Vivimos en una época y en una sociedad que se han venido a denominar del “bienestar”. Desde un punto de vista objetivo, es decir, haciendo un análisis de la cosa social y de la vida particular como objeto, no hay duda que nunca se ha tenido tanta riqueza a disposición de los ciudadanos. Que la sociedad occidental ha obtenido una capacidad de disfrutar y de derechos que en comparación con cualquier otra referencia a lo largo de la Historia no deja lugar a dudas. Derechos Humanos, sanidad y educación públicas, pagas asistenciales. ¿De qué nos podemos quejar? Hay paro, pobreza, pero de manera minoritaria y en comparación con otros lugares no desarrollados, desde nuestro punto de vista económico, y de otras etapas de la Historia se puede admitir que en conjunto estamos en una situación de privilegio, “España va bien”1 y el mundo va bien, más o menos.
.
Sin embargo ese mundo de las estadísticas, de los parámetros económicos no se percibe en la vida cotidiana, más que como algo aparente, que lo parece , pero no lo es. Es un engaño, similar a un espejismo, que nos atrapa y acaba ejerciendo una presión sobre cada ciudadano que nos somete al conformismo.
.
Desde un punto de vista subjetivo se observa una inversión del mundo exterior. La vivencia íntima de una gran mayoría suele ser de malestar, incomodidad, ansiedad, aburrimiento. A medida que se han logrado una metas materiales la inadaptación es cada vez más palpable. Son más numerosos los colectivos con enfermedades psicológicas, algunas de las cuales adquieren rango de problema social, al trascender las circunstancias de lo personal: depresión, estrés, ludopatía, anorexia, bulimia, alcoholismo, drogadicción, sectas. Otras situaciones que se hacen visibles son un síntoma del malestar profundo del individuo: la violencia, la agresividad cotidiana, los malos tratos, el racismo. Todo lo cual está generalizado como problemática social. Males que padecen también, y en gran medida, quienes se benefician de los bienes y riquezas de la sociedad. Los que poseen un trabajo, incluso fijo, y quienes tienen de todo. Podemos plantearnos que algo pasa.
.
La Federación Madrileña de Asociaciones Pro Salud Mental (FEMASAM) ha elaborado un estudio2 en el que concluye que “las nuevas formas de trabajo son enfermizas, ya que el individuo se aísla y trabajan a un ritmo muy rápido”. Los horarios rotativos que practican las empresas son causantes de insomnio y desestabilidad hormonal. La precariedad en el trabajo ha aumentado con los trastornos psicológicos, como la ansiedad y la depresión. Uno de los factores más importantes de riesgo para el suicidio es el desempleo. Se considera que quien no tiene trabajo carece de proyecto vital, pues así se nos ha educado. El estudio estima que entre un 25% y un 30% de la población padecerá a lo largo de su vida alguna enfermedad mental de cierta gravedad. Una de las agresiones más graves que se detectan en la actualidad en el mundo laboral es el acoso moral, lo cual se ha tipificado como «efecto mobbing«, lo cual cada vez tiene una mayor incidencia y su estudio es completamente nuevo. Se hace visible un malestar profundo dentro de la consabida sociedad del bienestar y en el seno de unas conquistas generalizadas sobre los derechos laborales.
.
Una de las características del mundo en que vivimos es la inestabilidad psicológica, lo que hace que no se vea claramente el problema si no es a través de sus síntomas, uno de los cuales es la conducta obsesiva. El catedrático de Psicología clínica de la Universidad de Euskadi, afirma que “es tal la presión que la sociedad ejerce sobre nosotros que quienes no resuelven sus problemas acaban por encontrar una vía de escape en forma de adición”. Comportamientos antisociales se convierten en una válvula de escape. Por ser una compensación emocional se trate de una patología. Ocurre que como transcurre en el ámbito de conductas socializadas tales enfermedades aparecen camufladas. Quehaceres cotidianos como puede ser ir de compras, hacer horas extras y dedicar tiempo y tiempo a los asuntos laborales o al negocio que uno lleva, usar el teléfono móvil de manera compulsiva, conectarse a Internet y pasar horas y horas frente a la pantalla, el sexo gimnástico, el riesgo, lo que incluye el juego con las máquinas tragaperras o el bingo, o como hacer apuestas para afrontar peligros en la carretera conduciendo, se convierten en adiciones sin drogas. Degeneran en trastornos síquicos y físicos, que acaban destrozando la convivencia del entorno familiar y laboral del adicto. La frecuencia de este tipo de patologías ha hecho que existan centros especializados en el tratamiento de adiciones sociales.
.
Los niños tienen lo que jamás en otras épocas nadie hubiera soñado. Unos más, otros menos, pero hace dos generaciones tan siquiera, nuestros padres se conformaban con un regalo al año. Disponían de otros objetos y lugares, el río, piedras, tirachinas. El desarrollo industrial ha traído juguetes a mansalva. Se establecen fechas y conmemoraciones para regalar, regalar y regalar. ¿Y cuál es la queja de la mayoría de los padres? A pesar de tener todo lo que quieren nunca están conformes, siempre protestan por todo. Tiene tanto que no son capaces de gestionarlo ni de valorar aquello que poseen.
.
¿Qué hacen las niñas y niños con los juguetes? Les rompen. Tal mentalidad crece y los adultos acaban rompiendo la naturaleza, los objetos son de usar y tirar. El científico ruso Vladimir Vernadski, en su propuesta de un nuevo orden moral, explica que la evolución y el desarrollo de la humanidad ha sucedido a diferentes ritmos. La falta de equilibrio ocasiona los conflictos y las distorsiones, de manera que la mayoría de la población no es capaz de asimilar el avance tecnológico, aunque lo use. La técnica ha progresado lo que más, luego la ciencia, detrás las instituciones sociales y políticas, luego las relaciones psicoafectivas y por último la capacidad emocional de las personas.
.
Nuestros hijos se caracterizan por ser caprichosos, desean cada vez más, pero luego apenas usan lo que se les compra. Acumulan juguetes, se inflan a golosinas que luego hacen que les duela la barriga y tengan caries. Poseen mucho más de lo que pueden administrar. Llenarles de cosas es uno de los sentidos del trabajo de los padres: comprar o pagar cosas y actividades para los hijos.
.
Un artículo de Luis Racionero3, recoge las tesis de Karen Horney, analista freudiano, en las que estima que las neurosis no sólo se generan por experiencias individuales, como planteó su maestro Freud, sino también por las condiciones culturales. Pone como ejemplo el hecho de que una madre sea dominante o sacrificada, no deja de ser un incidente individual cuando se dan las condiciones culturales para que lo sea la mayor parte. La conclusión que saca el Racionero del estudio de tal psicoanalista es que la neurosis dominante de nuestro tiempo es la depresión unida a la ansiedad, debido a los cinco factores que estudia Horney: La competencia, la tensión de hostilidades, el miedo al fracaso, la valorización por el éxito que suele poner la autoestima por los suelos, la sensación de aislamiento y la necesidad de afecto que acarrea una sobrevaloración del amor. Resalta la contradicción de predicar el amor al prójimo a la vez que se educa a los jóvenes para ser competitivos y la exigencia de serlo para vivir en el mundo de la economía. O se estimulan las necesidades a la vez que se hacen cada vez mayores y más caras. Tales contradicciones son causa de una neurosis que al ser generalizada no se concibe como algo patológico, sino como una manera de ser.
.
Otro problema de nuestros días es el fracaso escolar, lo que es una señal inequívoca del malestar ante el sistema de enseñanza. Aunque las instalaciones sean impecables, aunque haya becas para el comedor escolar, los profesores hagan cursos de pedagogía, los chavales no hacen caso de nada, porque se han vuelto apáticos. Nada les estimula. La necesidad pudo haber sido un acicate, pero hay muchas cosas que pueden crear ganas de aprender y sin embargo hay un programa que cumplir. Se adapta a las personas a las exigencias institucionales. La base del éxito es obedecer. Lo cual se reproduce a lo largo de los años , de manera que los individuos se adaptan a su trabajo y a las condiciones de vida que hay.
.
Sucede lo que el escritor Luis Antonio de Villena denomina una esclavitud amable: “se habla de libertad, se procura que ese esclavo y esa esclava tengan bienestar, porque el nivel de bienestar ha subido mucho. Lo que se ha ganado en esto no se ha ganado en libertad”4. El bienestar es visible, es la apariencia y se debe, entonces, basar en la imagen. El malestar se esconde en el interior de cada persona. Se vive en lo inauténtico. Bernad Landis, psicólogo adjunto de la clínica psiquiátrica Payne Whitney, Nueva York, y Edward S. Tauber, profesor de psicología de la universidad de Yeshiva, concluyen en uno de sus trabajos que “humanizar el mundo contemporáneo significa crear condiciones en las cuales cada individuo pueda ser un sujeto histórico, capaz de participar en el control de las enormes fuerzas sociales y naturales que hasta el momento ha producido”5.
