La dualidad en la obra de Cervantes, entre don Quijote y Sancho Panza, la vemos reflejada en los conquistadores y refrendada en la obra de Bernal en la cual se marcan muy claramente dos partes. Por un lado hasta llegar a México y durante la conquista de este territorio con duras batallas y por otra después, cuando exigen sus derechos, piden honores y cargos. En la primera parte Bernal se refiere a Hernán Cortés como el «capitán Cortés», el compañero. En la segunda se refiere a él como «Marqués del Valle«.
La conquista de México según el soldado Bernal (1568) (IV parte: conquistadores y don Quijote)
Lo que me motivó para continuar la larga lectura del libro de Bernal fue que es de Medina del Campo, Valladolid. Su padre regidor medinense, igual que Garci Rodríguez de Montalvo, autor del libro “Amadís de Gaula”, que tanto aparece citado en la obra de don Quijote. Se conocieron. Llevé varios años estudiando esta obra de caballería en relación con la que escribió Miguel de Cervantes.
He visto morir a una paloma

Hace un rato asistí a la muerte de una paloma y me he puesto a escribir de inmediato para reposar una sensación extraña, que me emociona sin saber por qué, con la que dialogo y os hago partícipes. (Días después paso al ordenador lo escrito a mano)
Bodoque IV
¡Ay!, ¡lo que me ha sucedido! amigos. Me han entrado ganas de llorar. No volveré nunca más a contar nada de los bodoques. Primero porque ya hay quien sabe a qué ciudad me refiero. Demasiadas pistas. Entonces me preguntan que si Bodoque es el nombre de algún rey y me quedo perplejo. ¿¿??
Las lágrimas de van der Veyden
Vi recientemente en el monasterio del Escorial el cuadro de Rogier van der Veyden “El calvario”. Pintor de los Países Bajos (Bélgica hoy) que representa en esta obra la imagen de Jesús crucificado, su madre a sus pies en un lado y en el otro el discípulo Juan.
Verso / reverso y el teatro de la vida
He paseado por el Palacio de Velázquez del parque del Retiro. Mientras he mirado una exposición de cuadros del pintor polaco Andrej Wróblewski, de quién no tuve anteriormente ni idea de sus existencia ni con respecto a su obra. Me llamó la atención el nombre de la misma: “Verso / reverso”.
Desterrar a los sin rostro
Hace unos días asistí a una exposición de Danh Vo, un artista vietnamita, en el Palacio de Cristal del parque del Retiro. No voy a hacer un análisis ni crítica de la obra, sino contar el impacto que me produjo, porque ha sido para mí una experiencia curiosa.
Va de bodoque (1)
¡! Sucedió tal cual voy a contar. Hay quien dice que siempre me pasa algo, pero sucede que al narrar cosas de éstas aparecen otros casos similares, no pocos, cuando los amables lectores comentan que a ellos les ha sucedido algo parecido. Cierto que a una mayoría no, porque como ya veremos la filosofía de quienes no quieren líos es “paga y calla”, pero cuando no lo haces y te encaras a una injusticia, por nimia que sea, sucede a veces este tipo de cosas.
¿Quién mira?
Me habéis preguntado algunos sobre lo que es mirar. También, no sin cierta indiscreción, si los escritos de la mirada tienen algo de autobiográfico. Es difícil responder, porque mi contestación sería «sí, en parte, aunque no». Y a la vez «un no rotundo, aunque no del todo».
La mirada introspectiva
Vi un avión de papel que volaba cerca de donde estaba, en el parque de al lado de la estación de cercanías. Me di cuenta de que tenía algo escrito a lápiz. Cuando aterrizó en el suelo lo desplegué con cuidado y leí: «¿Por qué no te miras a ti?» Me quedé pasmado, impávido, absorto. Fue evidente que alguien lanzó una pregunta al aire. Pero ¿quién?
Los dos mejores chistes
Hace unos días nos juntamos un grupo de amigos para elegir los dos mejores chistes del mundo. Quisimos que hubiera al menos una persona de cada continente, pero fuimos un grupo de amigos y amigas en un principio, con curiosos que en un principio se adhirieron a este reto.
La felicidad y un cuento chino
Hace unos días disfruté de una experiencia placentera que muy bien se puede asociar a la idea de ¡felicidad!
Una extraña sensación
No es una sensación extraña, sino una extraña sensación, o sea que me resulta raro percibir la singularidad que a continuación os cuento, porque nunca me había sucedido tan intensamente y de manera tan nítida. Me hace pensar que el pasado permanece guardado en alguna parte recóndita de nuestro cuerpomente.
