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Libro de poemas finalista con accésit del III Bienal del premio internacional de poesía «Eugenio Nora» del año 2004.  Se iba a publicar, pero aún no se ha cumplido con lo acordado.

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*

Respirar el aire.
Volar con la golondrina
y sentir el latido de la vida.
Palpita el cuerpo
que hace eco al aire.
Reverbera, refleja, refracta
el goteo de las cálidas tardes.

Un rincón a la sombra,
el recuerdo de un examen,
el zumbido de una mosca,
luego dos, y tres
y mil gaviotas cantan al oído.
Mientras, flotan por dentro
las nubes del alma.

¡Cascadas de alma!
como fuelle que aviva
la llama del presente
ausente.

Hay algo que es eterno,
mientras que dura.

*

«Adiós».
Fue el último verso
de un largo poema.
El reencuentro casual
con un beso fugaz
anduvo en la plaza
entre las palomas.

Otra vez adiós.
Y te dije que fue el viento
….el viento.
Sí ¡el viento! ….
Fue él.
Sí, el viento.
Y ahora,
otra vez en la plaza,
otra vez las palomas,
respiro viento
y me empuja al recuerdo.
Adiós, otra vez,
sin que nadie lo oiga.

Respirándote.

*

Escupir bocanadas de aire
ante el coraje de lo que está enfrente.
Sin sentido presto
la consumación hipócrita
de una imagen que me aborda.

Asfixiado,
sumergido en mentiras
para vivir sinceramente,
no puedo dejar de respirar un aire maldito
y tengo que escupir mi propio aliento,
y devorar el hálito que me rodea
para que salga tu nombre
y esculpir lenguaje
de tornillos gramaticales.

Sólo la belleza consuela al instinto.
Cansado miro al cielo
y una nube blanca,
muy blanca,
entre el azul difuminado.

*

Respiro el acantilado.
Émbolos flotantes
giran sobre el horizonte.
Una chispa,
humo.

Estallan olas de espuma
y se desplazan derretidas.
Se van y vuelven.

Emergencia,
elevación y forma.

Inspiración.

Y el acantilado
sube y baja.
Estallidos de momentos.

Explosión de gotas
que se funden
en la fragua de un horizonte
transporta todo al instante.

Y respiro.
¡Respiro acantilados
a la espera de volar!
y volar y volar
y, mientras tanto, flotar,
navegar en el recuerdo.

Un brillo salta
entre olas que devuelven la luz.
Los recuerdos vuelven.
Los sueños se van.
Espirar,inspirar,
latidos del aire
Espirar

*

Respirando zozobras
Naufragio.
La esquina,
una calle.

Tu respiración tan cerca,
y acojo tu aliento,
tu voz,
tu aroma.

Te esquivo
en tu mirada de lejos.

Respiro el aire,
eres aire
¡ahora eres aire!
¡aire!
¡Y te quiero tanto!
porque me hago aire,
aire de ti.

*

Hay ecos lejanos
que no pueden hablar
y retumban al olvido
de lugares angostos
cuando no pueden pasar.

Han sido las azucenas,
marchitas ellas,
las que desprenden aroma
de incienso
y praderas húmedas
cuando te fui a buscar.

Respirar fue mi latido,
la huida tu respuesta
y el encuentro
otra vez
a escondidas.

Ya no creemos en Khrisna
ni soñamos en volver a las praderas.
La vida cordial sigue girando,
como norias que dan vueltas oxidadas,
empujadas por el viento
sin tener ya función alguna.

Quedan los residuos,
las cenizas de una tarde
que esparcimos
para escribir cartas al aire,
y fueron eternas,
durante unas horas.

Todo se olvida.
El silencio es el eco del olvido.
Los sollozos se pierden.

Nuestras risas también.
¿Recuerdas cómo,
escondidos en el parque
escuchábamos nuestros latidos?
¿Recuerdas?
Cómo respiramos al unísono,
cómo mis manos se diluyeron en las tuyas.
¿Y cuándo me escondí en tu habitación
sin poder respirar?

Todo se olvida,
se pierde
y los versos son polvo
que ensucian el tiempo.