.
El poeta zamorano, Tomás Sánchez Santiago, manifiesta6 que un rasgo que caracteriza al hombre y a la mujer del primer mundo es que “nuestra identidad personal tiende al desplazamiento en cuanto que hemos de inventar múltiples personalidades para la función enajenadas que continuamente realizamos”. Lo que políticamente se traduce, en palabras del periodista Federico Abascal, que “en las democracias consolidadas el desencanto no se percibe, pues se disuelve en la conformidad o aceptación, más o menos gustosa, de los modos de vida».
.
El problema de ser en el mundo o ante él ha dejado de ser una mera cuestión filosófica, sino que pasa a ser un factor de la tecnología, la cual define nuestras vidas, a través de la economía, especialmente. Los pensadores de las últimas décadas se han dedicado a contar el problema, definirlo e intentar hacer que se vea. Pero la salida es una actuación política. Las medidas personales acaban en el escapismo, lo extravagante y en último termino la locura o la placidez del cinismo acomodado.
.
Jean Paul Sartre propone un psicoanálisis existencial como forma de que cada individuo elija su ser. El resultado es renunciar a la seriedad, entendiendo ésta como cuando se parte del mundo y se atribuye a lo mundano más realidad que a uno mismo. Cada vez se reitera más en los medios de comunicación el pensamiento serio, “una disminución de la realidad humana en favor del mundo”. Para el filósofo francés la liberación de la subjetividad sólo es posible mediante el juego, como alternativa a “tener ante todo” que hace que “soy lo que tengo”. Si la totalidad de mis posesiones refleja mi ser, sucede que “el hombre es una pasión inútil”7.
.
Divertirse no es una actividad creativa, jocosa, sino un esparcimiento para olvidar cierto grado de infelicidad. Las vacaciones consisten mayoritariamente en gastar y se refuerza con la paga extraordinaria. Lo cual contribuye a aumentar el crecimiento económico y favorecer la sociedad del bienestar.
.
Las máquinas tuvieron en su papel social una proyección utópica de ahorrar tiempo, para poderlo dedicar a otras actividades, culturales, de ocio, de estar con la familia. La falta de adecuación con la manera de vivir, el ciudadano occidental cada vez es menos dueño de su tiempo, vive aceleradamente, con prisas y con la sensación permanente de estar pendiente del reloj. Un perenne estado de ansiedad se normaliza al encajar con el consumo.
.
Jeremy Rifkin, autor del libro “La era del acceso” y profesor de economía de la Wharton Scholl de Filadelfia, USA, reflexiona sobre este aspecto8: “He preguntado a grandes empresarios y políticos si creen que la calidad de vida de sus familias se incrementan en la misma proporción en que se modernizan las tecnologías. Todos y cada uno de los presidentes y directores generales de todo el mundo me dicen que no notan un mayor bienestar sino mayor estrés, porque tienen menos tiempo y se deterioran sus relaciones personales. Y les sigo preguntando ¿ve usted alguna luz? Y me vuelven a decir que no. Todo el mundo se queja del estrés. Empiezas por el correo electrónico para ahorrar tiempo y al cabo de una semana te encuentras con trescientos correos electrónicos en tu ordenador. Estas conectado todo el santo día”.
.
Al renunciar a la vida propia e interior queda la apariencia, cuya función es consumir, y para hacerlo hay que ganar. Tener hijos ya no depende de un impulso vital o una decisión íntima y personal, sino que se barema sobre la base de las posibilidades económicas, con necesidades de consumo insaciables. O por contra como una vocación religiosa. Desaparece el impulso vital de toda sociedad.
.
Uno de los problemas que tienen los estudiantes es que no leen, hacen falta cursos de animación a la lectura, lo que implica pagar. Y para tener hay que trabajar. Se pueden buscar muchos factores que lo provoquen, desde achacarlo a la cultura audiovisual al exceso de estímulos que tienen que soportar las niñas y niños. Ante tal situación se me ocurrió hacer durante el curso 98-99 una encuesta en un colegio sobre cuanto leen los padres. La media fue de 0´7 libros al año. La mayoría alegó que por falta de tiempo y que al llegar a casa lo que menos el apetece es ponerse a leer. Sin embargo todos compran libros en Navidad y para los cumpleaños, sin preocuparse de si les leen o no sus hijos. Un ejemplo más del bienestar, medida en la venta y compra de objetos, en su materialidad mercantilizada.
.
La soledad se vive rodeados de gentes, en el trabajo, el transporte, las calles de la ciudad, porque hay ambientes, pero se ha perdido el entorno, como marco de referencia. Las funciones de éste se encargan a profesionales, cuidado de niños y ancianos. Guarderías y asilos o residencias geriátricas son un nuevo negocio con el que se mide la sociedad del bienestar y el desarrollo económico. Para pagar los servicios y oportunidades que nos brinda el progreso hay que trabajar y cada vez es más necesario el salario, pero no nos damos cuenta de que por una parte la sociedad del bienestar tiene como medida la infelicidad, ser desgraciados, con lujo o sin él. Y tenemos que creer que vivimos en el mejor de los mundos. La maquinaría que se encarga de esta función, la publicidad, mueve miles de millones de pesetas/euros. Reforzándose de esta manera el mundo económico.
.
Por otra parte el bienestar material de nuestra sociedad es a costa de la explotación y la miseria de países del Tercer Mundo. Sus habitantes son mano de obra barata, sus territorios esquilmados para sacar materias primas que se consumen en la sociedad opulenta. La riqueza de su naturaleza se usa para monocultivos que impiden el desarrollo agrícola y rural de los países pobres. Y ahí también está la sociedad del malestar. Pero no se ve, no es imagen, salvo excepciones que mueven a la caridad, pero pocas veces a la solidaridad, aunque tal término se use como mensaje para una imagen de conciencia social. En 1997, Jim Keady investigó las condiciones laborales en el mundo en vías de desarrollo. Trabajó como un empleado local de la marca deportiva Nike en Indonesia. Observó la desproporción tan abismal que sucede entre los contratos multimillonarios de las figuras del deporte, por llevar la marca puesta en las competiciones, y la explotación que sufren los trabajadores. Solamente para la marca Nike trabajan en Asia y América Latina cerca de 500.000 personas. El salario en Indonesia es de 1´20 dólares, sobre 220 ptas., diarios. Lo que los directivos de la multinacional consideran que es suficiente para vivir. Keady experimentó en sus carnes, que “se puede sobrevivr, pero no da para vivir”. Lo define como “salario de hambre”. El mundo económico desarrollado ya no explota sólo a los trabajadores, a quienes admite ciertos privilegios cuando trabajan como ciudadanos de la sociedad del bienestar, sino que explota en su conjunto a las sociedades menos avanzadas económicamente. El malestar se expande y agrava, pero queda fuera del punto de mira de las políticas nacionales de los países democráticos y desarrollados económicamente. A pesar de la gran desazón de los pretendidos beneficiados del “bienestar”, en cuanto a una perenne ansiedad de los consumidores y un estado de agobio y agresividad de los ejecutivos y altos directivos que para mantener su tren de vida tienen que dar absolutamente su tiempo a la empresa, a cambio de lujos y una vacaciones que no logran disfrutar pues están atados a un ritmo que les despersonaliza. Luis Racionero ha llegado a declarar que los explotados de la sociedad moderna son también los yupies, los cuales trabajan doce horas y su existencia gira en torno a las claves del negocio que les convierte en una pieza del engranaje económico que mantienen en marcha.
.
La sociedad del malestar aparece paulatinamente en el seno del Estado del Bienestar. Anteriormente las sociedades se enfrentaron entre sí, hacia a fuera en las luchas entre naciones o internamente, en las luchas entre clases, o entre facciones por criterios ideológicos, económicos o religiosos. Diversas partes de la sociedad se enfrentaban, porque unas eran enemigas de las otras. El últimos estallido de tales confrontaciones es la II Guerra Mundial y la guerra civil española. Por supuesto que luego quedan rémoras que se fundamentan en la violencia, caso del terrorismo, guerras de Yugoslavia y demás. O la guerra fría, que fue una prolongación de la contienda europea. También guerras en muchas partes del planeta, pero ya no tienen una implicación mundial.
.
