es esférica.
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XLIV
El agua clara y azul
está en el mar y en el río.
El agua embriaga y
transparente hace al alma.
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XLV
Hoy he visto unos ojos,
me ha hablado una chica.
¡Qué día!, ¿quédía es hoy?.
El día de la tentación.
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XLVI
Dibujo con palabras
lo que no tiene clor.
¿Qué escribiré?.
Lo que sí tiene color.
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XLVII
Escancio el sueño real de hoy
en la vida náufraga.
Hoy me embriagaré,
la muerte es la resaca.
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XLVIII
He andado por caminos,
el camino tiene fin,
tiene principio.
La vida es caminar pues.
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XLIX
Horizontes lejanos
son un imán en el alma,
me atraen hacia ellos
y camino sin meta.
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L
Una paloma vuela
y un jilguero canta así:
pío, pío. ¡Qué hermoso!.
¡No cazar pajarillos!.
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LI
Dormir es paréntesis
del no dormir del ayer.
Quiero dormir.
Cierro los ojos. Duermo.
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LII
El sol derrite mi piel,
acaricia mis sentidos.
Sol de verano,
sol de calor, sol fuerte.
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LIII
Recorrer los caminos
es una forma de andar,
andar hacia sí
y recorrer los sueño.
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LIV
Luchar es una vida,
vivir es una lucha.
¿Hacia dónde van?.
Ese ir es luchar y vivir.
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LV
Llaman por teléfono,
sorpresas cotidianas.
Hola, ¿quién es?.
¡Qué bien, suena el rin, rin, rin!.
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LVI
El niño chupa el dedo,
su abuela le regaña,
el niño llora.
No es bueno tanto prohibir.
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LVII
Silbando recorro un río,
volando entre música
quiero naufragar
y a una sirena encontrar.
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LVIII
Escribiré el poema flor,
es un corto y bello poema.
¿Cómo se llama?.
Así: “Frutos del amor”.
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LIX
No viene, no viene, no,
a quien yo tanto esperé.
Sigo esperando.
¿Esperar le hará llegar?.
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LX
Busco la raíz del hombre.
¿Qué es el hombre en la vida?.
Gotas humanas.
Los hombres son la Historia.
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LXI
Me asomé a la ventana,
viendo sin ver lo que vi.
Cerré los ojos.
Seguía viendo lo que vi.
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LXII
Es un ramo de fuego
lo que te ofrecí ayer.
Al tú cogerlo
mi amor prendió tu corazón.
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LXIII
Silbando me entretengo,
paseando me divierto,
descanso a veces.
Vivir es sorprendente.
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LXIV
La esperanza es un color,
lis sueños un paisaje,
la vida un cuadro
y el hombre que ama un pintor.
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LXV
El amor es el cielo
donde vuelan las vidas.
Si no vuela,
¿para qué sirve el cielo?.
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LXVI
El tiempo es una semilla
que cuando me florece
es la eternidad.
¡Vivir es sembrar cauces!.
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LXVII
Momentos de silencio
son horas de acordarse,
llegado el alba
de aquella que vi una vez.
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LXVIII
Cuando la razón duerme
los nidos de pasión
incuban la fe.
Despierta en Dios la razón.
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LXIX
El camino es tan largo
como el primer paso a Dios
y fue tan corto
como el último abrazo.
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LXX
Hay dos sueños no reales:
sueños que no te acuerdas
y pesadillas.
Los demás según seas tú.
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LXXI
Tus manos fusionaban
mis manos derretidas
y tu mirada
atrapaba el alma mía.
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LXXII
Me atragantaban algo
tus palabras de cristal.
Tu sonrisa era
manantial de cariño.
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LXXIII
Descubrí la soledad
muy rodeado de gente.
Descubrí el amor
en la soledad tuya.
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LXXIV
De lejos te sentía aquí,
a mi lado distante.
¿Y ahora dónde?.
En la poesía que escribo.
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LXXV
La vida en una mujer
es el latido virgen
de la belleza.
La mkuerte su eternidad.
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LXXVI
Es atrapado el hombre
en la red del tiempo.
¿Cómo pararlo?.
Introduciendo el Amor.
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LXXVII
Embriagado de ausencia
se tambaleaba mi alma.
Tuve resaca,
cerré los ojos, y vi.
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LXXVIII
la muerte me persigue.
la vida huye deprisa.
Yo naufrago aquí
al perseguir a la vida.
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LXXIX
Escribir es mentira.
No escribir es mentira.
¿Qué es, pues, sincero?.
No lo sé. Yo no lo sé.
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LXXX
Oriente es sabia en Hombre.
Occidente es sabia en mundo.
¿Dónde está aquello?.
Se ha perdido con máquinas.
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LXXXI
Oriente envía corazón.
Occidente envía mente.
¿Qué llega al hombre?.
Todo fuera de lugar.
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LXXXII
Un día está formado por
años que han pasado ya.
Y un año ¿de qué?,
de días que no han pasado.
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LXXXIII
La puerta se abre y cierra,
el muro está perpetuo,
ni entro ni salgo.
Vida, adiós, muro y puerta.
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LXXXIV
La montaña es paisaje,
el paisaje es belleza,
yo camino en él.
Quien se busca es paisaje.
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LXXXV
Una gota de rocío.
Una gota de lluvia.
Ríos de ilusiones.
Un licor exquisito.
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LXXXVI
El silencio me habla.
Los gritos dejan sordo.
Me debo callar,
silenciosamente hablo.
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LXXXVII
La noche blanca asoma
y las rendijas se abren.
Ayer terminó.
Mañana ¡hay que pararla!.
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LXXXVIII
El tiempo es la cadena.
El tiempo no detiene
ni fuego ni agua.
El tiempo es una jaula.
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LXXXIX
La luz de la farola,
la louz del sol y la hoguera.
¿Y cándo veo ideas?.
Es luz que ilumina luz.
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XC
La luna, alma de la noche.
Luna blanca de noche
flota en el cielo.
Le miro y es un poco mía.
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XCI
El sueño me venció ayer,
despierto si vencerle a él.
¿Cuándo le venzo?.
Después de la siesta, ¿no?.
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XCII
El sonido de coches.
Mi bostezo sonoro.
Un rayo de luz.
Ésta es mi primera hora.
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XCIII
A falta de paisaje
me miro por dentro a mí.
¿Qué veo?… qué veo… ¿qué?.
A falta miro afuera.
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XCIV
El sentimiento hace a la
música en un pedazo
de alma, que vuela.
El alma es música en Dios.
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XCV
El bailar es esculpir,
dar forma a la música.
Cantar dar letra y
escuchar sabiduría.
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XCVI
El pintar es traducir
la realidad al arte
o el arte al sueño.
Cada cuadro es un gesto.
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XCVII
Soñar descubre el alma.
Escribir crea la vida,
siembra la vida
donde florece el soñar.
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XCVIII
Leer un poema es un sorbo
que bebe algún momento
de la vida escrita.
Cada vida es un gotear.
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XCIX
El alma se derrite
en gotas de licores
que embriagan mucho.
¡Ya no andaréis tan rectos!.
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C
Poemas elementales
son ladrillos de torres
construidas de aire.
¡Sin aire te asfixias!, ¡ay!.
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