Aún recuerdo
cuando dejamos de lavarnos las manos
para mantener vivas nuestras caricias
y guardar los Elfos de donde estuvimos
y acaronar cada segundo entre los dos.

Todavía quedan estos versos
porque el tiempo
¡lo juro!
no matará mi alma.
Ni el tuyo,
que yo te daré de beber
… versos
que serán bersos
y versículos de nuestra pasión.
El silencio respira noche…

…sobre todo la noche.

Pero escribo
respirando el alba.

*

Escondido
sigo las huellas del tiempo,
sólo quedan pasos ahogados
y posos de atardeceres.

El tic-tac del reloj,
los libros
cada cual en su estante.
Busco la inspiración
para aspirar y espirar
hondamente
que quiero respirar poesía.

El aire se hace mar,
se infla y desinfla
en la inmensidad.

Más allá de los ojos cerrados
se ve un enlace irreal
entre el agua y el cielo.

Rodeado de espesura
gotas de apostura
dan forma a los astros.

La informática y telemática
abren las puertas del tiempo,
sólo las grietas del error
permiten derramar poesía,
metáforas engeñadas
y versos de polichinela.
¿A qué esperamos?.

*
La balada suave
del niño arrullado.
Como un pañuelo de seda
quedó asentado en el suelo.

Su piel rebulle,
se eleva y desciende
cual ribera de un acantilado.
Dormidito duerme al aire.
Su transparencia flota
a su alrededor
y el tiempo se detiene
arrullado con él.

Se desparraman los almanaques
y gotean días y el alba vuela
tal que el colibrí de la tarde.

Un susurro es la balada suave
del niño arrullado.

*

Cabalgo sobre el aire agitado
a la vera de una piel agitanada.
Se acelera el fuelle del placer.
Respiramos viento
en bocanadas
que tragan fuego.
El aliento absorbe
remolinos succionantes.
El frenesí atrapa la piel
en cuya mezcla
confluyen corrientes,
una atmósfera ardiente.
El aire es sudor,
se convierte en aroma
de cristales de beso.
Todo ese impregna
de suavidad y desliz,
emanan los flujos
de placeres que calan
lanzados en gemidos
sollozos y aullidos,
gritos de pasión,
estallan estelas,
jugos de fuego
¡borbotones de placer!

Vuelve la calma,
el silencio se hace eco.
El tiempo vibra.
La vida es una melodía:
cada momento una flor.

*

Respiro el olor de tu ausencia,
mil fragancias se mezclan.
Humo de incienso,
la humedad de los campos,
un perfume y un amor.

El sudor barniza los cuerpos,
tu aliento,
tus besos de olor a fresa,
el caramelo de boca en boca,
tus manos de barro,
el agua de la fuente,
el aroma del calor,
la noche y su olor a silencio.
Respirándote en el recuerdo.
Respirando el amor.
Respirando tu ausencia.

*
¿Qué son las olas más que el presente
que no existe y se va?
y viene,
y se va,
y vuelve,
y no existe.

La noche respira el alba
cuando el vacío lo llena todo,
cuando late la angustia
y un vagabundo exhala
mil profundidades,
crisálidas soledades,
mareas del pasado,
mujeres olvidadas,
momentos aislados.

Queda la lluvia náufraga,
el otoño escondido,
arboles desnudos,
penas cubiertas
y encubiertas.
Las desilusiones quedan,
se hacen eternas
cuando el pasado arranca la vida
y nunca termina.

Sólo la nada espera
cuando el otro lado
es el otro lado
del otro lado
y el sin sentido da vueltas.

*

El sentido es fango empantanado.
Lo demás queda lejos,
cada vez más lejos.

*

No puedo más,
las piedras se hacen aire
y la brisa mármol,
y el viento río.

No tengo fuerzas
para vivir y estirar el tiempo,
alargar la agonía celestial
y mirar al espejo.

¡Cobarde!

Sin saltar al abismo
porque hay razones que engañan
y sólo la pasión hace posible
lo posible y nada más.

¿Que pasión queda
en las letras malabares?
La rima cae
y rompe el grito
en mil silencios.

