Quienes partimos de una experiencia de escribir previa a Internet tenemos algo diferente que aportar. La comunicación desde una pantalla y de manera inmediata y global no sustituye a del papel. Amplía  su ser  y lanza lo que escribimos.

Adaptarnos, sí, para no dejar que nuestras obras cultiven polvo en las estanterías y queden dormidas en los cajones. Porque queremos cabalgar con las palabras. Pero la comunicación global no debe ser efímera, circunstancial,  sino brotar de lo íntimo y  profundo de pensar, sentir.

Foto de Ramiro Pinto

«Los mendigos, sobre todo los de alma noble, no deberían mostrarse nunca al exterior, deberían pedir limosna a través de los periódicos», de Fiodor Dostoievski en «Los hermanos Karamazov«.

Y si quieres apoyar a personas que escribimos sin ganar nada, puedes hacer una aportación a:

PayPal

 

Gracias.