La Renta Básica surge como respuesta al desarrollo tecnológico aparte de las ideas filosóficas que puedan derivar de esta propuesta, en cuanto a ser la base de la libertad individual en nuestra sociedad, o el fundamento de los demás derechos sociales, en cuanto que garantiza la supervivencia de las personas de manera universal.

Nuestro modelo económico surge de la sociedad industrial, así como otros modelos que plantean una organización económica diferente, como fue el comunismo. Entre el modelo liberal y el comunista apareció otro intermedio: el keynesianismo, que fue la teoría de economía política de las políticas económicas de la socialdemocracia. Todos estos modelos han desembocado en otra realidad, por su desarrollo y por aparecer nuevos factores, como la tecnología y la globalización.

Mijail Gorvachov en su libro “La perestroika”, explica la necesidad de un cambio en el modelo del socialismo soviético, porque se había ideado para la sociedad industrial por lo que había dejado de funcionar al haber nuevas tecnologías que sustituyen la fuerza del trabajo humano. El comunismo había entrado en un colapso. De ahí su intento de “reestructurar” (perestroika) el modelo comunista. Pero la avalancha del capitalismo y la quiebra del partido comunista, que había caído a niveles máximos de corrupción, hizo que se pasara directamente al modelo capitalista, en el cual iba a tener un amplio recorrido, pero sólo durante unos años.

El problema es que el propio modelo capitalista, sea un su versión monetaria (liberal) o keynesiana (socialdemocracia) ya no sirven. O sirven para enriquecer a unos pocos y dar empleo a una parte de la población nada más. No es posible salir de la crisis, sino del modelo, y esto es lo que apunta la Renta Básica. La rémora del modelo industrial junto a la mentalidad que ha generad nos impide avanzar y como consecuencia la sociedad se estanca. Nos atenaza una deuda que es imposible de pagar por más que se reduzcan las prestaciones con dinero público, sea en sanidad, educación, por más que se quieran abaratar los salarios, congelar y bajar las pensiones. Porque las “medidas de ahorro” provocan una retroalimentación que hace que cada vez haya menos dinero público para los servicios que ha establecido la llamada “sociedad del bienestar”. De esta manera la crisis se agrava permanentemente. Sucede como el símbolo del Ouroboros, la serpiente que se come a sí misma. De esta manera la crisis hace que nos devoremos como sociedad, desapareciendo muchos logros y conquistas sociales que a su vez harán que perdamos más.

¿Qué ha sucedido?. Algo tremendo de lo que no nos damos cuenta, lo hemos asumido sin ver que es el fondo de los males que nos acechan: alterar la naturaleza del trabajo convertido en empleo, es decir trabajo asalariado, que ha dejado de ser un medio para resolver las necesidades humanas, tanto individuales como colectivas, para ser un fin en sí mismo. Esto trae varias consecuencias nefastas para nuestra sociedad y para las personas.

1.- Kant expone en su obra “Crítica de la razón práctica” que todo hombre ha de ser un fin en sí mismo, pero el modelo económico nos convierte en medios para ser instrumentalizados. Para cobrar una prestación, que alguien necesita para sobrevivir, se le exige unos trabajos o cursos con la mera función de someterle, convertirle en un medio económico, lo que va mucho más allá de la explotación. Esto hace que cada vez se eliminen derechos laborales que han costado luchas y un gran sacrificio a lo largo de la Historia. Se eliminan prestaciones en sanidad, educación, en asistencia social, en ayudas a personas dependientes, etc. El fin es el empleo, pero tampoco se logra, porque el fin es el modelo económico, que siga y siga aunque carezca de sentido y de eficacia, aunque no sirva.