A lo lejos suena el reloj,
respiración de prisas
y agendas.
También se oye el ascensor
siendo aún de madrugada.

*

No queda alma,
se fue
escondiéndose en la noche.
Permanecen los lirios
al final del paseo.

Cuando vuelva el amanecer
seguirán los lirios
cual banderas que cabalgan
sin moverse del lugar,
sembrando en la tierra delirios.
No queda alma,
el aroma se va.

*

Respiré tu sueño
y he sentido mi piel en tu piel.
Mi cuerpo se hizo cuerpo al mirarte
sin pétalos sobre tus olas,
fragancia de jardín,
pincelada blanca
de un amor si fin.

Mis dedos peces y mis manos
barcos sobre tu espuma ardiente.
Escamas de dulzura
he buceado en tu cuerpo,
he brindado contigo
sobre las ondulaciones
y embebido de tu corola.

Sé que eres río,
mar de horizontes
y tus besos sirenas,
ilusiones de lo real, ondinas del espacio,
perlas de otra dimensión.
Tus ojos el cielo,
el amor vale un beso,
las palabras travesía,
oleaje de cristal,
gemido de hojas secas.

Y respiré tu alma. Sí.
Tus caricias me hicieron aire,
mis manos hojas de 0toño a ti.
Tus pliegues flotan en tus prendas
con sonrisas perennes.

Tu piel blanca,
mis caricias copos,
la nieve ardiente.
Tu amor sol y yo.

Me derrito en el tiempo
con el corazón lleno de ángeles
¡ángeles caídos! y del infierno.

*

Todo pasa
todo se olvida,
pero hay algo en el fondo,
en el fondo del fondo que es:
no sé qué es.

*

Melodías de melancolía.
El aire se hace viento,
tornado del corazón
con latidos de quimeras.
Respiro un gemido.
Punto y coma,
punto y raya cara y cruz,
media luna ensangrentada
son las claves del misterio mientras
que Cronos nos devora.

Respiro tiempo,
pasión y silencio.

*

Hay gestos lánguidos que flotan
y gestas que son miradas
en el tiempo.
Gestos pálidos
torcidos en las esquinas.
Gestas grabadas en la plaza
y gestos de barro.
Y una melena se hace Pandora
y un secreto escrito
con pincel en el lienzo,
la mano abatida,
una musa escondida,
un amor que respira,
otro se evapora,
forma algodones
llenos de lágrimas,
pero hay un rayo de amor,
de aire y luz,
que porta gestos
y caen en forma de lluvia
para formar charcos de infinito
y la eternidad me abraza
con cariño etéreo
y tu halo silente
flota por mi corazón.

*

Respiré amaneceres
con vuelos de golondrinas
y el posarse de un gorrión.
Respiro la luz y el canto
recordando recuerdos de sueños,
el olvido olvidado
y el recuerdo del olvido.
El tiempo se expira
en el eco interminable
de instantes que se van
porque todo gira sin parar.

¿Cuántos instantes incrustados de vacío?
¿Cuántas respiraciones perdidas,
caídas en el asfalto, tiradas entre paredes?

Arrojadas …

…no se perciben … no,
y se van.

Quiero respirar tranquilo,
sentir mi existencia
y oler mi Ser, profundamente,
seguir el rastro de la libertad
¡estelas de verso y viento!

*

¿Por qué no?
A solas
con el tic-tac del corazón,
latido que impulsa al aire.
Una lagartija corre.
hay piedras bajo el sol,
cada silencio es diferente.
El sol callado entre trinares.
Grillos que apuntalan el amanecer.
Reminiscencias en la ciudad vacía.
El silencio: eco del tumulto,
cristal pintado de luz
y rejas de cobardía.

El silencio atragantado
¡clavado en la garganta!
respiraciones caídas
exhalaciones frías.
Entre las amapolas
una mirada se hunde
y mil sueños saltan.

Una playa de gaviotas,
un perro vagabundo,
un ladrido.
Conchas abrazan la arena.
Silencios de palabras,
de tiempo,
respiraciones profundas.
El reloj de péndulo se ha parado,
una casa abandonada,
una postura de yoga,
una caricia silenciada
y se respira
en la orquesta de seguir viviendo.
¿Por qué no a solas conmigo mismo?

