.

Eres aire que respiro,

fuera y dentro,

palabras que llaman,

versos que huyen.

Arrancar  molinos

que se enfrenten a lo real

y matar tu recuerdo.

He visto el mejor de los sueños,

el rincón más profundo

lleno de odio y amor

conjugados en tu semblante.

Llanto y sonrisa

de conspiraciones infinitas

para amarte.

*

*

Las olas saltan al horizonte

sin que mueran en la orilla.

La vida llega a la muerte

cuando tu sueño despierta.

Aquello que busqué lo soñé

y sé que amo

lleno de canto y desencanto.

*

*

¿Es que no hay sangre, Dios?

que el miserable se ahoga

en el puchero vacío,

el rico en su sopa boba,

el cobarde en las barbas de Freud

y el valiente en mentiras y dioses?.

¿Es que no hay sangre, Dios?

que ya no escucho el latido de la vida,

que apenas siento lo «prójimo»

y ya me cansa tanta lucha

y las palabras cada vez pesan más.

¿Es que no hay sangre, Dios?

que los sueños no valen nada,

el llanto se pierde y la sonrisa naufraga.

El amor me duele, ¡me duele!

esperando un hijo sin saber el mañana.

¿Es que no hay sangre, Dios?

con la que regar las flores del Parnaso,

retar al destino y amar por amar.

… Dios, mi alma sangra.

¿Es que no hay más sangre para brindar?

*

*

La noche está goteando.

Se deshace con silencios,

gota a gota pasa el tiempo.

¡Gotas de media noche!

El silencio se llena,

cómplice de auroras olvidadas

que mueren

cuando gotea la noche.

Llueve oscuridad en el alma

y amanecen ojos con rocío.

Y la brisa se trastorna

y la oscuridad se derrama.

Los versos pendencieros

quedan ciegos

y oscuros esperan

cánticos de burbujas

a que llegue la luciérnaga.

Grito a la noche

y responde el eco.

Hago silencio y escucho

gotas de noche.

*

*

La poesía canta entre rejas y en jaulas,

la aurora se desencanta,

hundida, la sombra, en la ciénaga.

Fue bonito amar eternamente,

con locura terrenal

y lo fue también despertar

de lo eterno y la locura.

Dormir soñando el amor

con proyectos que tritura el tiempo.

Los paraísos marchitan

y la brisa se viste de espina.

La Zíngara ¡madre!

en las noches húngaras

asoma a los jardines encantados.

Los estanques con los patos sin volar

y las frases planeando en pergaminos

con poesías que adornan engaños,

cuando no volar es el precio

de tirar el alma.

*

*

Tantas ilusiones perdidas, ¡tantas!

que una más duele perderla.

aunque sea cada vez más despacio,

y marchiten las zaleas.

Crecen realidades

mientras que los sueños

y pasiones se apagan.

Un rescoldo recuerda lo que fueron

y dejan de ser. ¿Qué serán?

Duele no poder soñar

porque los sueños mueren

en lo que más se ama.

Haber sido rey de quimeras

es apostar por la vida y perder.

Ser poeta es luchar en la derrota,

renunciar a la batalla del día a día

y si volvieran los pétalos en flor

volverían, tal vez otra vez, a marchitar.

Pues bien ¡necesito volver a soñar!.

*

*

¡Qué bonita es la espuma!

simplemente porque es blanca entre las rocas.

¡Que bellos los apriscos!

porque están entre las olas.

¡Qué bonito es el viento!

por ser viento.

Si yo pudiera lanzarme

y volar en el aire,

como las olas del mar,

que vuelan porque son alma

y van al-mar.

Si yo pudiera estallar

como la espuma de las olas

y mi alma blanca

¡y que fuera blanca!

llenara todos los rincones

del acantilado.

Si yo pudiera sonreír,

como los rayos de luna

se reflejan en el mar,

entonces, y sólo entonces,

daría gracias a mi locura

por no ser cuerdo

y normal conmigo mismo.