La evolución, por suerte, del pensamiento social va en sintonía de no usar la fuerza en la resolución de los conflictos y es cada vez la tónica general, con las excepciones que confirman la regla. Del mando por el ejercicio de la violencia se pasa al control. Teniendo controlada a la población se la mantiene dominada. Lo cual requiere una metodología científica, no como ejercicio de la política, caso de las ideas de Nicolás Maquiavelo. Las tiranías y el despotismo se basan en el temor a los poderosos. El control consiste en evitar cualquier confrontación, anular las ideas críticas mediante la táctica de desactivarlas. Se crea la sociedad de la indiferencia, a nadie le importa lo que no le afecte personalmente, lo cual equivale a convertir el contexto en el que vivimos en una sociedad dirigida, no represiva, sino condicionada por criterios económicos, pautas políticas, necesidades higiénicas, que definen aquellos que se encargan de dirigir los mercados, el internacional, los locales y de diversos y variados sectores. A los consumidores les da lo mismo plantearse si están o no sometidos menores de edad, con tal de tener dinero suficiente para pasar el rato y costearse su nivel de vida.
.
La moderación, lo políticamente correcto, democratizar, la tendencia a ser del centro son manifestaciones que evitan el fanatismo, la violencia , pero sin conciencia social y política su contenido es vacuo. Es el resultado de lo que analiza Vernadsky en tanto y cuanto “la ciencia se infiltra más y más en las actividades estatales”9. KarlMarx, por ejemplo, hace un análisis científico de la economía, supera el socialismo utópico, para dar pie a un enfrentamiento y una crítica para conseguir el de control de las masas proletarias que luchen contra el capitalismo.
.
El desenlace de nuestras vidas sucede en la organización científica del Estado. De la fuerza del Poder se ha pasado a la técnica del Poder. Por supuesto que las fuerzas policiales y militares se mantienen, pero no son el principio de la aplicación de la autoridad, ni lo único. Se han abierto caminos de negociación y de justicia. La represión es el último eslabón. Resulta impopular. El ejercicio del Poder se fundamenta en la participación: si todos somos capitalistas, o la mayoría, y quien no lo es suele querer serlo, hay que defender el capitalismo. Richard Grasso, presidente de la Bolsa de New York, quiso convencer a la guerrilla colombiana de lo que ha cambiado la sociedad capitalista: “Se ha democratizado el capitalismo en los mercados desarrollados, al ampliar la participación de cada vez mayor número de propietarios, que son accionistas”10.
.
Evidentemente que hay un aspecto positivo de bienestar económico y paz social, pero ¿cómo lograr que no sea a costa del hambre y el terror de los países pobres y de lograr mayor libertad y satisfacción en los ciudadanos y ciudadanas de la sociedad de consumo? ¿Cómo distribuir el “bienestar” sin que haya situaciones de necesidad , de explotación y de exclusión social? Es posible que sea necesario aplicar la ciencia en la resolución de conflictos para favorecer que se conviva con una base mínima de justicia. Es en este punto donde se puede entender la Renta Básica como una medida técnica, no como una mera idea, para aplicar en la economía. Respetando logros que se han conseguido con el fin de ampliar sus objetivos y proyección histórica.
.
La dificultad es precisamente que la oposición al Estado del bienestar no se ha neutralizado, sino anestesiado porque son sus atractivos los que controlan al individuo, precisamente aquello que se desea y se obtiene da lugar al sometimiento. Para el profesor de sociología, Manuel Fernández Riesgo, la sociedad de consumo es la sociedad programada, por ser la del exceso. “Pero una abundancia transida de irracionalidad porque implica despilfarro de recursos, opulencia privada que implica pobreza pública y mala distribución de los recursos. Endeudamiento de los consumidores por la satisfacción de necesidades artificiales; prosperidad de los países desarrollados gracias a la explotación de los recursos naturales de los países subdesarrollados”. Lo cual acontece en el contexto de la manipulación emocional de los consumidores. Tanto el vendedor atractivo, como los expertos en relaciones personales, como la clientela potencial son tareas objetivas de la gran organización, creándose una relación entre una burocracia empresarial y las relaciones primarias del cliente cuya estrategia es una explotación organizada, que da la imagen de benefactora y así se expande el mercado de consumo como consumo de masas11.
.
Philipe Van Parijs define tres modelos de Estado de Bienestar:
1.- El bismarkiano, según el cual los trabajadores renuncian obligatoriamente a una parte de su remuneración, para financiar su sanidad pública y jubilación. Es un modelo basado en la seguridad.
2.- El Beverigdeano: Renuncia obligatoria de ingresos, para hacer un fondo para que todos tengan unos servicios mínimos. Es el modelo de la solidaridad.
3.- Paineano: La renuncia de los ingresos sirven para que haya un fondo que permita mantener unos ingresos para todos. Es el modelo de la equidad.
.
Para controlar a la población hay que cubrir sus necesidades. Pero no resolverlas. Cualquier sublevación con los adelantos técnicos de hoy podría ser tremenda. De ahí la necesidad de negociar con las fuerzas que se amparan en la lucha armada. Pero si las personas son libres la función del Poder, más que del Estado, queda neutralizada en gran medida. El Poder puede ser financiero, ejercido mediante la economía. O ideológico, aplicado por una institución religiosa, secta o partido.
.
El modelo de Thomas Paine, se planteó como una propuesta teórica que se viene a esbozar mediante pensiones no contributivas y ayudas sociales. El de Wilian Henry Beveridge se puso en vigencia en Gran Bretaña después de la II Guerra Mundial, por lo que se ha considerado a Wiston Churchill uno de los precursores del Estado de Bienestar. Éste político, por una parte actúo violentamente contra los mineros de Gales, quiso hacer campos de trabajo para los delincuentes y golfos y por otra realizó bolsas de trabajo, salarios mínimos en algunas fabricas e hizo gravar los artículos de lujo. Quiso garantizar unas condiciones mínimas de vida para poder regular el capitalismo. Por entonces la amenaza comunista era una realidad que podría encontrar un caldo de cultivo en la sociedad oprimida. Lo mismo fue sucediendo en el resto de países europeos occidentales. El “Plan Beveridge” convirtió a Gran Bretaña en el modelo del Estado de bienestar. Expuso su teoría en el libro “Full Employment in Free Society” (Londres, 1944), que revisó él mismo en otra obra, “Voluntary Action” (Londres, 1.948) entendiendo que el pleno empleo creado en tales condiciones era inflacionista, de manera que el sobreempleo creaba inflación, pero entre una cosa y otra los políticos prefirieron lo segundo para evitar el descontento social, hasta que pasado el tiempo la inflación llegó a su punto máximo, más allá del cual se hizo insostenible.
.
Otto Von Bismarck – Schonhausen, canciller del imperio prusiano es a quien se le atribuye la aplicación de los primeros proyectos de Seguridad Social. Necesitó mantener una cohesión interna, para poder aplicar su teoría de “sangre y acero” con los países vecinos y para reprimir lo que denominó “los excesos socialistas”. Entendió que no bastaba la represión del socialismo. Implantó en 1.883 el seguro de enfermedad y en 1.889 de accidente. La protección del Estado a los ciudadanos por edad e invalidez, ante la imposibilidad de ejercer un empleo. Sin embargo los trabajadores vieron tales medidas insuficientes por considerar que era preciso aumentar los salarios significativamente, disminuir las horas de trabajo y hacer un seguro contra el paro. El problema tenía raíces más hondas que la mera seguridad de los trabajadores ante unos gastos excesivos en la burocracia gubernamental. En 1.890 se realiza en Berlín la Conferencia Internacional para la protección del Trabajo. El emperador, Guillermo II, cada vez más alejado de las tesis del canciller le destituye. La ley contra los socialistas perdió su vigencia. En las elecciones de ese mismo año logra alrededor de un millón y medio de votos y 35 actas de diputados. Al año siguiente Carlos Kaustky elabora el programa del partido socialista, que oscila entre la reforma y la revolución. La intervención de Eduardo Berstein, desde su exilio en Londres, orienta la acción revisionista para las reformas económicas y sociales que requiere la nación.
.
Los conflictos sociales y económicos en Europa se tratan de resolver proyectándoles hacia el exterior. Aparece el nacionalismo, opuesto al internacionalismo obrero. La división en bloques de Europa y la rivalidad económica entre los países da lugar a la I Guerra Mundial. Derrotada Alemania firma el Tratado de Versalles. El emperador abdica y el dirigente del partido socialdemócrata proclama la República de Weismar. Ante la imposibilidad de pagar la deuda contraída en tal tratado Francia invade el Ruhr, 1.923. El gobierno alemán para garantizar el cobro de los trabajadores emite papel moneda fuera de control, lo que dará lugar a una inflación galopante que acaba con los seguros, los ahorros y da lugar a un estallido social. Se implanta como canciller Gustav Shcsema, en un gobierno de coalición, como presidente del partido Popular alemán. Reorganiza el sistema monetario y potencia el desarrollo industrial. Presionado por los hostigamientos de los militaristas conservadores por un lado y los socialistas revolucionarios, los comunistas, el gobierno aguantó mientras las condiciones económicas fueron favorables, pero cuando apareció la crisis de 1929, que desencadenó un paro sin precedentes, la sociedad se polarizó entre comunistas y nacionalsocialistas. Éstos ganaron las elecciones de 1932, garantizando el pleno empleo mediante la reactivación de la industria militar, el fervor patriótico y el sentimiento antijudío contra el liberalismo y el comunismo.