*

Respirando descubro los secretos del Yoga
sin mahatmas ni gurúes de terciopelo,
más allá o más acá, no lo sé,
del yugo que une el Todo con lo Uno,
el macrocosmos con el microcosmos.

Oriente respira sin palabras,
todo es símbolo.
Occidente respira conceptos,
todo son palabras.
La técnica atornilla
y fabrica todo de nuevo
¡es la síntesis del polivinilo!

Con el verso viene la nueva dialéctica
de gestos y calambres.
Se acabó la prisa y la mística.
Hay que empezar de nuevo.
Superar a Bhrama y a Wittgestein
envenenando de paciencia el alma.
Convulsiones de ilusión e inocencia
y tener en lo inmediato el ancla de la libertad.
Dejemos las velas
y remos para cuando haya mar,
ahora está lo que vemos.
¡Lo otro hay que crearlo!.

Mientras tanto Kant y Hegel dialogan,
callados,
en los barrotes de las estanterías.
Respirando se duerme el bullicio,
pero despierta el alma,
el verso…

Respirar forma olas de poemas.
No leas más.
Respira.
Respírate.

*

¿No entenderán jamás que hay un amor silencioso,
en silencio,
que respira en la distancia del tiempo
más allá de un espacio,
capaz de crear horizontes
y que nos acompaña siempre
allá donde su sombra es de luces
y su recuerdo la luz?

*

Respirando
en el suelo del parque
sobre las hierbas secas del verano
los tallitos titilan
con sus flores amarillas
y el aire patina entre sus hojas.
El bombeo del corazón se une a la tierra.
Respirar se convierte en brisa.
A lo lejos la danza de los álamos,
el vaivén de los piornos
y al fondo, de reojo, la orilla del río.
Las libélulas cosen la sombra al agua,
el tiempo se inmoviliza,
se hace paisaje.

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La mente desgarra la vida,
nos deja afuera,
de observadores del viento y el agua,
conocedores del aire y el fuego,
necesitados de dioses
que nos den el bien y el mal,
alquimistas que hacen del arte llanto.
Pero aún respiramos.

.

*

El intríngulis de la vida
tiene un renglón escondido.
Dos más dos puede ser un sueño
sobre la base críptica de lo real.
Cuando se cae al pozo de uno mismo
hay que crear y crearse a sí mismo.
Las palabras nos llevan al silencio
si supiéramos leer y escribir.
Respirar encuentra el latido del tiempo
y a lo lejos, en el recuerdo, un suspiro.
Sin mística ni química,
sin venganza ni pasión,
fuera de la vanidad y la razón:
sólo el versos desnudo.
Solo.
Sin dialéctica ni reflexión,
dejando destilar la experiencia,
y, gota a gota, el presente
da un respiro a la existencia,
que grita.
Su eco: la soledad.

*

¡Decidme si llueve
en los rincones del alba!
Decidme si llueve,
porque una nube espesa y densa
se asoma en el horizonte.

Envuelto en una burbuja
respiro y exhalo poros de aire
mientras, la lluvia suena
colmada de gotas serenas
como llantos de sirenas.
¡Decidme si estoy soñando!
que quiero seguir despierto
¡y soñar a la vez
con colores y perfumes,
esculturas de estambres
y salpicaduras de nata!

Quiero respirar cada momento,
llevar dentro su fragancia
en mis latidos de viento.

*

He rozado la belleza de los surcos silvestres,
de las amapolas y los mirlos de la mañana.
He rozado el frenesí de la hierba seca
y mil sonrisas se convierten en bruma
¡estallan en chiribitas de perla!.
He amado lo que sólo se ama flotando
por dentro, por dentro
y al respirar al fondo de un calidoscopio
entendí aquello del Kundalini
sin comprender postura alguna
mecidas en fuentes secas.
Respirar es hacer latir el pensamiento
que en ocasiones se une a la vida.
¡Cuántas veces vivir se olvida!
y respiramos moho, fango
sin libertad ni aura
de lo que queda cerca.
Basta con pararse,
detener la inercia
y respirar.
¡Respirar!
Inundándos de momentos.