*

*

Las olas van, las olas vienen,

los barcos bailan y mecen al son.

Las olas traen, las olas llevan,

alegrías y penas, sueños y vida.

Las olas salpican, las olas reflejan,

el agua del mar, el sol y la luna.

Las olas suben, las olas bajan:

¡el latido del corazón, el volar de las gaviotas!

Las olas emergen, las olas estallan,

silencios y gritos, dolor y placer.

Las olas susurran, las olas asustan,

naufragios y estelas, ¡orgasmos y llantos!

¡Las olas, las olas!

a solas con ellas,

las olas a solas,

las olas… las olas.

*

*

A Daira

.

Daga de aire,

daga del viento

la que rasga sin herir

y se clava sin sangrar.

Daga del aire,

daga de Eolo,

rizos de una gaviota que vuela,

con la mirada perdida

en el horizonte.

.

Daga de sol, daga de luna,

la que ni rompe ni hiere,

¡luz de la noche y el día!.

Daga dulce,

¡borbotones de amaneceres limpios!

anunciadora de  tardes caídas.

Hija de jinetes que cabalgan

en la vara del destino

clavada en los sueños.

.

Daga de vida, daga de amor

 desparramas el zumo celeste

fundido en las estrellas.

.

Daga del aire,

daga del viento,

voladora de los días y las noches,

amaneceres de sueños y encantos.

.

Daga de parto,

daga de amor.

*

*

¡Viento!

eres la pasión del mar

y yo lo sé.

¡Aire!

eres amor marinero

y yo lo sé.

Brisa

amante,

y yo lo sé.

Por eso respiro a vuestro ritmo

en el latir del oleaje.

Para sentir al mar de cerca,

y adentro

y ser su amante por un instante.

Para amar como voy a-mar

y sentir la pasión envenenada

de lo inmenso.

Lanzo mis besos al mar

y que los lleve el viento

como Ella los recuerdos,

arco iris de fuego y cristal.

Algún día llegaré,

cuando sea viento,

aire y brisa

y mis hijos sepan

que soy el mar sobre el que vuelo

y construyo el alma en su seno

para «almar» sin dejar de navegar.

*

*

Tiempo:

ladrón de la vida,

infame del alma,

bocanada de huracanes viscerales,

miserable seductor.

Mentira

y final de cualquier pasión.

Principio y acabose,

eterno mito sin piedad.

Corazón de los latidos,

brisa,

sonrisa de atardeceres rojos,

mirada de un niño.

Espera de esperanzas

desazón de mil respuestas,

erosión de verdades y templos,

laberinto de manos y amantes.

Cretino de muertes de cristal,

Tío-Vivo de relojes y tumbas,

sepultura de semillas y estrellas,

despertar de momentos.

Números borrachos de horas y segundos,

agujero de universos,

sonido, sensaciones, olores, imágenes.

Segundos,

uno, dos, ….

*

*

Yo sé que tus besos son maravillosos,

gotas de rocío y lluvia que se juntan,

rayos de sol rayos de luna,

párpados que se cierran y labios que se inundan.

Yo sé que tus besos son sinceros,

besos de amaneceres y versos,

lienzos de música de aire,

estrellas de mar y cielo.

Yo sé que tus besos son míos,

tiempo y distancia,

sangre del alma,

efervescencia de la vida.

Yo sé que tus besos son….

pasos, huellas, caminos,

sonrisa, sexo, pasión,

amor, son amor, tus besos son.

*

*

Cuando las gotas del Otoño se asoman a mi ventana

y la flor de la primavera aflora en mi corazón

los recuerdos transcurren de estación en estación,

en silencio del amanecer.

El susurro crepuscular

de los cielos rajados de luz,

olas lejanas a orillas del mar,

pasos que gritan en la noche

cada vez más fría y solitaria.

La oscuridad es el sol de poetas y durmientes,

de aquellas almas que se surcan a sí mismas.

La noche en su momento negro,

es pupila de inspiración

que cubre de blanco las rimas.