.
En el año 1.935 el gobierno de EE.UU. promulgó la ley de Seguridad Social. Beveridge fue nombrado en 1.941 presidente del Comité Interministerial de Seguridad Social y Servicios Aliados, de donde viene la expresión oficial de “seguridad social”. El término “Estado de Bienestar” se acuña en Gran Bretaña, en referencia a las medidas propuestas por este economista, las cuales se apoyan en los programas de la Seguridad Social para proporcionar un nivel mínimo de las personas más desfavorecidas económicamente. La medida se garantiza mediante una triple financiación, asalariados, empresa y Estado. Da una cobertura sanitaria que ha acabado siendo universal y una educación pública y obligatoria, en la actualidad hasta los 16 años. En su desarrollo establece tres pilares, que luego pueden establecerse de una manera más amplia o menos: fondo de pensiones, seguro de desempleo y subsidios sociales.
.
La intervención del Estado hace que, de una manera un tanto peyorativa por parte de los liberales, se califique de “Estado providencia”, Welfare State. Se planifica como salida de la crisis provocada por la II Guerra Mundial. Crea un dispositivo de funcionarios que convierte al Estado en patrono. También en cliente de empresas privadas a las que se adjudican obras públicas. Y regula el mercado con medidas sociales. La teoría económica que lo respalda es la que propugna el equilibrio global keynesiano, que viene a resumirse: Renta = consumo + inversión. Ahorro = Renta – consumo. Luego Ahorro = Inversión. Y el Estado debe participar en tal medida de manera prioritaria. El liberalismo no puede funcionar cargando con una masa de personas descontentas, que actúen a la desesperada, porque hay una crítica interna en todos los países industrializados, que propone el socialismo y el comunismo como modelo de Estado y como sistema económico. Los ideales de igualdad y de justicia social se convierten en una amenaza. Las propias empresas se ven presionadas y deben de ceder ante los obreros altamente organizados. Hay al mismo tiempo todo un bloque comunista que goza de entusiasmo y tendencias de expansión. Crearon una tensión en todo el mudo que se ha venido a llamar la “guerra fría”.
.
En la actualidad , ante la desaparición de la amenaza comunista en occidente y frente al encarecimiento de invertir en ayudas sociales, la participación del Estado se desliza hacia una cobertura mínima asistencial, más que de protección real a las capas sociales más desfavorecidas. Los gobiernos tienden privatizar los bienes del Estado, sufragando una financiación, que repercute en los beneficios empresariales y financieros. Se recortan los gastos sociales y se incrementan los que van a obras de lujo, como son el tren de alta velocidad, autopistas por doquier, aeropuertos que no son rentables y su déficit se cubre con dinero público. El resultado es que el pobre es más pobre, aunque sea asistido, y el rico más rico. Y la clase media se divide en los que viven de manera desahogada y los que lo hacen ajustadamente, con grandes dificultades para llegar a fin de mes.
.
El avance social de estas medidas es muy importante, y se acompaña de una lucha social , articulada por los sindicatos, que hace que se vaya plasmando una mejora en las condiciones de vida. Los progresos técnicos y científicos abren un camino que hace posible un cambio substancial y progresivo en la sociedad.
.
Los gobernantes de la nueva sociedad que surge tras la II Guerra Mundial tienen claro que deben amortiguar la sociedad del enfrentamiento. Se crea la ONU como marco de resolución de conflictos internacionales. De cara a la política interior se desarrolla lo que desde 1933 trata de ejercer el presidente de EE.UU., Franklin Delano Roosevelt, la New Deal, Nuevo Reparto. Surge una tendencia general basada en “un nuevo trato para el pueblo americano”. Roosevelt diseñó su estrategia a partir de formar un grupo de profesores de la universidad de Columbia, el Brain Trust, la Unión de Cerebros, que trataron de aplicar una teoría científica para solucionar las repercusiones de la crisis de 1929. Propone un programa global para resolver conflictos económicos. La lucha entre los mercados y entre los diversos sectores de éste debe ser tranquilizada. El gobierno empieza a intervenir de manera activa en el proceso económico, se dan subvenciones a los agricultores para restringir la producción agrícola, pues los excedentes crearon un caos en el mercado y fue necesario controlar éste.
.
Inmersos en la llamada sociedad del bienestar, vemos que una cosa son las mediciones económicas y otras las vivencias de cada individuo. Los parámetros objetivos son los recursos de materias primas y energéticos para generar riqueza. El conocimiento científico se aplica para crear riqueza, de ahí el nuevo parámetro I + D (Investigación y Desarrollo). La distribución de los bienes que se generan es una cuestión política.
.
El Estado del bienestar se ha instaurado como un ente que pone a los ciudadanos a su servicio. Para superar el malestar social es necesario que el Estado sea un instrumento en la relación de la gente. Lo cual exige una democracia en todos los aspectos de la vida colectiva, la política y también en la economía. Se requiere entonces, si se quiere construir ciertamente, una base de subsistencia que garantice la libertad individual. De otra manera la libertad es un marco teórico fuera de la realidad.
.
¿Cómo se relaciona la sociedad del bienestar material con la del malestar generalizado? ¿Cómo son las interacciones entre la sociedad de la abundancia y la de precariedad y marginación.
.
La sociedad se estructura en la mentalidad de los individuos. Estructurar en el sentido de formar y configurar la sociedad en que se vive. De manera que se forma un todo, cada elemento que forma el conjunto se relaciona con los demás y con la totalidad. La economía, la política, el arte, la manera de ser de los ciudadanos, sus conocimientos, las modas son parte de esa estructura y surgen de ella. La arquitectura de la Edad Media, por ejemplo, no es entendible fuera de la mentalidad religiosa de la época. A la vez se relaciona en su conjunto con la manera de producir, el comercio, las costumbres y demás aspectos de la vida.
.
Al mismo tiempo la manera de pensar, sentir y de vivir de los sujetos emana de la sociedad en la que vive. Hay una interrelación entre individuo y la colectividad. A lo largo de la historia la conexión entre el elemento particular y el común se ha realizado mediante las ideas religiosas, imperiales, políticas o doctrinas raciales. Con el desarrollo del capitalismo el mercado deja de ser un instrumento de intercambio y se convierte en una ideología. Su propia evolución desemboca en la sociedad tecnológica, lo que afecta a la producción, el consumo, al arte, al ocio, la manera de vivir. En general a la mentalidad de los ciudadanos.
.
Lo que se viene a denominar el “pensamiento único”, en cuyo seno ha de establecerse cualquier opción, incluso crítica, es el desenlace del fin de las ideologías. Éstas son rígidas y la realidad es cambiante y no puede ser manejada al antojo de unos arduos pensadores. Otra cosa son las ideas que han de partir de la realidad para llegar nuevamente a ella. Lo que tiene un carga política enorme y una diversificación del pensamiento, que se pluraliza. Sin embargo vivimos atrapados en el funcionamiento social como técnica colectiva. Tal como afirma Elías Díaz, profesor adjunto de Filosofía del Derecho, de la Universidad Complutense de Madrid: “La administración y la burocracia sustituyen a la política, los expertos en medios sustituyen a los expertos en fines, dado por sentado que el fin a lograr – el bienestar – no precisa de mayor clarificación ni concreción”12.
.
El instrumento que da vida al conjunto de la sociedad actual es la publicidad. No es que se haya inventado para tal fin, sino que ha evolucionado hasta convertirse en un elemento primordial de nuestras vidas, tan cotidiano e influyente que a penas nos damos cuenta de su influencia y Poder.
.
La publicidad difiere de la propaganda en que ésta sirve para difundir ideas o doctrinas, trata de convencer al receptor del mensaje. La publicidad incide sobre la conducta y hace referencia a objetos. Se usa para que se compre un objeto, sin pensar demasiado, simplemente por la atracción que ejerce, en función a lo cual ha de actuar el comprador. La política deja de ser un debate de ideas y la propaganda deja de ser efectiva. Se usa la publicidad pata vender un candidato, en función de lograr votos. Hay que incidir en la conducta electoral del votante, no en sus ideas. Los programas y sus contenidos varían dentro de cada partido según sus intereses, porque lo que sirve es tener financiación suficiente para hacer una campaña publicitaria eficaz.
.