*

El placer se infla
entre los cascajos blancos.
A la orilla
otra orilla en la mirada.
Un río suena,
y se va.
Nubes de luz
y rayos delineados.
La transparencia hace cristal al aire,
estatua al alma
que se rompe al marchar.
¡Qué medroso!,
no quedarme anclado en este instante,
navegar en la locura,
de belleza indomable.
Pegarme a la felicidad
y esconderme en su mentira.
¿Donde mi locura amarga?
¿Dónde mis recovecos laxos?
Lloro palabras de verso,
para mentir al destino
y engañarme a mí mismo,
lujosamente.
¡Poetas del mundo entero!
aún queda una utopía:
la belleza indefinida.

Luchad en lo real
para amasar lo bello,
ideal compartido
y entre todos
endulcemos la caspia
envenenada de idiotez
y adulta hipocresía.
Dejad la razón para el lenguaje,
haced de él una pértiga
para llegar a la máscara
de una estética que no emborrache
ni embadurne,
ni engañen charlatanes
con espejismos de frases consentidas.
La belleza se respira
cuando el alba se hace tacto.
Respiremos la vida.

¡Vivamos!

¿No percibís que leer
es masticar la nada
y poco más?

*

Respiro
silencios ocultos,
silencios a voces.
Resurgen del sentimiento
chapoteos,
segundo tras segundo.

¡Ráfagas de tiempo
acribillan el alma!

La tormenta de soledades continúa
en un rincón de fantasías.
Los sueños naufragan
y lo real navega
inexorablemente.

¡Realidad inexorable!

Los horizontes están cerrados
y se convierten en aduanas del arte,
las olas son plástico,
las playas hormigón,
nubes de uralita.

Ya no quedan marineros
y los piratas pierden
sus códigos de honor.
La aventura es el dinero.
Todo es metálico y contante,
los versos estelas del Olimpo
y los gritos espuma.
No hay orillas,
los genes lo explican todo,
la violencia se hace romántica.
Lo pijo es la nueva ideología.

La brisa se hace viento.

Nos queda mirar,
engañar al recuerdo
y respirar.
Respirar tranquilos
para construir incubadoras
que inventen quereres,
contarnos cuentos
e inspirar poesía.

Todavía la revolución es posible,
el hombre puede salir de su pecera
y romper sus grilletes de láser
y salir de las mazmorras psicológicas.
Es preciso luchar
con la esperanza
de quien todo lo tiene.

Es posible vivir,
escalar la versura del alma,
apagar la oscuridad encendida
y asomarse al abismo
desde el acantilado.

Todo cambia
con una sonrisa etrusca
cuando agrieta la mole
que nos aplasta.
Dejemos de cohobar
chismes y diretes
que dan a la rosa espinas.

La cuna balancea al retoño
que nació de un suspiro
en forma de sueño.
Cantan las sirenas,
sordas de conjuros.
Llama la campana.

¡Despierte el alma!

*

Hay un laberinto de cristal:
frases y palabras.
Salir del lenguaje
es labor de un derviche.
Dancemos en circunferencia
con un instinto vital.
¡Antinomia! ¡antinomia
del lenguaje con lenguaje!
Piezas y puzzles,
juguetes de símbolos y escudos.

Adivina adivinanza,
perdido en la confusión
busco versos de color,
rastros de vida.
Olfateo cada rincón de mi ser.

*

He visto las flores blancas
en momentos carmesí.
He sentido por dentro,
en lo más profundo de mí,
el chapoteo de la libertad.

He bailado la danza fúnebre
y el Charlestón
en un gesto conciliador
con las castas de marfil.

He compuesto melodías
en mares de metáforas
y una ola me salpicó.

Ya no quedan quereres en el mar,
ya no hay tesoros escondidos,
ya no hay caracolas ni corales,
ni en los mares hay sirenas,
ni en los puertos ataduras.

El naufragio se respira
y en las cálidas tardes
un rincón se ilumina,
respirando,
respirando almas.

Respirando.

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Respirando el alba por Ramiro PInto se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-SinDerivadas 3.0 Unported.