Amaneceres dormidos

esperan bocinas, humos, toldos,

puertas que se abren,

el eco de los niños en el parque,

los dramas ocultados y callados

y mientras tanto ¡no hay luna esta noche!

*

*

Otra vez volví a flotar,

otra vez,

navegando dentro de mí,

otra vez,

y entre sueños volando.

Otra vez, y otra vez imposible

la sonrisa, tu mirada, su inocencia,

otra vez,

en mis manos otra vez,

y otra vez me lo prohibo

¡y otra vez conseguirá el amor envenenarme!.

Y entre tanto vivir, y soñar

entre un duelo prohibido

y una existencia, otra vez, escondida,

otra vez.

Lanzo mis gritos al alma,

siento la libertad más dentro

y otra vez otra vez.

*

*

Canto

a las sirenas que no cantan.

Despierto en la noche

dormido entre sombras del alcaraván:

un adiós, un hasta siempre.

Todo huye en los entresueños,

entre suspiros y llantos.

Sólo queda volverlo a intentar.

Miedo y miedo,

porque los gorriones no pueden cantar

y el pulso de los corazones

retumba, retumba y barrunta.

Tambores que anuncian

ráfagas de silencio.

*

*

¿Qué fue de aquel sueño del ayer?

El momento se va

entre la nada y el todo,

entre tú y yo

olvidados de silencio,

queriendo querer lo inevitable

sin saber navegar en la aurora boreal.

Se fueron esos tiempos sin saber adonde.

Seguiremos escondiéndonos el uno del otro.

*

*

¿Cuánto tiempo ha pasado?.

Hace mucho que los pardales

no vienen al parque a vernos volar,

entre los sueños y besos

enredados por las ramas.

Ni siquiera vive el ayer

y el camino férreo de las vías del tren

fue nuestro destino trazado ya.

Apenas podemos medir el amor.

Pasa el tiempo y el amor también

mas esos trozos de amor eterno

que hemos trazado tú y yo,

esos … también.

*

*

A Electe

.

Ha muerto la paloma blanca

en su nido de espinas.

Se ha ido lejos

a su limbo sin esperanza.

Voló para recorrer un largo camino

al otro lado

y el otro lado tal vez le traicione.

Ya no puede volver

ni esperar,

simplemente los vivos seguiremos,

sin saber adónde ni por qué,

pero seguir es el lema,

mientras que vivamos.

*

*

Paredes ….

cerradas…….

….. en el mármol.

Las persianas están bajadas,

los cristales reflejan la luz de la alcoba.

Una grieta en el horizonte,

una lágrima es manantial de mil versos,

la sonrisa que destella de los labios.

Innominable,

delatora….

…en la noche.

En la plaza siguen danzando

al son de la media noche

tambores africanos en la torre del reloj

y el tiempo es mármol,

las paredes miel,

palabras que se abren

en la hora del rincón.

Un beso,

una quimera….

la escarcha lo cubre todo en la pradera.

*

*

Suenan las campanas de silencio,

suenan ya.

Redoblan los callares

y su eco azul grita

sobre la muchedumbre

feliz, feliz, feliz….

Ilusiones confusas y difusas

escondidas entre luces y regalos.

Los cánticos y villancicos se derriten

y desparraman sonrisas,

se congelan los banquetes,

la magia se rompe.

Alegría ¡algarabía!

la brújula da vueltas sin sentido,

pero hay que seguir

¡y seguir! dando vueltas en la noria.

El carnaval y la pasión se funden,

la liturgia cabalga sobre las almas

de próspera argamasa

que hacen estatuas con vida

y se asoman a balaustres de cristal.

Todos juntos en unión

celebran la conmemoración

¡ha nacido el Niño Dios!

en un pesebre con María y José

¡traen el amor al mundo!

qué bien, qué bien ¡que bien!

DIN DON, DIN DON,

suenan las campanas del silencio,

es Navidad.

*

*

Se han derrumbado el ocaso y la aurora,

hay que volver a empezar.

.

.

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