Pensemos como tras el problema de la marca Coca Cola, sobre las bebidas retiradas del mercado por estar una partida de ellas contaminadas por dioxinas, a mediados de 1999, la respuesta una vez que se solucionó el problema fue manejar la conducta del consumidor, no ofrecer una explicación. El anuncio a través de la televisión, repetido una y otra vez consistía en preguntar “¿que opina el consumidor tras los últimos acontecimientos?” La respuesta es “¡Una Coca Cola!” . Se entiende como algo obvio.
.
La industria publicitaria mueve un capital enorme, lo que al mismo tiempo reactiva la economía, al movilizar el consumo. La inversión publicitaria crece cada año. España en el año 1.999 aumenta el 19%. El total del dinero usado para tal fin para dicho año fue de 764.000 millones de pesetas. A nivel mundial son 49 billones de pesetas13.
.
El gobierno de EEUU presentó, el 22 de septiembre de 199914, una demanda contra los principales fabricantes de cigarrillos, por haber realizado campañas coordinadas e intencionadas de fraude y engaño a los consumidores y autoridades. La querella manifiesta que los fabricantes de cigarrillos se reunieron en el hotel Plaza de New York, en enero de 1.954, cuando acordaron emprender una campaña a largo plazo con relaciones públicas encargados de negar los efectos perjudiciales del tabaco. A partir de entonces ocultaron el resultado de sus investigaciones: que el tabaco es adictivo y provoca enfermedades mortales (cáncer de pulmón, enfisemas). Realizaron costosísimas campañas de mercadotecnia dirigidas expresamente a adolescentes, como fumadores de reemplazo. Lo que se ha descubierto en información confidencial interna de tales compañías. El Estado gastó en tratamientos para enfermedades provocadas por fumar 20.000 millones de dólares al año, falleciendo en EEUU como causa directa del tabaco 400.000 personas al año.
.
En España durante los cinco últimos años del siglo XX muere una media de 46.000 personas al año por el tabaco, siendo la principal causa aislada de muerte prematura y prevenible. Una de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es encarecer el producto, por encima de su precio real, con el fin de disuadir sobre todo a la población más joven. A lo que , por ejemplo el gobierno español se ha negado en 1999 para evitar que suba la inflación. Tras la fusión de Tabacalera española y la empresa del sector Seita, francesa, formando la compañía Altadis, se propone aumentar su cota comercial incrementando en un 25% la partida para emplear en técnicas de mercado (marketing).
.
¿Qué produce la publicidad? Imagen y deseo. ¿Es necesario? Para la maquinaria económica sí, para el individuo no. Lo que éste necesita es información sobre servicios, productos y demás. Hasta finales del S. XIX el arroz, el azúcar, el vino, el aceite y todos los alimentos y utensilios de aseo se vendían a granel. Cuando empiezan a aparecer las marcas se genera una competencia que llega a convertirse en un segundo mercado, el de las marcas, con una industria de la imagen a su disposición.
La publicidad se expande por toda la sociedad. Anuncios en la televisión, radio, carteles y letreros en las calles, en los periódicos, en los actos deportivos, culturales. Ya no sólo aparece un anuncio, sino que la empresa que representa promueve los eventos y financia los acontecimientos populares y de afluencia masiva. La publicidad invade todo, pero pasa más o menos desapercibido, porque se entiende como normal. Formar parte de nuestra mentalidad.
.
El economista canadiense, John Kenneth Galbraith, define el poder condicionado, como el paso de la persuasión visible a la interiorización, por parte del individuo que se haya en un contexto social, y acaba entendiendo que lo que le presentan como bueno es intrínsecamente correcto, sobre una creencia que indica lo que el individuo debe hacer, que no es otra cosa que la sumisión a la autoridad. “Una de las formas más explícitas de poder condicionado en las sociedades industriales modernas se ejercita por medio de la publicidad”, indica Galbraith15. Analiza este autor un cambio en el uso del dinero en el hombre moderno, que por ejemplo no lo usa, en caso de un hombre con aspiraciones políticas, a comprar los votos pagando a sus vecinos, sino que compra la publicidad para conseguir la voluntad condicionada. Explica que “el poder condicionado, no hiere ni ofende al individuo sometido a él; pocas personas hay que se sometan tan voluntariamente y completamente al poder de la organización con tan poca conciencia de sumisión como el moderno ejecutivo empresarial”. Lo mismo se puede decir del consumidor, ante un mercado, cada vez más sofisticado, que se ha convertido en una organización de tipo industrial. Así se explica cómo en determinadas fechas hay una exacerbada “necesidad” de comprar juguetes para los hijos y otros productos “obligados” a adquirir por el ambiente. Un niño o niña sin algún objeto de moda se puede sentir discriminado y se produce un chantaje emocional que hace que se compren objetos carísimos, cuya función fundamental es comprarlo, muchas veces para que los hijos e hijas tengan lo que sale en la televisión, aunque no los usen. De esta manera se esclaviza a los ciudadanos y ciudadanas a través del consumo. Nadie en concreto obliga a hacer lo que hacemos, pero nos “sentimos obligados”, como dicen muchos padres y madres que comentan el tema. o nuestra conducta desemboca en lo que indica también Galbraith: “La preocupación del consumidor moderno se centra casi exclusivamente en la publicidad del producto …. los precios son objeto de consideración secundaria”. He conocido casos, y bastantes, que se endeudan o piden un crédito para hacer frente a los gastos excesivos de las fiestas navideñas o la primera comunión. Se ha generado una especie de pobreza relativa, que forman familias que tienen dinero suficiente para vivir bien, pero que carecen de medios económicos para mantener un nivel de gastos elevado, de acuerdo a las expectativas creadas en su entorno. Es lo que se puede llamar la “pobreza del consumo”. Lo que además crea una sensación, que se ha convertido en creencia, que mantener un hijo es caro. Algo de lo que hablaremos en un capítulo posterior.
.
Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) la pobreza no es sólo la falta de dinero, sino un conjunto de carencias, que van desde la mala nutrición a la imposibilidad de acceder a la atención sanitaria, tierra, crédito, trabajo significativo o participación en las decisiones que nos afectan a todos. A lo que añade falta de derechos humanos, sociales y económicos, cuando la carencia de los pueblos se debe la mayor parte de las veces a incapacidad administrativa. Incluso habría que especificar que no sólo ocurre para determinado tipo de sociedades, sino también a sectores o colectivos de sociedades opulentas, cuyas trabas administrativas o sus funcionarios son incapaces de resolver el problema.
.
De ninguna manera se trata de una estrategia programada para ejercer el control sobre la conciencia de los ciudadanos, como pretenden los análisis conspirativos. Su evolución ha hecho que se convierta en un elemento manipulador por su manera de funcionar, irreflexiva. Las leyes que regulan su actividad marcan los límites en cuanto a la prohibición de mensajes subliminales o la influencia en los niños y niñas o si emite consignas que atenta contra los derechos humanos. Se trata de una regulación, pero su esencia es básicamente controlar la mentalidad social. No obliga, controla.
.
Vender imágenes y estimular impulsos necesita audiencia. Aumentar ésta es el objetivo de cadenas de radio y televisión, así como aumentar los lectores de la prensa. Se reproducen y crecen los programas, triviales y superfluos. Las revistas del corazón se venden a mansalva. Los famosos hacen declaraciones que sigue el público y refuerza el valor de personajes cuyo único valor conocido es la imagen. Ser el hijo de…, salir con la novia de… También las de informaciones no contrastadas sobre ufología y New Age y en general sobre el más allá. Al llegar a casa la gente no quiere complicarse la vida y se sienta para contemplar la programación “basura”. Lo cual conforma y produce mentalidad social, como si de algo o de un objeto se tratase. Y como tal se modula.
.
Se fabrican productos superfluos que se convierten en necesarios mediante la publicidad. Se crean necesidades sicológicas, cuya satisfacción se convierte en el sentido de ganar dinero. Los grandes movimientos de masas son los espectáculos deportivos, las rebajas de Enero, las promociones en viajes organizados. Todo lo cual son negocios que activan el crecimiento económico.
Primeramente la publicidad sirvió para sacar adelante el excedente de la producción, vender más y más. Más adelante se creo una industria directamente relacionada con la publicidad. De tal manera que el consumo se convierte en una industria, lo mismo que vender mediante la producción de campañas publicitarias. O sea, la demanda se convierte también en oferta. Se introducen criterios ajenos a la oferta y la demanda, para mantener un ritmo de consumo creciente, que es una manera de fabricar demanda.
.