2.- Ha llegado un momento en el que la inversión de la naturaleza del empleo ha hecho que, en lugar de crear riqueza, el trabajo cueste dinero. Lo cual ha vaciado las arcas del Estado durante años y nos ha endeudado a una escala insostenible. Para crear empleos se han hecho infraestructuras que no sirven para nada y son deficitarias cada año, porque hay que mantenerlas y su uso no responde a una demanda real. Esto lleva a que se desarrolle la economía de la corrupción. Todos los casos desde los ERES de Andalucía, a los casos de Bárcenas, Urdangarín, Gurtell, del hijo de Pujol, etc… tienen todos un denominador común: llevar dinero público a bolsillos privados. Lo cual exige para lograr el pago de la duda embargar una parte de las fortunas de políticos y empresarios obtenidas ilícitamente y otras que de manera legal han abusado del modelo de inversión pública. Para crear empleo se fraguó el Plan E, por ejemplo, y aumento el paro, pero sólo el 23% del dinero dado fue a salarios, porque se ha tergiversado la aplicación de inversiones públicas, que es que el dinero público sea para empleo público. Sin embargo se han privatizado todas las empresas y servicios desde los ayuntamientos al Estado. Lo cual nos ha llevado a la economía de la corrupción.

3.- Al ser el empleo un fin en sí mismo se han creado negocios e industrias agresivas con el medio ambiente, sin importar éste para nada, lo cual nos ha salido caro a la larga, pero se insiste y se piensa salir de la crisis devastando lo poco que queda de la naturaleza. Cuando ya no haya nada que destruir ¿qué haremos?. O como dice un poema: comamos el último pez, envenenemos el último río, talemos el último árbol y nos daremos cuenta de que el dinero no se puede comer.

Los estudios sobre el fin de muchas civilizaciones coinciden en observar que aquello que las creó es lo mismo que las destruye, porque han logrado unos cambios a los que no se adaptan por la inercia del pensamiento. Precisamente la Renta Básica sirve para adaptar la economía a la nueva realidad actual definida por las nuevas tecnologías aplicadas a la producción y por la globalización. La tecnología sustituye el empleo produciendo más mercancías, por lo cual hay dinero suficiente, por eso cuando se dice que no lo hay, lo que planteamos no es ¿cuánto dinero hace falta?, sino ¿cómo organizamos el dinero que hay?, y ya no puede hacerse a través del empleo, porque no hay ni habrá suficiente.

La Renta Básica es una cantidad de dinero que recibe mensualmente toda la ciudadanía, de manera incondicional, no a cambio de hacer trabajos que los devaluaría. Es una medida personal, no familiar, por lo cual es universal, pero se plantea de manera urgente e inmediata para desempleados que no cobran prestación alguna y para estudiantes y menores de edad de familias sin recursos. La cantidad a recibir se valora según el umbral de la pobreza, por lo que como mínimo dejará de haber pobres. También hay que plantear un nuevo modelo fiscal, pero ésta es otra historia.

19-S 

Como teoría económica la Renta Básica responde a la pregunta que ninguna otra teoría soluciona: el crecimiento económico ¿hasta dónde y hasta cuándo?, ¿hasta que haya una guerra como final de ciclo y haya que reconstruir las cosas que se han destruido?, ¿hasta que no quede nada de la naturaleza?. La respuesta que proponemos es: hasta que sea posible la Renta Básica. Pensemos que el crecimiento indefinido no encaja con un mundo de recursos limitas y con un espacio idem, en León no se pueden construir 20 millones de viviendas, aunque se intente, porque no caben. Luego…

Se acusa a la Renta Básica de alimentar a vagos, pero es que la tecnología ahorra mucho esfuerzo. El invento de la rueda podrían decir que fue para vagos, pero ¿quién no la usa hoy?. Una piedra grande en lugar de llevarla tres personas la puede llevar uno. La Renta Básica cumple esta función, porque sirve para que funcione (ruede) la economía al crear otro modelo que es posible y es necesario.

 

Por otra parte la Renta Básica es la base de los demás derechos humanos, por eso hay que concebir esta propuesta como un derecho humano en la economía, pero no por arte de birlibirloque, sino como evolución de los derechos a la sanidad, a la educción, a una vida digna, etc. Vemos que éstos no avanzan, porque sucede como una corriente de agua que llega a un muro de contención, al no avanzar retrocede. Hay un muro mental y de intereses que no dejan avanzar los derechos en la nueva realidad, entonces retroceden al no permitir su evolución. Ergo la Renta Básica.