Entre Zola y Dostoievski
He tenido la suerte, nun
ca mejor dicho al ser fruto del azar, de haber leído por casualidad la novela “Terésé Raquin” de Emilie Zola, que encontré en una estantería en casa de una tía abuela. Un libro antiguo, sin saber de qué iba. Y acto seguido, por consejo de Joaquín Colín, leo “Crimen y castigo” de Fiódor Dostoievski.
¿Para quién se escribe?
Cuando se ha dejado de preguntar por todo, porque las respuestas están dadas, es necesario hacer como los niños y niñas que insisten en pedir nuevas explicaciones, porque la realidad es, finalmente, como comprendemos que es.
Diario: el ladrón de libros.
Cuando escribo a veces no sé cómo terminar, otras no sé continuar. Ahora no sé comenzar. Varias ideas centrales se atascan. Y me frena no querer crear malos entendidos. Fue hace mucho tiempo.
Diario: Mi amigo Miguel Hernández
No se trata del poeta de Orihuela, no. Es un amigo con el mismo nombre y apellido. Una persona especial, extravagante, que conocí durante el curso de COU en el instituto San Isidro de Madrid. Había repetido en su historial académico hasta cinco veces. Cambió de ciudad, de colegios. Aquel año tenía que aprobar como fuese, sobre todo la selectividad por asuntos familiares de los que nunca supe.
Los pecados de la literatura actual
En una de las tertulias de Amélie, durante el intercambio de opiniones y puntos de vista, planteé la deformación a priori que padecemos a la hora de valorar la literatura y hablé de los dos grandes pecados de la misma.
Diario: tauromaquia y poesía
El título puede resultar equívoco. Seguro que se piensa que voy a comentar sobre la poesía en relación el mundo del toreo. Mi hermana Loly quiere que cite a José Bergamín. Pero no. No voy a referirme a esta relación de literatura y tauromaquía. Sí hablaré de algo que motiva este escrito: el ambiente literario en relación a la poesía.
Diario: desde el balcón
Murió la madre de un amigo de hace mucho tiempo. Lo que se dice: un viejo amigo Hace años que no le veo. De estas cosas que no coincide, que dejas pasar quedar con él y… Se incorporó no hace mucho a las redes sociales y volvió el somero contacto. ¡Cuántas veces habremos quedado en hacer por vernos!. Al llamarme por teléfono para comunicar la luctuosa noticia fui a verle. Hemos hablado en el balcón de su casa como tiempo ha, mientras que él fumaba como siempre.
Castración del pensamiento
Asistimos a un nivel de debates y análisis de la realidad patéticos, que en general se extiende a todos los ámbitos, sea de la cultura, de la economía, del arte y demás. No hay contraste de ideas, sino que se ha impuesto el cotilleo como comunicación social, la insidia, acusar, donde mentir forma parte del juego y como todos lo hacen se acaba por admitir.
Deshumanizar
«Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos”. (Nietzsche). El autor del libro “Humano, demasiado humano” desnuda nuestro ser como especie y como individuos. Reconoce lo que somos, pero es necesario un marco de convivencia en el cual nos organicemos los humanos: la sociedad.
La fuerza de escribir
Me he dado cuenta de que hace falta mucha fuerza para escribir, fuerza física y psicológica. Llevo varias semanas sin hacer un escrito. Tan sólo un poema que cayó tal cual, como si durmiera la palabra y quisiera despertar. Lo leí en el Ágora de la poesía porque necesité expresarlo a modo de catarsis, hacer que saliera de mis entrañas*. Tuve ideas, quise hilvanar recuerdos y sensaciones por escrito, pero no pude.
Poesía
¡Ay!. En la década de los 80 participé en varias revistas en Madrid. Recibimos muchos poemas para publicar, por eso decidimos hacer una exclusivamente literaria, que se convirtió en una específica de poesía. Finalmente no salió. Pasados los años no me extraña. En aquel momento no pude creer lo que vi. El amor al ser y al cielo de los versos convertido en celosía, las caricias al horizonte en ver en qué página se sale. Su título iba a ser “El Parnaso”.
Ego
¿Cuántas veces escucho “es el ego”?, para responder a determinadas situaciones que generan malestar. Muchas. Cuando «el ego» es algo tan indefinido que me pregunto ¿qué significa?. Hace años se dijo: “vanidad”, “ambición”, “egocéntrico”, “cinismo”, “querer sobresalir”, ”egoísmo”… Parece como si “ego” fuera una mezcla de todo ello. Pero ¿qué es exactamente?.