Cuando se me gastó el cartucho de tinta de la impresora me asombré de la diferencia de precio de comprar uno nuevo, 4.800 ptas., a recargarlo con dos botes de tinta, 1.800 ptas., para dos veces. En total recargué ocho veces el primer cartucho, sin problemas. Al noveno tuve que comprar otro nuevo. Éste únicamente pude recargarle tres veces. Me quejé en la tienda y me explicaron que es debido a que hay unos derechos de patente y no se puede diversificar el producto, falla la competencia, de manera que hay un sobreprecio, pero lo que contó a continuación me dejó estupefacto: los nuevos cartuchos se fabrican con sensores más delicados, para que no se puedan recargar más que dos o tres veces y mantener intacta la misma calidad. De esa manera se venden más.
.
Hay redes de ventas que ofertan una colección de libros, a cambio regalan un televisor, una vajilla y una aspiradora. El comprador cae en la trampa de los oradores, cuando lo que se vende son las cosas “gratuitas” y se deshacen de mercancía inutilizada. Cuando los periódicos ofrecen un CD-Rom, unas monedas conmemorativas, libros, cubiertos con un escudo grabado es todo esto lo que venden, para regalar el producto. Todo lo cual se sabe, pero no tenemos conciencia de ello. Los niños suelen querer un bollo, Fosquitos, bollicaos, cereales y demás por el juego o chisme que “regalan”.
.
La economía clásica se ha transformado completamente. A pesar de lo cual se mantienen los mismos esquemas de cobertura laboral y se reproducen los criterios políticos de hace años. “Hoy el problema no es como obtener producción suficiente, sino como consumir la producción”16. La oferta determina la demanda. No se atiende a las necesidades que deberá cubrir según la demanda. La ley de la oferta y la demanda ha quedado trastocada, funciona no como mecanismo del mercado, sino como sistema de control. La demanda se puede crear. Los grandes emporios, las multinacionales conforman lo que Jhon Kenneth Galbraith, denomina “tecnoestructuras”. Este catedrático de Economía en la Universidad de Harvard, plantea en su obra “La sociedad opulenta” (1.958) la necesidad de producir menos bienes de consumo, ante el hiperdesarrollo que supone tal exceso y que revierta la riqueza en más servicios públicos.
.
El discípulo de Alfred Marshall, a quien sucedió en la cátedra de Cambrige el año 1908, Alfred C. Pigou, desarrolló en 1.920 la idea de economía de bienestar. Estudió los fallos del mercado, así como los efectos de las economías externas (externalidades). Fue el pionero en incluir en los análisis económicos los costes de la degradación medioambiental. Entiende que el Estado debe intervenir, mediante el cobro de impuestos para las externalidades negativas, lo que al cabo de sesenta años se ha logrado mediante las ecotasas, y subsidiar a las empresas con externalidades positivas, lo que se ha establecido también al cabo del tiempo, para facilitar medidas correctoras en las empresas con el fin de evitar la contaminación o la erosión del suelo. Más tarde, el premio Nobel de Ciencias Económicas en 1991, Ronald H. Coase, analiza que respecto a las externalidades no es el mercado lo que falla sino otros factores como el derecho de propiedad o los costes de las transacciones. En la actualidad hay un freno preventivo, como es la ley de Evaluación de Impacto Ambiental, que únicamente se exceptúa la valoración negativa en caso de ser una necesidad social que hace que sea declarado un proyecto de interés general. Las tasas se acaban incluyendo en los costes de producción, los cuales se reflejan en los precios. La cuestión de la propiedad queda fuera del alcance económico. Ocurre que , por ejemplo, en el caso de las pizarreras las medidas correctoras aumentan los gastos de producción, lo que hace que aumenten los precios. En determinadas fábricas se subvenciona la implantación de depuradoras para limpiar los vertidos al río, o filtros para evitar que las substancias tóxicas vayan a parar al aire que respiramos. El mercado falla en cuanto que no contempla el valor ecológico. Cuando lo hace ya es un problema de costes, pero en cualquier caso la demanda con conciencia ecológica es escasa y , en la práctica, acaba siendo la ley (la intervención directa del Estado) el único factor capaz de regular las externalidades negativas. Es la manera de defender a los ciudadanos de las agresiones medioambientales que afectan a la salud pública. Bien sea por la limitación o un impuesto disuasorio. ¿Pero en qué fallan las medidas y ante qué ceden los análisis teóricos sobre el bienestar económico? Transigen ante la necesidad de generar empleo. Crear puestos de trabajo se convierte en una necesidad de interés público. Con la renta básica se desvía la centralidad del empleo. Sólo entonces la economía puede funcionar teniendo en cuenta los costes negativos de las economías externas.
.
La publicidad es un engranaje que interviene en la economía y en la mentalidad de los ciudadanos. Se nutre de esta, pero la orienta según los intereses de quienes la diseñan. La mayoría de los ciudadanos consideran que no pueden ser manipulados, porque no hacen casos de los mensajes en anuncios. Se fijan en el último eslabón de sus efectos, el que es visible. El bombardeo permanente pasa desapercibido, lo mismo que el conjunto de anuncios que incitan a consumir. Forma parte del paisaje social. Las características sicológicas de los consumidores, ansiedad, falta de autoestima, sensación de fracaso, se engancha en mensajes de euforia, o de tranquilidad. Comprar es ser feliz, comprar es bienestar. Todos los mensajes tienen un denominador común: comprar. Luego se hace referencia a un producto y por último a una marca. Pero no actúa únicamente el anuncio, hay una red de relaciones públicas, de casas de venta que hacen de la oferta y la demanda un fin. Deja de ser una ley del mercado, para ser un objetivo primordial. Sin embargo regula la vida económica, y por eso no encaja la economía y la realidad. Cualquier política de empleo y promesas de crear puestos de trabajo son absurdas. Pero repetir, una y otra vez, que se va a solucionar sirve de instrumento publicitario para el mercado político, de cualquier opción, que necesita votos.
.
Las fases de la industria de la imagen se ejecutan mediante las técnicas sicológicas. Primero se capta la atención, luego se provoca interés e identificación con lo que se anuncia y termina generando deseo en el sector de la sociedad al que va dirigido. A cuenta de repetir, repetir y repetir un mensaje se acaba asumiendo como un requerimiento de la conciencia de cada cual. Para actuar se hacen estudios de la personalidad de los futuros clientes y se marcan uno objetivos, que dependen de la campaña de promoción.
.
Es curioso que en el mercado de los niños cuando surge una moda, la de los tazos, los cromos de la guerra de las galaxias, los caos, las manos locas, los rapers, los stickers, los pikers, los Power Ranger es de manera generalizada. Fuera del periodo que dura la campaña ningún güaje hace caso. Lo que les ha entusiasmado, que sin ello no pueden vivir, se pasa la moda y no les interesa lo más mínimo. Luego no es por el objeto en sí, sino por la sensación que se crea en el ambiente. Una película patenta los muñecos de sus personajes y los cromos. Se venden masivamente en un tiempo limitado y se pasa a otra oleada de consumo. Los regalos asociados a un producto llevan la marca, de manera que el niño o adulto que lo exhibe se convierte en un propagador de tal mercancía. La socialización de nuestros hijos se hace en primer termino como consumidor, como espectador de la televisión.
.
La industria de la moda y del diseño mueve billones de pesetas. ¿Qué produce? Imagen. Una modelo de lujo pasan por una pasarela gana infinitamente más que un minero, que un albañil. Es un trabajo cotizado. Quienes diseñan se hacen multimillonarios con el lujo vacío. Luego se reproduce en el mercado. Cada consumidor quiere ser original, y lo es consumiendo un tipo de diseño, una imagen. Konrad Lorenz17 ha analizado el fenómeno de la moda como una forma de indoctrinamiento de masas, en la medida que “proporciona los métodos más irresistibles para manipular a las grandes masas humanas, mediante la coordinación de sus afanes, a partir del común empeño humano de exteriorizar su pertenencia a un grupo cultural o étnico”, que en la actualidad puede referirse también a una clase social, a la que pertenece o aspira, a una tribu urbana determinada, etc. El problema surge cuando de una conducta intrínsecamente humana se hace un negocio y se controla y dirige desde los centros de poder, no siempre políticos, sino, especialmente económicos.
.
La percepción de los mensajes es tan insistente que para dar las noticias no basta con contarlas, se repiten en la radio cada hora. Lo cual va mucho más allá del uso partidista de la televisión pública que denuncian los partidos políticos de la oposición, los cuales ven menospreciado sus mensajes y engrandecidos aquellos que lanza el partido que gobierna18. El telediario es insistente. Si uno se fija sólo en un informativo una noticia que quieren que se convierta en opinión pública, sobre todo en referencia a las declaraciones gubernamentales, se reitera cinco veces:
1.- En la presentación., avance informativo.
2.- El locutor cuenta la noticia.
3.- Una voz del reportaje de la noticia comenta lo mismo.
4.- El protagonista de la noticia hace una declaración, sobre la que han comentado sus palabras, textualmente.
