Lo que me motivó para continuar la larga lectura del libro de Bernal fue que es de Medina del Campo, Valladolid. Su padre regidor medinense, igual que Garci Rodríguez de Montalvo, autor del libro “Amadís de Gaula”, que tanto aparece citado en la obra de don Quijote. Se conocieron. Llevé varios años estudiando esta obra de caballería en relación con la que escribió Miguel de Cervantes.
El elefante de Saramago
“El viaje del elefante”, de José Saramago es una obra literaria a la que, personalmente, no llamaría “novela”. Hace de la ironía un auténtico arte. Lo que en tierras de León llamamos “la retranca”, que maneja con gran maestría este escritor portugués.
La no escritura
La no escritura no se trata de aquello que no escribimos, no exactamente. Sea porque no nos atrevemos, porque no nos sale o porque «de cuyo nombre no quiero acordarme». No. Es otra idea, o mejor decir que se trata de una percepción que al visitar hace poco una exposición sobre la caligrafía turca, de una de sus modalidades cuyo autor es Murat Kahramon, me he reafirmado y atrevido a escribir al respecto.
Bodoque IV
¡Ay!, ¡lo que me ha sucedido! amigos. Me han entrado ganas de llorar. No volveré nunca más a contar nada de los bodoques. Primero porque ya hay quien sabe a qué ciudad me refiero. Demasiadas pistas. Entonces me preguntan que si Bodoque es el nombre de algún rey y me quedo perplejo. ¿¿??
Va de bodoque (1)
¡! Sucedió tal cual voy a contar. Hay quien dice que siempre me pasa algo, pero sucede que al narrar cosas de éstas aparecen otros casos similares, no pocos, cuando los amables lectores comentan que a ellos les ha sucedido algo parecido. Cierto que a una mayoría no, porque como ya veremos la filosofía de quienes no quieren líos es “paga y calla”, pero cuando no lo haces y te encaras a una injusticia, por nimia que sea, sucede a veces este tipo de cosas.
¿Quién mira?
Me habéis preguntado algunos sobre lo que es mirar. También, no sin cierta indiscreción, si los escritos de la mirada tienen algo de autobiográfico. Es difícil responder, porque mi contestación sería «sí, en parte, aunque no». Y a la vez «un no rotundo, aunque no del todo».
Una extraña sensación
No es una sensación extraña, sino una extraña sensación, o sea que me resulta raro percibir la singularidad que a continuación os cuento, porque nunca me había sucedido tan intensamente y de manera tan nítida. Me hace pensar que el pasado permanece guardado en alguna parte recóndita de nuestro cuerpomente.
Entre Zola y Dostoievski
He tenido la suerte, nun
ca mejor dicho al ser fruto del azar, de haber leído por casualidad la novela “Terésé Raquin” de Emilie Zola, que encontré en una estantería en casa de una tía abuela. Un libro antiguo, sin saber de qué iba. Y acto seguido, por consejo de Joaquín Colín, leo “Crimen y castigo” de Fiódor Dostoievski.
¿Para quién se escribe?
Cuando se ha dejado de preguntar por todo, porque las respuestas están dadas, es necesario hacer como los niños y niñas que insisten en pedir nuevas explicaciones, porque la realidad es, finalmente, como comprendemos que es.
Castración del pensamiento
Asistimos a un nivel de debates y análisis de la realidad patéticos, que en general se extiende a todos los ámbitos, sea de la cultura, de la economía, del arte y demás. No hay contraste de ideas, sino que se ha impuesto el cotilleo como comunicación social, la insidia, acusar, donde mentir forma parte del juego y como todos lo hacen se acaba por admitir.
Deshumanizar
«Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos”. (Nietzsche). El autor del libro “Humano, demasiado humano” desnuda nuestro ser como especie y como individuos. Reconoce lo que somos, pero es necesario un marco de convivencia en el cual nos organicemos los humanos: la sociedad.
La fuerza de escribir
Me he dado cuenta de que hace falta mucha fuerza para escribir, fuerza física y psicológica. Llevo varias semanas sin hacer un escrito. Tan sólo un poema que cayó tal cual, como si durmiera la palabra y quisiera despertar. Lo leí en el Ágora de la poesía porque necesité expresarlo a modo de catarsis, hacer que saliera de mis entrañas*. Tuve ideas, quise hilvanar recuerdos y sensaciones por escrito, pero no pude.
Poesía
¡Ay!. En la década de los 80 participé en varias revistas en Madrid. Recibimos muchos poemas para publicar, por eso decidimos hacer una exclusivamente literaria, que se convirtió en una específica de poesía. Finalmente no salió. Pasados los años no me extraña. En aquel momento no pude creer lo que vi. El amor al ser y al cielo de los versos convertido en celosía, las caricias al horizonte en ver en qué página se sale. Su título iba a ser “El Parnaso”.
Belleza
A veces nos vienen ideas que no sabemos por qué las pensamos. Cuando escribimos tomamos nota de ellas. En ocasiones se convierten en el inicio de un poema, en parte de una historia que estamos narrando, pero en otras te hacen preguntar sobre su significado, como me ha sucedido a mí al venírseme a la cabeza que la belleza está en lo que no vemos.
Muerte
Para mí la muerte es un acto biológico. Más bien el final del funcionamiento de la biología que da vida a los seres vivos. Hay una reacción animal ante la muerte que perdura en cada persona. Es un acto íntimo de quien muere, sobre todo de quien sabe que va a morir. Pero también social. Porque la muerte afecta al entorno del difunto. Es en este aspecto en el que, lo que llamamos «muerte», manifiesta su animalidad, algo que queremos enterrar con palabras.
Divagar
Hablar o escribir sin concierto ni propósito fijo y determinado. Esta definición de «divagar» tiene para mí dos aspectos en cierta manera contradictorios.
Silencios
La función del arte
Se habla mucho de las ayudas al teatro, a la cultura, al cine. Parece que es el único debate posible y todo lo demás se da por supuesto. El teatro es cultura, se dice. ¿Y qué?. Es como decir que el cine es cine o que la cultura es cultura y que la poesía es poesía.
Las motivaciones de escribir
¡Cuántas veces escribir es una necesidad!. Hay diferentes tipos de necesidad. No es lo mismo la de un traje para ir a una fiesta, que la de comer un pedazo de pan. No es lo mismo la necesidad de escribir un sentimiento que una idea. Pero ¿por qué percibimos escribir como una necesidad?, sin que haya una ganancia material por hacerlo.
Feria del libro: Tratado del enamoramiento
El libro «Tratado del enamoramiento» de Ramiro Pinto será anunciado en la XXXII Feria del Libro de León 2010. Lunes, 24 de mayo a las 19:30 h.
LapizCero Ediciones.
En el Recinto ferial de León. Muy interesante.
Enamoramiento
El enamoramiento es un sentimiento por sí mismo, diferente del amor, de la convivencia, de la sexualidad, de la pasión. No es una primera fase del amor, ni un arrebato pasajero de la juventud. Es necesario cuestionar muchas teorías al respecto que mezclan ideas sobre sentimientos y emociones sin que tengan nada que ver.