10 y 11 de abril , 2020. Ayer fue Viernes Santo. Se oyó la música de Semana Santa que acompaña a las procesiones. Impresionaban los toques de las bandas que salían de alguna casa viendo la calle vacía. A ratos llovió, por lo que sin cuarentena tampoco habría salido la procesión. Mi vecino estuvo en el balcón con la túnica de papón puesta. Un acto simbólico, y curioso, ya que cada año por estas fechas son mirados, los pasos y hermanos de las cofradías, desde las casas, con las calles abarrotadas. Este año eran los papones quienes miraban.
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