5.- En el resumen de las noticias.
.
La producción de imágenes da lugar a la sociedad ornamental. Las plazas y las calles de las ciudades dejan de ser para una función, de la que se apoderaron los coches, y así continúa, pero se hacen zonas peatonales, para atraer el turismo, para dar una imagen de ciudad bella. Se venden objetos de artesanía, fabricados industrialmente para adorno, no para uso. La mayoría de las cosas que se venden, en ropa, objetos es, en una parte muy importante, para dar una imagen, para adornar. Lo que antaño fue la función del lujo, la apariencia, hoy se ha generalizado como tendencia.
.
La economía funciona, vivimos en la sociedad del gasto, a costa de consumir. Cuando sobrepasa el límite de lo sostenible es cuando se toman medidas para paliar lo que se ha fomentado y potenciado. Por ejemplo el consumo de tabaco se desarrolló con costosísimas campañas publicitarias. Hasta que los gastos sanitarios fueron insoportables para las arcas del erario público. Es entonces cuando se han tomado medidas para evitar su consumo, como no hacer publicidad, pues ésta incita al consumo, evidentemente. También se advierte que fumar es malo para la salud. Con los accidentes laborales se comienza a tener en cuenta las medidas de seguridad, pues supone una merma económica su desatención. En las carreteras se hacen campañas para la seguridad vial, pero no se aborda la base del problema porque la industria del automóvil es de una fuerza económica que no es controlable, aunque se acabará haciendo. El exceso de velocidad provoca la mayoría de las muertes en carretera, a parte del factor humano, por beber o falta de atención, pero a una velocidad mínima, que marca el código de la circulación la siniestralidad disminuiría notablemente. Los automóviles son sin embargo cada vez más potentes, más rápidos y por muchas medidas de seguridad que introduzcan no son suficientes. Limitar la velocidad del vehículo es imprescindible, pero no es posible porque la potencia del motor forma parte de la competitividad del producto. El informe de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) elaboró un informe hecho público en Octubre de 1999 según el cual desde 1995 al año en que saca a la luz el informe, los accidentes de tráfico han aumentado en un 24%, siendo en la mayoría de los casos la alta velocidad la causa principal. Indica que con 97.570 accidentes, 147.000 víctimas, seis mil de ellas mortales, el problema adquiere proporciones epidémicas. Se hacen anuncios en los medios de comunicación, campañas educativas en los colegios , pero sigue aumentando.
.
Como dato curioso está la experiencia de los camioneros que hoy están jubilados. Me cuenta alguno de ellos que a principio de los años sesenta todos los del gremio iban con una botella de coñac en el camión, y cuando se reunían cinco o seis que coincidieran en un reparto caía entera. Al llegar a un pueblo para recoger la leche , por ejemplo, la pareja de la Guardia Civil les esperaba para tomar un trago y luego seguir el itinerario. Hoy esto es impensable, pero curiosamente no hubieron casi accidentes y siempre se consideró un estimulante, para el frío y el ánimo de pasar horas y horas al volante. ¿Cómo es posible? Les he preguntado a quienes me han comentado tal anécdota. Que a lo más que podía correr un camión era a 60 Km./hora y cómo mucho, forzando el motor a los setenta por hora. En la actualidad se han establecido limitadores de velocidad, pero acaban siendo trucados. La rapidez se exige y estimula con incentivos económicos. Los cuales superan las multas que hay que pagar por exceso de velocidad, así se observa en los mercados de mayoristas de alimentación que pagan un plus por llevar a Madrid el pescado de la costa en menos tiempo, lo que supone más peso del producto y mejor calidad. Quienes no acepten tales costumbres se ven desbancados por los que sí, y se contrata ya con esa condición no escrita. Para quien tiene que pagar las letras del camión es un riesgo añadido, que asume pues la competencia es cada vez mayor y los camiones están preparados para tales tareas. Lo malo es cuando surge algún imprevisto y se pierde el control. No es algo que ocurra todos los días, pero de lo que se trata es de comprobar como el dinero y la función económica condicionan nuestras vidas, más allá de lo necesario y su poder se convierte en ambición, que a su vez se necesita (no como necesidad real sino del sistema económico) para sobrevivir, ya que se ha montado la economía sobre este modelo, resumido en la fórmula: “o lo tomas o lo dejas” , y si no se encuentra nada a cambio el trabajador queda a la deriva en la sociedad.
.
Estudios de la economía de la salud han comprobado que una peseta en prevención ahorra doce usadas para curar. Es lo que ha dado lugar recientemente a realizar campañas informativas en las escuelas y asociaciones de amas de casa sobre nuevos y saludables hábitos alimenticios. Y lo que más influye en la salud son las condiciones de vida, las cuales se ven alteradas por la actividad laboral, la inseguridad del empleo, la rivalidad entre compañeros y con la necesidad de cubrir objetivos empresariales.
.
La sociedad del malestar se oculta con la imagen de bienestar en el consumo, de tal manera sucede que se percibe individualmente, pero no es medible de manera colectiva. Por el contrario las medidas de crecimiento económico o los parámetros del estado de bienestar sí se pueden medir y hacer visibles. El pueblo, como conciencia colectiva de las personas, queda inerte, sin función social, sin empuje, sin reivindicación y sin capacidad de luchar. Las gestiones se hacen a través de objetos colectivos que forman parte del engranaje que domina las conciencia de los ciudadanos: sindicatos, asociaciones de consumidores o de vecinos, instituciones que reducen la participación a emitir un voto. Lo que fueron organizaciones de lucha en la sociedad industrial y ante gobiernos totalitarios se adaptan a la tecnología social y se dedican a negociar, porque tampoco pueden hacer otra cosa al mantener sus criterios antiguos, los cuales han sido superados y por eso son fácilmente controlados. En los convenios colectivos, en negociaciones de trabajadores se dedica a buscar una subida salarial del 3 o 4 por ciento. Se defiende el poder adquisitivo del obrero o del pequeño empresario. Tales objetivos se han convertido en lo más importante.
.
El economista Wilhelm Röpke19, considerado como uno de los inspiradores del llamado “milagro alemán”, después de la II Guerra Mundial, realiza un reflexión sobre la sociedad que se construye sobre el fundamento del libre mercado, al cual defiende pero solicita una llamada de atención en cuanto al peligro que supone organizar la sociedad sólo sobre una carrera constante o atender al aumento de productividad y al precio de las cosas, lo cual acaba devorando la cultura y los servicios sociales necesarios, a lo que habría que añadir, también el medio ambiente. Pero atiende, este autor, una característica todavía más de temer, al gigantismo despersonalizador: “Aquellos que tienen en sus manos las riendas de nuestro mundo, están aquejados de la enfermedad de la concentración (políticos, dirigentes de la economía, redactores jefes y demás ) intentan llevar una tarea para la que no está capacitada la naturaleza humana. Esa sobrecarga se deja sentir en todos los niveles. Sólo pueden llevar a cabo su tarea al precio de una constante amenaza de angina de pecho, carecen cada vez de más tiempo para una serena reflexión o para la lectura atenta de un libro. Lo que es una grave amenaza para el la marcha de la cultura…. Nuestra cultura centralista se distancia cada vez más del hombre y de su medida, ha alcanzado un punto tal que está ya en juego su capacidad de funcionamiento”. Para salvar está grave situación se han creado gabinetes técnicos, consejos de asesores, modelos de análisis de sistemas, para estudios de la realidad y buscar soluciones a los problemas, económicos, políticos, sociales, pero se trata de intervenciones técnicas, sobre criterios estadísticos que salvan una situación para sustituirla por otra que requerirá otra intervención “técnica”. Ya no se cuestionan las premisas ni las causas sobre las que se asienta la sociedad porque carece de valor y no se desarrolla la reflexión y el pensamiento como actividad intelectual. El debate político se ha sustituido por la imagen y la publicidad de los candidatos y los programas de los partidos son más ofertas comerciales para ganar votos que propuestas serias.
.
Para mantener el control en la población se ha esparcido la clase media. Fijar la conciencia de bienestar. Basta tener trabajo. Si el trabajo es fijo mejor. No son pocas las parejas que trabajan los dos cónyuges. ¿Tienen conciencia obrera? No, la tienen de consumidor. Y este es el pensamiento dominante. Además es el deseo de los que económicamente están por debajo. Se pierde entonces la conciencia de la precariedad del trabajo, como algo consustancial a la denominada sociedad moderna. Verónica Viñas y Sonia Vizosa, exponen en un trabajo sobre la búsqueda de empleo que “la sociedad del bienestar busca, en realidad, esclavos, con disponibilidad de horarios y libertad para la movilidad geográfica”. 20
.
La sociedad del malestar es también la que se genera del bienestar. La que es provocada por el excedente de consumo, insaciable y voraz, de los ciudadanos y de las empresas cuyo afán por el beneficio y la competitividad a este respecto ciega de tal manera que se provoca un fanatismo económico que no tiene límites y que sumidos como estamos en tal mentalidad no somos conscientes. Y sobre todo porque hasta la década de los ochenta el capitalismo se erigió como bandera de la libertad frente al comunismo. Hasta que emanaron corrientes de pensamiento contrarias a ambas tendencias totalitarias, una respecto la economía otra desde el punto de vista ideológico. En cuyo espacio se desarrolla el ecologismo y el feminismo, que han encontrado un espacio en la sociedad que poco a poco se amplía.
.
La economía occidental y del bienestar se apoya y sustenta sobre el drama del Tercer Mundo. Primero el colonialismo para saquear a estos países, no menos desarrollados, sino con otros modelos de desarrollo económico, otros criterios culturales. Después la dominación económica, que mantiene el control político sobre zonas estratégicas. Cada caso sirve de ejemplo. Tomemos como muestra el de Timor. Colonizado por Portugal y Holanda, tras la II Guerra Mundial. Holanda abandona y desde 1.974 Portugal, tras la revolución de los claveles. Se esquilmaron los suelos, se deforestaron los bosques. Un año después es anexionado por Indonesia. Esta nación es el décimo país productor de petróleo, que explotó la compañía anglo holandesa Shell. En 1.965 fue nacionalizada la industria de extracción de este combustible, por el régimen comunista de Sukarno. Occidente apoya y financia una revolución para aniquilar el comunismo, con un precio de 700.000 muertos. Devuelve la prospección de petróleo a las compañías extranjeras. En 1.992 Indonesia firma un contrato con 12 compañías extranjeras para extraer petróleo del mar de Timor. Riqueza que encontró junto con Australia. Ëste país adquirió sus derechos tras un pleito con Portugal, otorgado por un tribunal internacional. El consorcio que explota los depósitos está encabezado por Shell y la compañía Chevron. Con la independencia Indonesia pierde un gran negocio y las multinacionales deben asegurar sus beneficios, para que los gobiernos de la comunidad internacional intervengan. Dosificar la violencia permite debilitar la reclamación de un pueblo e imponer sus condiciones. Se controla el uso de la fuerza y la paz. Y la dominación económica continuará, incluso con la independencia.
.
Esquemas similares suceden en otros conflictos en relación con países en vías de desarrollo. Los intereses económicos se imponen. De no ser por el conflicto de España con Chile, por el caso de extradición de Pinochet, nada se hubiera sabido de una represa que quiso construir ENDESA en el río Bío Bío. Un tribunal de Chile lo paralizó en Septiembre de 1.999. La noticia tampoco ha sido muy conocida. Se ha evitado inundar 3.500 hectáreas de tierra en las que viven miles de familias indígenas pechuendes. El éxodo de este pueblo hubiera pasado desapercibido ante el incremento de bienestar de una población próspera y rica de Chile y de los accionistas europeos que hubieran visto incrementado sus beneficios, lo mismo que en relación a la empresa constructora que realizase la obra. Ésta entraría a contabilizar los índices de crecimiento económico, del Producto Nacional Bruto de España y del Producto Interior de Chile, pero el malestar de los indígenas afectados ¿quién y donde se mide? cada vez que una multinacional del petróleo perfora nuevos pozos en la Amazonia ecuatorial las tribus siona-secoya, los shuar y ashwar ven alteradas sus vidas y peligra su supervivencia.
.
Las guerras de Angola, Congo, Sierra leona, Somalia, Etiopía y demás tienen un fondo similar. Cuando fueron colonizados sus tierras agrícolas fueron destruidas para dedicarlas al monocultivo, a cuenta de abaratar e incrementar el consumo en los países ricos. Luego las multinacionales tomaron el Poder, con gobiernos a sus servicio. Se aprovechan de la mano de obra barata y sin Seguridad Social. El precio de las materias primas baja, pero los productos manufacturados por las industrias accidentales aumentan. Por otra parte el dinero que ganan los gobiernos con este sistema, vuelve a los países del bienestar mediante la venta de armas, que hace que los gobiernos mantengan su poder. Las grandes empresas controlan a los gobiernos del Tercer Mundo y estos someten a sus pueblos. En la vorágine del consumo no se ve. Únicamente cuando la catástrofe se ha llevado a cabo, entonces las imágenes de televisión hacen que muchos se apiaden y den un donativo, pero sin dejar de participar en la causa del desastre.
.
Un estudio de Intermón demuestra como por cada 800 pesetas que se paga a un campesino de la Amazonia peruana por un árbol de caoba las industrias madereras perciben en Londres 800.000 pesetas21. En esta selva actúan también compañías petroleras y aceiteras (de palma) amenazando la supervivencia de los Ashuar. El gobierno ecuatoriano realizó una concesión de explotación petrolífera a Conoco, Ecuador, empresa subsidiaria de Du Pont, en tierras Huaonaris. A lo que se incremente la construcción e un oleoducto y una carretera que esquilma la zona. Mientras esta multinacional hace alardes de política medioambiental pagando becas para la defensa de la naturaleza, la protección del oso pardo y el reciclaje del plástico. Yanomamis, Xavantes, sarawak y cientos de pueblos apuntan a sus extinción ante el progreso y bienestar económico de occidente22.
.
La deuda externa de los países pobres se lleva el 60% de la Renta Nacional para pagar, exclusivamente los intereses. La ayuda es otra forma de control, despiadado. Luego se abre un mercado para el excedente de todo tipo, incluso de medicamentos caducados, plaguicidas prohibidos para los países que dominan el mercado mundial. El expresidente de Tanzania, Julius Nyere, explico la situación muy gráficamente cuando dijo: “Por favor, no nos echen una mano, quítennos el pie de encima”.
.
Un estudio de coordinadoras de ONG para el Desarrollo, publicado en Febrero de 1.999, declara que las tres últimas inversiones de las fuerzas armadas españolas (Avión EP.200, la fragata F.100 y el tanque leopardo) ha supuesto un gasto de 1´6 billones de pesetas. 27 veces el presupuesto destinado a cultura. El triple de la inversión prevista para crear empleo (473.000 millones de pesetas) y más de la mitad del déficit del Estado. A parte se han dedicado 49.939 millones de pesetas para investigación militar. ¿Qué defienden? es la pregunta. Quizá la guerra contra la pobreza sea la batalla que se deba afrontar de inmediato.
.
Otro informe sobre el desarrollo humano de la ONU, cuya actividad también es un producto de consumo, un ornamento más para nuestra civilización, indica que bastaría dedicar lo que se gasta en cosméticos en Estados Unidos para poder dar enseñanza básica a los niños de todo el planeta. Con lo que se gasta en animales domésticos en Europa y Estados Unidos se puede garantizar la salud y la nutrición suficiente en todo el planeta. Tales datos comparativos ponen de manifiesto el abismo que separa y al mismo tiempo relaciona el malestar de una sociedad pobre y otra rica, amparada en el Estado del bienestar.
.
La deuda externa de los países en vías de desarrollo ha crecido, según datos del Banco Mundial, en un 8´05% de 1980 a 1995. Ocurre que esto hace que sus economías estén intervenidas por los países ricos, y más por las multinacionales que exigen a los gobiernos políticas de ajuste del Fondo Monetario Internacional. Lo que consiste en provocar la caída de los precios de las materias primas, la subida de los productos manufacturados y la especulación de los negocios en las inversiones de Bolsa. Los beneficios se privatizan, pero las pérdidas se socializan. El resultado son catástrofes humanitarias en forma de hambruna y guerras y desastres ecológicos irreparables. Ante tales consecuencias los pobres cada vez son más pobres y los países desarrollados se benefician más, pues los planes de ajustes ante la inestabilidad social son planes de recorte del gasto social. De ahí que Cáritas exija como única manera de romper esta espiral de desastres y mal estar material la condonación de la deuda externa e invertir su parte en mejoras sociales.
.
En Septiembre de 1999 Intermón lanza la campaña de destinar el 8% de la ayuda oficial española a la educación básica de países en vías de desarrollo. En 1997 la ayuda oficial para tal objetivo fue el 2´7 %. Lo que exige cancelar la deuda externa de manera que los recursos ahorrados puedan beneficiar a los habitantes de tales países.
.
.
- 18 Joaquín Almunia, Secretario general del PSOE, declara a los periódicos, 23 de octubre de 1.999: “En TVE se manipula a fondo, de manera consciente y sistemática, con técnicas visibles cada día”. Ésta es una deformación informativa con criterios políticos. La más profunda es aquella que no se percibe. Precisamente la manipulación se reconoce en que no es reconocible. Su técnica pasa desapercibida para la víctima.